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La Reunión Pública convocada para el pasado 13 de octubre, destinada originalmente a discutir sobre la pugnas al interior de la burguesía luego del proceso electoral, cambió al tema de la reforma laboral, dado que representa la magnificación de los ataques en contra de los trabajadores.
La primera cuestión que la CCI y los participantes abordamos fue la dimensión histórica de los ataques contenidos en la Reforma Laboral: habrá trabajos por hora, contratos de prueba sin obligaciones de prestaciones sociales, los despidos se abaratan para los patrones, se podrán bajar los salarios dependiendo de las “necesidades del mercado”… sabemos que estos ataques no son nuevos, hoy conocen una agudización dramática pero tienen ya su historia, desde que la crisis capitalista se abre en toda su dimensión, es decir en los años 70, los golpes a los salarios y a las pensiones se vuelve una constante en todos los países, la caída brutal del poder adquisitivo de los salarios es la regla en todo el mundo, amén del desempleo y el no futuro para las nuevas generaciones que jóvenes que ni siquiera tienen el “privilegio de ser explotado”. Estos ataques se inscriben plenamente en el marco de una agudización brutal de la crisis mundial del capitalismo, la peor crisis de su historia, tan grave que los “especialistas” vaticinan 10 años más de crisis. Si el capital quiere ser más competitivo en el mercado mundial y aumentar sus ganancias y hacer frente a la debacle económica debe, invariable e inevitablemente atacar las condiciones de vida de sus explotados, se pone así de manifiesto de manera cruda lo que el capitalismo representa para los asalariados.
El asunto de los dimes y diretes de las Cámaras de diputados y senadores son escaramuzas para hacernos creer que hay “divergencias” y que hay incluso una fracción de la izquierda que estaría de parte de los trabajadores, todo ese montaje no es una inocentada, el Estado lo orquesta para hacernos creer que esto de la Reforma es un “asunto mexicano”, “local” y que estaría desconectado del mundo… ¡falso! La reforma laboral que está por aprobarse es parte del conjunto de ataques que el capital propina a los explotados por todo el mundo, no es la imposición solo de un partido o de un gobernante, es una ataque del capital. Su contenido es parte de reformas que ya están en marcha en otros países desde hace tiempo. Lo que la burguesía intenta ocultarnos es que somos una misma clase a nivel mundial y que sufrimos todos la misma inclemencia de los ataques a nuestras condiciones de vida. Por ello, la discusión insistió en el carácter mundial de los ataques y en la necesidad de concebir una respuesta no local sino mundial que se vaya poco a poco articulando.
El otro aspecto que la discusión destacó es que la Reforma Laboral no es el inicio de los ataques ni tampoco es el fin. De hecho, muchos de los aspectos contenidos en la Reforma están ya en práctica desde hace tiempo. Para nadie es una novedad el “outsourcing” (subcontratación) en Pemex, Telmex y numerosas empresas privadas, todas han delegado a otras empresas servicios y trabajos y así se ahorran las responsabilidades en la prestaciones sociales (cuando los beneficios sociales y las prestaciones retroceden, entonces los capitalistas aumentan su cuota de beneficio), no hay antigüedad en las empresas y los “patrones se diversifican” ocultando a los trabajadores el enemigo común. Desde la reforma al IMSS, después con la ley del ISSSTE y ahora con la reforma laboral lo que busca es ajustar los mecanismos para incrementar la explotación. Por tanto, una de las conclusiones de la discusión fue reconocer que la Reforma Laboral no es el inicio ni el fin de la degradación de nuestras condiciones de vida y de nuestras familias.
Para enfrentar semejantes ataques, los asistentes insistieron en la responsabilidad de un proletariado cuya fuerza social aún no se percibe, por ello no es casual que jóvenes busquen respuestas en las “asociaciones civiles o en las ONG” (pregunta sincera de un joven asistente). Varias intervenciones han insistido en que “la sociedad civil no existe”, existe la sociedad dividida en clases sociales donde la nación no es sino una falsa comunidad donde explotados y explotadores no tiene los mismos intereses, por mucho que los discursos de los políticos nos restrieguen el “bien común” y los “intereses nacionales”. Ante las dificultades de la clase obrera que enfrenta un terreno copado por sindicatos y partidos políticos es fundamental el papel de las minorías, de todos aquellos individuos que tienen la voluntad de ayudar en esta tarea de hacer avanzar los intereses de la clase obrera, su tarea inmediata es agruparse para discutir, para clarificar, para sacar las lecciones y, en su momento, intervenir abiertamente en las manifestaciones, asambleas, mítines, etc.
Interesante ha sido el ambiente fraterno de debate donde todos pudieron intervenir sin temor a ser humillado o a preguntar. Un ambiente ausente de la tensión típica que acompaña esos “debates” donde unos intentan imponer un punto de vista a otros. Flotó en las preocupaciones finales un deseo de seguir discutiendo, de seguir clarificado y creando un pensamiento colectivo. Solo unidos podremos abrir una brecha en esta sociedad podrida que conduzca a cuestionar y superar este ya infame sistema de explotación.
Revolución Mundial, 16-10-12