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Entre los medios burgueses actuales es muy común calificar al estudiante como un “Radical” o un “subversivo”, como alguien que “se atreve y da la cara”, pero la verdad es bastante distinta de lo que dicen los medios masivos del capital, lamentablemente ese errado estigma ha quedado muy marcado en la sociedad capitalista. Para desmentir esta falacia debemos estudiar los orígenes y el transcurso hasta la actualidad del movimiento estudiantil.
El movimiento estudiantil comenzó a hacerse popular en las luchas de los 60 y 70, después de más de 40 años de contrarrevolución estalinista, cuando los obreros franceses en las fábricas comenzaron a organizar comités de acción e irse a huelgas salvajes los estudiantes los acompañaron y se unieron a ellos, siendo finalmente calificada como una “Revuelta obrero-estudiantil”[1]. Sin embargo, la burguesía y sus historiadores se han esforzado mucho en ver el mayo francés como un “movimiento estudiantil” y dejar de lado las huelgas de los obreros ¿Por qué? Porque el estudiantado universitario de esa época tenía como objetivo acceder a cargos medios y altos en las empresas y el Estado, es decir, formar parte de la clase dominante, la universidad era una institución elitista y solo los hijos de los capitalistas o de la pequeña burguesía podían estudiar en esos establecimientos. Es cierto que la masificación de la universidad que entonces comenzaba causaba frustración pues no habría puestos para tantos aspirantes, igualmente la sociedad, bajo el impulso de las luchas obreras empezaba a salir de la contrarrevolución y ello fomentaba en el estudiantado un espíritu rebelde y contestario que venía a ser un subproducto de la nueva situación y no un producto de la lucha de clase proletaria.
Lo que en realidad caracterizó al mayo francés del 68 fue la superposición de dos bandos: por un lado, el proletariado industrial que comenzó a luchar mediante asambleas y comités de huelgas salvajes, afuera de los sindicatos, y que por ende fue una autentica lucha proletaria e internacionalista. En el otro bando el estudiantado con sus protestas y “manifestaciones culturales” y que solo representaban a una pequeña burguesía en decadencia. Desde entonces el estudiantado pequeñoburgués, por su pensamiento activista e intelectual, siguió apoyando a los trabajadores en sus distintas luchas, como en la huelga obrera de Polonia de 1980 o en el Cordobazo argentino de 1969. Sin embargo, cuando las luchas de clase durante las revueltas de los 60-70 comenzaron a decaer los restos del movimiento estudiantil de la época comenzaron a caer en el terrorismo guerrillero y al anarquismo, demostrando que el movimiento estudiantil no representa más que una nueva faceta de la pequeña burguesía desesperada e inútil.
Sin embargo, en la actualidad la mayor parte de los estudiantes no provienen de la burguesía o la pequeña burguesía, aproximadamente el 95% de los estudiantes son de extracción obrera y se convertirán en futuros asalariados, por ende, la universidad también se ha “proletarizado”, la mayor parte de los estudiantes también sufrirá el desempleo, la precariedad y la subcontratación. Si antes los estudiantes universitarios pasaban a ocupar puestos importantes en burocracias estatales, en empresas privadas o en la misma academia, ahora las fuerzas de producción han avanzado a tal nivel que es necesaria una especialización (y un adoctrinamiento) de la fuerza de trabajo en general, desde los primeros años de vida hasta la adultez, llenando las universidades de futuros proletarios. Las instituciones que se encargaban de asignar a los jóvenes burgueses a un lugar en la sociedad burguesa ahora también se tienen que encargar de asignar a los jóvenes proletarios su lugar en esta misma sociedad, esta es la gran contradicción de la educación burguesa (especialmente la educación terciaria o superior) al día de hoy.
La historia del movimiento estudiantil chileno en su forma actual comienza aproximadamente en el 2006, aunque en la década de los 60 hubo muchas protestas entre estudiantes de extrema izquierda y de extrema derecha. El movimiento de 2006 comenzó con los secundarios (que siempre han sido más “radicalizados” y activistas que los universitarios), se le llamo “pingüinazo” debido a que el uniforme de los secundarios se asemeja en colores a los pingüinos, y la consigna que caracterizó ese movimiento durante los años posteriores fue: EDUCACION GRATUITA Y DE CALIDAD, el gran epicentro del movimiento estudiantil.
Ante esto hay que aclarar que la única “gratuidad” en la educación burguesa viene a expensas de los salarios de los obreros y que cualquier estándar de “calidad” que busquen alcanzar debe obedecer a los cánones de la sociedad burguesa. Entendiendo el sistema educativo en su conjunto e integrado a la división social del trabajo, la educación que imparte no puede aspirar a ser más que el adoctrinamiento y la formación para ser futuros obreros explotados, asalariados, insertados dentro de una jerarquía estricta de trabajo. La consigna “educación gratuita” expresa en primer lugar la ilusión de que una enseñanza pública a cargo del Estado sería una “mejora” cuando en realidad la financiación de la enseñanza nace de la plusvalía expropiada a los trabajadores. Por otro lado, esparce la ilusión de “la promoción individual”, cuando lo que sucede en realidad es que por muchos títulos, posgrados y certificados de idiomas que un estudiante acumule, el destino de la inmensa mayoría es la precariedad, el desempleo y unas pésimas condiciones de trabajo y vida. En fin, la educación no tiene como finalidad ayudar a la toma de conciencia de la clase obrera, sino todo lo contrario, entorpecerla y facilitar la penetración en las filas obreras de la ideología burguesa y pequeñoburguesa.
Pese a que el estudiantado se ha “proletarizado” y la mayoría proviene de la clase obrera, el pensamiento burgués izquierdista sigue penetrando entre los estudiantes. Aquí no hay que subestimar el peso ideológico de la burguesía. Con la llegada de la decadencia y la traición de las organizaciones tradicionales del proletariado, sus secciones juveniles se fueron convirtiendo en órganos de adoctrinamiento y propaganda. Aquí es donde aparece el veneno político e ideológico característico del “movimiento estudiantil”, como estas organizaciones solo pueden mantenerse con vida mientras contribuyan a avanzar las metas de su partido, es decir, debilitando el movimiento de la clase trabajadora, sus “contribuciones” a la política de los estudiantes no son más que un estorbo inmenso para el desarrollo de su conciencia de clase. Organizaciones como las diferentes “coordinadoras estudiantiles” buscan cooptar cualquier acción consciente de los estudiantes proletarios para su propio beneficio, siempre de la mano de los partidos izquierdistas.
Obviamente ha habido excepciones en donde los estudiantes de extracción obrera rompieron con el movimiento estudiantil y se organizaron como obreros, bajo asambleas generales y comités de delegados, una muestra de eso fue Francia el 2006, en su movimiento contra el CPE[2]. Además, hay que aclarar que muchos de los movimientos de los estudiantes nacen de problemas relacionados al mundo universitario, problemas relacionados con la burocracia de la universidad, con los cursos o los profesores, demandas que no se pueden generalizar al resto de la clase ni pueden resolverse en sus causas últimas dentro de la universidad.
A pesar de todo esto, aún en este sector hay esbozos de conciencia de clase y existe cada vez un mayor desdén desde los estudiantes (cada vez más proletarios) hacia los grupos políticos burgueses, y existe un descontento general con el funcionamiento de la política de los centros de alumnos y de las federaciones estudiantiles. Aunque un rechazo a estas prácticas de la burguesía no significa un rechazo completo a su política ni tampoco una aceptación del programa proletario, es parte de la conciencia embrionaria de la clase, que sin el aporte del movimiento obrero general se quedará en puro embrión. Al mismo tiempo el movimiento obrero se ve forzado a incorporar las fuerzas de las nuevas generaciones proletarias, gran parte de las cuales pasa o pasará por la universidad, pues sin ellos no tienen a quién pasar la antorcha. Mientras exista el conflicto principal de la educación burguesa, es decir, la contradicción entre la sociedad burguesa pintada por la escuela y la realidad material de la que participan sus estudiantes habrá un potencial importante de la juventud que solamente puede realizarse en la lucha de clases.
Aquí es importante que los obreros revolucionarios dentro y fuera de las escuelas discutan el problema de la educación capitalista, con objeto de realizar una denuncia de sus contenidos, sus métodos y su forma de transmisión. Estos están sesgados por la ideología burguesa, el mantenimiento de la explotación y por las necesidades de la acumulación capitalista y son radicalmente antagónicos respecto a la conciencia de clase del proletariado y a cómo será la ciencia y el conocimiento en la futura sociedad donde, como dijeron Marx y Engels, “El libre desarrollo de cada uno sea la condición para el libre desarrollo de todos”.
La respuesta a estos obstáculos que afectan a los estudiantes solo se encontrará cuando los jóvenes obreros rompan con la universidad, el estudiantilismo, el academicismo y sobre todo con el izquierdismo progresista. Cuando los jóvenes se organicen con los trabajadores, lejos de la academia burguesa universitaria, bajo asambleas generales, cuando piensen y luchen como obreros y rechacen las corrientes burguesas que abundan en sus círculos. La revolución solo puede ser hecha por el movimiento obrero en su conjunto, jamás por fracciones particulares o categorías interclasistas. Los paros universitarios o “Revueltas” estudiantiles, caracterizadas por el caos, y la desorganización, no son más que una manifestación de la bancarrota política en que se encuentra el llamado “movimiento estudiantil” y un trampolín para individuos que buscan carreras políticas. ¡SOLO LOS TRABAJADORES SON LOS SUJETOS POLITICOS DE LA REVOLUCION!
Simpatizantes de la CCI en Chile 22-6-20
[1] Para un conocimiento del movimiento proletario de mayo 1968 ver Hace 50 años, Mayo de 1968 https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201804/4296/hace-50-anos-mayo-de-1968
[2] Tesis sobre el movimiento de los estudiantes de la primavera de 2006 en Francia https://es.internationalism.org/revista-internacional/200606/964/tesis-sobre-el-movimiento-de-los-estudiantes-de-la-primavera-de-200