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El 18 de marzo de 2014 los políticos profesionales de la burguesía mexicana han dado un golpe más a los trabajadores: después de haber prometido por enésima ocasión que aumentando los impuestos, tendrían los recursos para la “pensión universal” y el “seguro del desempleo”, ahora imponen esas nuevas leyes, maquillándolas de manera cínica, como la continuación de la “reforma social” como llamaron desvergonzadamente a la reforma fiscal del 2013.
Y la teatralidad ha aparecido de nuevo y no tiene desperdicio: por un lado, el PRI en el gobierno, el verde ecologista, una parte importante del PRD y el Partido Nueva Alianza han votado a favor; por otro lado, el PAN, el Partido del Trabajo y demás se han opuesto y otros tantos del PRD han abandonado la sesión “muy dignos” para “no ser cómplices”. ¡Basura pura! En realidad, se trata de un reparto de tareas entre las fuerzas políticas de la burguesía para que sean algunos los que asuman el llamado “costo político”, mientras que otros se prestigian para reparar su imagen en espera de que el escenario gire y adoptar otros papeles en el eterno circo de la democracia burguesa.
La pensión universal y el seguro del desempleo vienen a dar la puntilla a la clase obrera condenada desde hace décadas al infierno en la tierra debido a la degradación continúa y acelerada de sus condiciones de vida, justificada por toda clase de supuestos fines de beneficio, del bien común, o de defensa de la economía nacional.
Pensión Universal: una limosna y una burla
Aparentando una función social del Estado se anuncia con bombo y platillos que a los trabajadores de 65 años o más se les darán 580 “pesotes” a partir del 2015, en apenas… un solo mes. Y que el optimismo no debe morir pues en un plazo no mayor (faltaba más) a… 15 años, el regalote ascenderá a… 1 092 “pesotes”. ¡Toda una afrenta! ¡Y todavía se dan el lujo de “aclarar” que este “beneficio” tendrá sus acotaciones pues el monto inicial que son ¡menos de 20 pesos diarios! (un dólar y medio) se ajustará anualmente y, siempre que haya disponibilidad de recursos, podrá accederse a la cantidad tope!
Siendo ya una cantidad ridícula, el cálculo es por demás frío y criminal pues arrancando a los 65 años, con toda una vida de sobreexplotación y degradación de sus condiciones de vida, las probabilidades de que el “beneficiario” muera antes de recibir el premio de los 1 092 “pesotes” son más que altas o de que lo “disfrute” apenas unos instantes... Por lo demás, ese fue el cálculo de las reformas a los sistemas de pensiones y jubilaciones del IMSS (1995, 1997) y del ISSSTE (2007…) al aumentar los años de servicio teniendo como referencia el cálculo de la expectativa de vida…
El Estado se adorna declarando que financiará esta “pensión” pero es demagogia y cinismo puro pues el dinero provendrá directamente de las retenciones impositivas del trabajo de millones de proletarios, que se administran por los organismos financieros que el Estado ha creado como parte de su estructura, y por empresas que paralelamente se han creado para “administrar” las aportaciones de los trabajadores a los sistemas de salud y de retiro. Por lo demás, el trabajo asalariado aporta plusvalía de sobra para financiar todos los programas “sociales” del Estado.
Por cierto, las noticias recientes evidencian que estos recursos disminuyen aceleradamente hasta el punto de que al momento de jubilarse los actuales trabajadores no existe la garantía de recibir ni la tercera parte de los ingresos que hoy tienen como salario corriente pues según los paleros del Estado burgués “los administradores” –públicos y privados- de las “cuentas individuales” han “desafortunadamente” perdido fondos que han “arriesgado” en el mercado de valores con la intención de “lograr los mayores beneficios para los trabajadores”, ellos mismos reconocen con el más descarado de los cinismos que las AFORES han tenido jugosas ganancias aceptando abiertamente el objetivo real que tuvieron esas reformas.
Este es un engaño colosal de corte “social”, algo que ya su fuerza política de izquierda más importante como el PRD ha instituido en el Distrito Federal (“dinero para los viejitos”) desde hace más de una década y que les ha dado muy buenos resultados para ofrecer algo ante el descontento de la gran masa de trabajadores que hasta ahora han mantenido su existencia en el límite de la miseria y… la limosna.
Seguro de Desempleo: la burguesía pide al trabajador que ¡sea solidario… consigo mismo!
Pero si la Pensión Universal es una vacilada, el Seguro del desempleo es por demás asqueroso e indignante:
- El gobierno ha dado un “ejemplo” a sus congéneres en el mundo (y en particular a la OCDE, pues México no tenía un Seguro de Desempleo) en el sentido de cómo hay que hacer, desde el Presidente, las cámaras de senadores y diputados, todos los partidos políticos y, sobre todo, los sindicatos, para que los trabajadores, aparte de ser despojados de la mayor parte del fruto de su trabajo en la producción sean los que “ahorren” no solo para pagar su pensión o jubilación (como si les quedara un solo peso para ese ahorro), sino también ahora para financiar su propio seguro de desempleo;
- Hasta ahora, cada trabajador tenía una subcuenta de vivienda en donde el patrón depositaba el 5% de su salario. Algo que aparece como una “buena acción” de aquél siendo que ese monto literalmente proviene del trabajo del propio obrero. Este dinero reunido por años apenas daba la opción al trabajador de adquirir una vivienda que por lo demás es también una burla pues se trata de casas o departamentos muy reducidos y mal construidos.
- Pues bien, resulta que ya ni eso podrán lograr los trabajadores ya que se ha decidido que ese monto se divida en 2% para el fondo de vivienda y el otro 3% para financiar el seguro del desempleo para lo cual han creado una “subcuenta mixta” donde se deposite el 2% y un “fondo solidario” a donde irá a parar el otro 1%. Y hasta tartamudean para decir que el trabajador “puede ahora decidir” que tendrá la “libertad” para usar el monto total (5%) para destinarlo a la vivienda o al retiro o al seguro del desempleo. ¡Esta es la verdadera libertad bajo el capitalismo… la libertad de morirse de hambre!
- La clase capitalista ya no cuida las formas. Se impone que sea cada trabajador quien pague su desempleo y no un recurso que forme parte de la seguridad social y se retribuya en forma del llamado salario social de la clase obrera, ese salario que devenga en el proceso de producción y que no le regala nadie.
- Este “seguro” se dará a quien demuestre que ha cotizado al menos 24 meses en un periodo de 3 años (es decir, al carajo aquéllos para los cuales el desempleo es su vida desde siempre), de los cuales se obtendrá un promedio para pagar su salario de desempleado que para completar la burla será de: ¡el 60% en el primer mes… el 50% el segundo… y el 40% los cuatro meses restantes! Y esta “ayuda” solo será por seis meses y por una sola ocasión en un periodo de 5 años.
- ¡Un verdadero escándalo, una verdadera humillación! Y todavía aclaran que “en caso de que el fondo sea insuficiente para pagar ese “salario” entonces se echará mano del “fondo solidario”, creado con el propio salario del trabajador y en caso de que aún así no alcance, entonces el gobierno federal se “compadecerá” aportando lo que falte siempre y cuando no exceda de… un mes de salario mínimo. ¡Vaya consolación más ridícula y ofensiva¡
- Algo que “olvida” la “bendita” reforma es que desde hace muchos años es cada vez más difícil asegurar una continuidad en las aportaciones a los sistemas de “seguridad social” pues los despidos están a la orden del día y entonces la trayectoria laboral es más que irregular: el desamparo absoluto del desempleo es la cotidianidad cada vez más “segura” del trabajador.
- Pero aún hay más. Esta “reforma social”, siendo en sí misma un fraude, evidencia la tendencia del capital desde hace décadas de ajustes al trabajo que dejan a los jóvenes proletarios en el completo abandono ya que conforman una masa creciente de desempleados impedidos de ingresar al proceso de producción aún si ostentan títulos universitarios: simple y sencillamente ellos ya son la generación de los desempleados.
Las campañas electorales de 2012 prometieron que acabarían con el desempleo: a cambio se crea el “seguro de desempleo”… otro engaño más en la lista infinita de esa estafa colosal como son las elecciones.
La economía nacional sigue hundiéndose y la burguesía sabe muy bien que siendo ya escandalosa la cantidad de desempleados, arrojará a la calle a cientos de miles de trabajadores más. Una perspectiva muy segura si tomamos en cuenta que sus instituciones financieras revisan a la baja el crecimiento del PIB casi cada mes después de que, otra vez, nos prometieron poco menos que la gloria si íbamos a votar.
La burguesía es cada vez más cínica y arrogante
Estamos de nuevo frente a otro más de los atracos con los que los patrones y su Estado se han estado ensañando en las últimas décadas contra nuestras condiciones laborales y sobre todo contra las condiciones de vida de nuestras familias a las que ya han condenado a la miseria más desesperante y les han cancelado todo futuro.
Los medios de difusión de la burguesía han estado confundiendo sobre el alcance de estos ataques: por ejemplo, diciendo que estas leyes solo afectan a los trabajadores afiliados al IMSS, o dando interpretaciones encontradas de las mentadas reformas. Pero además, apenas si mencionan otros golpes más como por ejemplo el decreto que se ha preparado para que sean embargables los salarios de los trabajadores para garantizar que sus deudas de consumo se paguen a las empresas capitalistas.
El desprecio de la burguesía por la vida de los trabajadores y sus familias no tiene límites como se ve en la arrogancia con la que han impuesto estos nuevos golpes. Sin duda, esta manga ancha de la que está gozando por ahora se debe a las dificultades que ha registrado la lucha de la clase trabajadora no solo en México sino en el mundo entero y que lleva a los capitalistas a implementar estos ataques considerando que es el momento adecuado pues, por ahora, difícilmente los trabajadores podrán responder con una lucha importante dado el trabajo de sabotaje que se ha encargado de hacer el aparato sindical en las filas obreras ante cada mínimo indicio de descontento o de movilizaciones por incipientes que aparezcan.
A pesar de todo, la lucha es la única alternativa que le queda a los explotados y oprimidos no solo para resistir mínimamente ante este tipo de ataques sino para empezar a exigir mejoras reales a sus condiciones de vida y de trabajo y, más allá, para plantear de manera política la posibilidad de acabar de una vez por todas con este sistema inmundo de miseria y opresión. Si no luchamos nos condenamos a la miseria y la humillación más abominables.
RM, marzo de 2014