Lo que oculta el ruido sobre Cataluña

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La prensa, la TV, las redes sociales, las tertulias radiofónicas solo hablan de Cataluña. Si un extraterrestre llegara a España se quedaría sorprendido de lo pequeño que es el mundo pues, al parecer, éste se reduce a los 32.000 km2 que la región catalana ocupa.

Es cierto que el asunto catalán es serio, tanto por el peligro que entraña para el capital español como por la desestabilización que puede provocar a nivel europeo. Igualmente, el proletariado debe mirar con preocupación el peligro de verse arrastrado por cualquiera de los dos nacionalismos enfrentados: el catalán y el español. Del mismo modo, el engaño mortal que significa la ilusión de que el conflicto se arreglará con “el dialogo democrático”. Señalamos en nuestra reciente toma de posición que “El peligro para el proletariado y para el futuro de la humanidad, es que quede atrapado en esa atmósfera irrespirable que se está generando en torno al embrollo catalán: sus sentimientos, aspiraciones y pensamientos, ya no gravitarían alrededor de qué futuro para la humanidad, qué respuesta a la precariedad y a los sueldos de miseria, qué salida frente a la degradación general de las condiciones de vida; al contrario, estaría polarizado en elegir entre España y Cataluña, en la constitución, el derecho a decidir, la nación…, es decir, los factores que han contribuido a la situación actual y amenazan con llevarla al paroxismo[1]

Sin embargo, la realidad tiene otros muchos asuntos que han quedado totalmente eclipsados por el abrumador peso del embrollo catalán. Quisiéramos llamar la atención sobre algunos de ellos. Con ello pretendemos contribuir a que el proletariado tenga una visión global, mundial e histórica, y no se vea debilitado por el prisma estrecho y mezquino que impone el capitalismo y sus violentos conflictos degenerativos.

1.- Los ataques a nuestras condiciones de vida

Los innumerables sondeos de opinión tienen un apéndice que apenas comentan los “expertos”: la debilísima recuperación de la economía no se ve en los hogares. Dicho de otra forma, la economía está respirando un poco gracias al ataque permanente contra las condiciones de vida de los trabajadores. El ruido sobre Cataluña está ocultando esta realidad esencial que demuestra que el interés nacional (de España, de Cataluña o de cualquier otro estado) es radicalmente antagónico al interés de los trabajadores, toda economía nacional crece sobre la miseria y el aumento de la explotación de los obreros[2]. En un debate en la Primera Internacional, Weston -simpatizante del sindicalismo inglés- pretendía demostrar que el crecimiento de la economía nacional era el que permitía la mejora de las condiciones de vida de los obreros. Puso como ejemplo que si una sopera se hace mayor más sopa habrá para todos, obreros y patronos. Marx rebatió ese ejemplo diciendo que el problema no era el tamaño de la sopera sino el de la cuchara -o sea, el salario y demás condiciones de vida del obrero-, si la cuchara no crecía el crecimiento de la economía nacional no beneficiaría en nada a los obreros[3].

Veamos algunos ejemplos significativos que ilustran todo lo anterior. El Banco Santander ha absorbido al Banco Popular y alardea de ser uno de los primeros bancos del mundo, políticos, empresarios, brokers etc., celebran este hecho “histórico” para la economía española. Pero veamos la letra pequeña: en una primera etapa, la absorción del Banco Popular va a costar 1580 despidos y la recolocación -seguramente en peores condiciones- de 585 empleados. Todo esto avalado por los sindicatos que se han limitado a mendigar un proceso “menos traumático”[4].

Otro golpe es el ERE de Unipost que pretende echar a la calle a toda su plantilla: 2200 trabajadores[5]. Unipost es propiedad de la familia Raventós, que apoya a los soberanistas catalanes. Sin embargo, “la pela es la pela”, cuando se trata del interés del capital importa un bledo la “nacionalidad” de sus explotados: sean estos de origen catalán, español o marroquí, son para ellos UN NÚMERO que si deja de ser rentable se le abandona en la miseria a él y su familia.

Aquí vemos claramente que hay una relación inversa entre la prosperidad de la economía nacional y la de los trabajadores. Pero hay otras muestras. Las empresas energéticas son ensalzadas como una de las joyas de la corona de la economía española. Sin embargo, la otra cara, es que el recibo de la luz subió un 12% en los 10 primeros meses de 2017 y el del gas en un 4,5%[6]. En cambio, los sueldos en España cayeron un 0,8% en 2016[7]. El engrandecimiento de esas empresas modelo que cotizan en las bolsas mundiales tiene como contrapartida lo que los “expertos sociales” llaman “pobreza energética”: cada vez más las familias obreras no alcanzan a pagar el abusivo recibo de la luz, el gas y demás suministros energéticos.

Y no pensemos que esa disparidad entre el interés nacional del Capital y las necesidades del proletariado y de la gran mayoría de la población, solamente se aplicaría a España o Cataluña, se aplica a todos los países del mundo, empezando por la primera potencia del globo, Estados Unidos, donde se puede dar un par de ejemplos muy clarificadores: en Nueva York, mientras el lujo se dispara y se construyen nuevos rascacielos para multimillonarios, la pobreza afecta al 20% de la población y el 47% la rozan (es decir casi la mitad), el número de sin techo pasó de 47000 en 2014 a 62000, ¡y todo ello con un alcalde considerado “progresista”, De Blasio![8]

Una conclusión se impone: apoyar la nación (catalana, estadounidense o española) es apoyar la miseria y la degradación de las condiciones de vida de la clase obrera y de la gran mayoría.

La agencia EFE (8-11-17) reportaba que “El 23% de los consumidores españoles que viven fuera de Catalunya han dejado de comprar productos catalanes y otro 21% se plantea hacerlo en el futuro, según el informe ‘El impacto del desafío independentista en la reputación de las empresas catalanas’, del Reputation Institute. No sabemos cuántos de ese 23% son obreros, pero está claro que nuestra clase debe rechazar la participación en esas campañas repugnantes que tienen como consecuencia convertirla en carne de cañón de los conflictos Inter burgueses y favorecer la división y el odio entre proletarios.

2.- La agravación de la tensión imperialista y de la carrera armamentística

La situación en Extremo Oriente es cada vez más tensa. Las nuevas acciones nucleares del régimen de Corea del Norte, la gira de Trump por Japón y Corea del Sur, todo ello revela una escalada guerrera que tiene como objetivo en última instancia China, potencia que a su vez responde con toda una serie de acciones y con un aumento espectacular de sus gastos de armamento[9].

Se está produciendo en los últimos 3 años una aceleración en la carrera de armamentos. Todos los países se rearman. Trump aumenta el gasto militar en un 9,27% lo que supone el mayor incremento en 15 años, China no se queda atrás y oficialmente aumentará el gasto de “defensa” en un 7%, Rusia pretende modernizar el 60% de sus armas, en Francia el anterior presidente anunció la reducción del gasto militar, pero utilizó como excusa el atentado terrorista en Charli Hebdo para hacer todo lo contrario y desde entonces aquel no cesa de aumentar. Japón, por su parte batió el récord de gasto militar en 2016 y el crecimiento seguirá en 2017. Alemania se comprometió en octubre 2016 a doblar en los próximos años su gasto en armas. Corea del Sur, invocando la amenaza de su vecino del norte, ha adquirido misiles, aviones no tripulados y satélites de doble uso, incorporando a su ejército un potente sistema antimisiles llamado significativamente Kill Chain (Cadena de Muerte)[10]. En lo concerniente a España, El País informa (4-4-17) que el presupuesto para 2018 dispara el gasto en armamento en un 32% y El Mundo documenta que el gasto en defensa se doblará en los próximos 7 años.

Por su parte, los aspirantes al nuevo Estado catalán no se apartan ni un ápice de la naturaleza imperialista que todo Estado nacional debe tener. Según papeles incautados por la Guardia Civil, los señoritos de Junts x Si habían encargado un informe sobre las estructuras militares del nuevo Estado en el que se proponía restablecer el servicio militar obligatorio pese a la mala imagen que éste tenía “debido a la asociación que hacen los catalanes con el ejército español” (sic)[11]

No hay desde luego que rasgarse las vestiduras ante estas aspiraciones de los independentistas catalanes. Todas las naciones son imperialistas. “El imperialismo no es la creación de un estado o grupo de estados imperialistas. Es el producto de determinado grado de madurez en el proceso mundial del capitalismo, condición congénitamente internacional, una totalidad indivisible, que sólo se puede reconocer en todas sus relaciones y del que ninguna nación se puede apartar a voluntad[12]

Como añade Rosa “Hoy la nación no es sino un manto que cubre los deseos imperialistas, un grito de combate para las rivalidades imperialistas, la última medida ideológica con la que se puede convencer a las masas de que hagan de carne de cañón en las guerras imperialistas. Los catalanistas meterían a sus súbditos en la barbarie imperialista. En un marco cada vez más caótico las guerras regionales se acumulan. Un conflicto aparentemente olvidado porque “no sale en las noticias” (acaparadas por la espiral catalana) sigue vigente con su estela de muertos y destrucción: Afganistán, donde una nota de prensa nos dice que la OTAN va a enviar 3000 hombres[13]. En Oriente Medio, la pugna entre Arabia e Irán está provocando una desestabilización del Líbano cuyo presidente se haya prácticamente secuestrado en Arabia donde ha sido obligado a dimitir. Por otro lado, la guerra en Yemen -ligada igualmente a tensiones entre potencias regionales- está ocasionando una catástrofe humanitaria: 400 mil niños corren el riesgo de inanición y una epidemia de cólera se ha declarado con 900 mil afectados[14]

Esta vorágine de guerras mortíferas muestra que el capitalismo es la guerra. La plusvalía que el sistema explota de los trabajadores del mundo no se reparte entre los buitres capitalistas de forma armoniosa: cada empresa busca su mayor porción en el festín a costa de los rivales y recurre a todos los medios a su alcance, legales e ilegales, pacíficos o violentos. Sin embargo, existe un segundo marco mucho más importante para la distribución de la ganancia: la división del mundo en naciones. Los burgueses se agrupan en el Estado nacional y cada uno de ellos intenta sacar la mayor ventaja a costa de los otros. Ahí interviene la guerra imperialista, cada vez más feroz, cada vez más caótica y destructiva, amenazando con aniquilar la humanidad en una sangría interminable de guerras localizadas.

Y en este punto volvemos al asunto catalán. Los independentistas han prometido una secesión pacífica y de guante blanco.  ¡Es un engaño vil! La contienda entre naciones es una guerra a muerte donde la clase obrera y toda la población explotada pone los muertos.

3.- El desastre medioambiental

Es evidente el deterioro generalizado del medio ambiente en todo el mundo. Muestra que el capitalismo es un sistema que ha deformado y desviado hacia la destrucción del medio natural el desarrollo de las fuerzas productivas. El capitalismo supone una amenaza letal para las dos fuerzas productivas fundamentales: la humanidad trabajadora y el medio natural con todos los recursos que contiene[15]. Una ilustración que el humo generado por el asunto catalán ha oscurecido completamente es la escalada demoledora que han tenido los incendios forestales en España y Portugal durante el verano de 2017. Un informe de WWF[16] es elocuente: “Los incendios del siglo XXI han dejado de ser un problema estrictamente ambiental para pasar a ser una emergencia civil, el fuego amenaza viviendas aisladas, urbanizaciones o pueblos, complicando las labores de extinción, habla de une nueva calidad destructiva en ellos pues abarcan: zonas en las que se difumina la frontera entre lo urbano y lo forestal por la incursión caótica de urbanizaciones, construcciones y viviendas en los montes: es la llamada interfaz urbano-forestal, que está convirtiendo en zonas de altísimo riesgo. Estos análisis dan un cariz alarmante a los datos cuantitativos: hasta septiembre ardieron en España 84000 hectáreas, 2 millones desde el año 2000.

La estrechez nacionalista que reduce el mundo a la pugna España – Cataluña impide ver que los incendios son un fenómeno mundial. “Durante lo que va de año se han multiplicado por tres los incendios en la Unión Europea en comparación con los últimos 8 años. Según el Sistema europeo de información sobre incendios forestales, en 2017 se han producido un total de 677 fuegos. Sin embargo, entre 2008 y 2016 hubo solo 215. Estas cifras alarmantes apuntan al cambio climático como el principal responsable”. En 2017 se han desatado en Portugal los peores fuegos en lo que va de siglo, con un balance de 64 muertos y 55 heridos. Los incendios en California causaron 23 muertos y 3500 edificios destruidos[17].

4.- La memoria de la revolución de 1917

La primera gran tentativa de iniciar una Revolución Mundial contra el capital y su cárcel nacional fue la revolución proletaria de octubre 1917 en Rusia. No vamos a hablar aquí del tema sobre el que hemos convocado reuniones públicas y nuestro congreso elaborado un Manifiesto[18], lo que queremos alertar es cómo la reflexión obrera se ha visto totalmente desviada hacia el asunto catalán. Allí no se juega nada bueno para el futuro de la humanidad, allí las dos alternativas en conflicto representan lo peor y lo más cínico de la barbarie del viejo mundo capitalista. Ni España ni Cataluña puede ofrecer otra cosa que, lo que decía Winston Churchill: sangre, sudor y lágrimas. Sangre porque si el enfrentamiento entre fracciones de la burguesía sigue su escalada, las calles empezarán a cobrar un tributo de muertos que no lo pagarán ni los políticos ni los burgueses, sino los explotados. Sudor, porque los desastres que para la economía provocará este enfrentamiento entre bandidos serán “recuperados” con más explotación y más miseria para los obreros de España y de Cataluña. Lágrimas porque el enfrentamiento está llevando a romper familias, a destruir amistades, al racismo, el control policial, la represión tanto por los catalanistas como por los españolistas.

Frente a esta guerra entre gánsteres donde los explotados son los tontos útiles de quienes provocan su miseria y sufrimiento, reivindicamos el combate del proletariado, “Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría.  El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa” (Manifiesto Comunista).

¡Contra el movimiento nacional de España o Cataluña, el movimiento internacional del proletariado!

Smolni 15-11-17

 

[2] El comisario europeo Pirre Moscovici al tiempo que se felicitaba por el crecimiento económico, débil desde luego, pero mantenido durante 18 trimestres consecutivos, se declaraba “preocupado” por el crecimiento mucho más débil y “atípico”, según él, de los salarios. ¡No se puede ser más cínico!

[3] “Cuando los plebeyos romanos se pusieron en huelga contra los patricios, el patricio Agripa les contó que el estómago patricio alimentaba a los miembros plebeyos del cuerpo político. Lo que no consiguió Agripa fue demostrar que se alimenten los miembros de un hombre llenando el estómago de otro. El ciudadano Weston, a su vez, se olvida de que la sopera de que comen los obreros contiene todo el producto del trabajo nacional y que lo que les impide sacar de ella una ración mayor no es la pequeñez de la sopera ni la escasez de su contenido, sino sencillamente el reducido tamaño de sus cucharas”. Ver Salario, precio y ganancia, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/65-salar.htm

[8] Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20171112/432818928478/nueva-york-desigualdad-social-personas-sin-hogar-economia.html?utm_source=newsletters&utm_medium=email&utm_campaign=internacional&utm_term=20171112&utm_content=listado-de-noticias-de-la-seccion-de-internacional . En la misma edición podemos ver la situación infrahumana que viven los sin techo en el templo tecnológico mundial de Silicon Valley donde una profesora de 54 años se ve obligada a vivir en su coche Volvo porque el sueldo no le alcanza para un alquiler. Un reportaje fotográfico muestra las terribles condiciones de vida de estos olvidados del “grandioso progreso tecnológico” de la “Gran Patria norteamericana”: https://www.lavanguardia.com/internacional/20171111/432772521638/lado-oscuro-silicon-valley.html?utm_source=newsletters&utm_medium=email&utm_campaign=internacional&utm_term=20171112&utm_content=listado-de-noticias-de-la-seccion-de-internacional

[13] Agencia EFE, Bruselas, 9-11-17

[15] Ver el conjunto de nuestros artículos sobre el medio ambiente en https://es.internationalism.org/series/481

[17] Diversas fuentes, la principal Euronews 15-8-17

 

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