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La pequeña banda de ladrones y soplones[1] autoproclamada “Fracción Interna de la CCI” (FICCI) se ha dado como objetivo, con la excusa de defender las posiciones de la “verdadera CCI”, lanzar, en especial en su página de Internet, el máximo de calumnias y mentiras contra nuestra organización. En ninguno de sus 37 boletines han faltado, al menos, dos artículos dedicados a calumniar a la CCI o a sus militantes. Algunas veces, incluso, es la mitad de sus artículos, cuando no todo el boletín es que se consagra a tan sucia tarea.
El último publicado (el nº 37) del “Boletín Comunista” no es una excepción a la regla. En él podemos encontrar un largo artículo destinado a llenar de lodo las “Tesis sobre el movimiento de estudiantes de la primavera de 2006 en Francia” adoptadas por nuestra organización al calor de tales acontecimientos, texto que intentar extraer las principales lecciones de estas luchas. También podemos encontrar un pequeño artículo titulado “Ultima hora” en el que podemos leer que: “….la intensa campaña de prensa de la burguesía que gira en torno a los proyectos sobre la´ bomba coreana` (e igualmente sobre las ambiciones nucleares de Irán) y que intenta convertir este asunto en EL verdadero problema que amenaza la paz del mundo, ha encontrado eco en la CCI, (…) La actual CCI, en su lógica de degeneración esta contribuyendo a la expansión de las trampas más descaradas y peligrosas de la burguesía, trampas que solo pretenden atacar a la clase obrera..”.
¿Qué argumentos de la CCI ha encontrado la FICCI para plantear esta acusación?
“…En una pomposa ´ Declaración internacionalista contra la amenaza de guerra en Corea ` publicada recientemente en su página Web, este grupo que continua reivindicándose de la Izquierda Comunista ´ denuncia sin reservas el nuevo paso dado por el Estado capitalista de Corea del Norte ` y llega a minimizar, en cierto modo, la responsabilidad de primer orden de las grandes potencias en la agravación de la situación mundial, al acusarlas únicamente de…hipocresía. Cuando las campañas ideológicas actuales de la burguesía no hacen más que deformar la realidad, para confundir la conciencia de la clase obrera y desarmarla, podemos encontrar a algunos ´internacionalistas`, dispuestos a contribuir con sus banderas y medios a la extensión de tales patrañas…”.
En nuestra opinión vale la pena leer lo que realmente esta escrito en la citada Declaración, adoptada en el marco de una Conferencia que ha tenido lugar a finales de Octubre en Corea del Sur y en la que la CCI no es el único firmante ( hay un total de 10 firmas de grupos o elementos individuales ):
“…Ante la noticia de las pruebas nucleares en Corea del Norte, nosotros, comunistas internacionalistas reunidos en Seúl y Ulsan:
Denunciamos el desarrollo de nuevas armas nucleares en manos de otro Estado Capitalista: la bomba nuclear es la expresión máxima de la guerra, su única función es el exterminio masivo de la población civil en general y de la clase obrera en particular.
Denunciamos sin reservas este nuevo paso hacia la guerra tomado por el Estado capitalista de Corea del Norte que demuestra de ese modo una vez más (sí ello fuera necesario) que no tiene absolutamente nada que ver con la clase obrera y el comunismo y que no es otra cosa que una de las más extremas y grotescas versiones de la tendencia general del capitalismo decadente hacia la barbarie militarista.
Denunciamos sin reservas la hipócrita campaña de Estados Unidos y sus aliados contra su enemigo norcoreano, lo que no es otra cosa que su preparación ideológica para lanzar –cuando tenga capacidad para ello- sus propias acciones preventivas de las cuales la clase trabajadora sería la principal víctima, como lo está siendo ahora en Irak. No debemos olvidar que Estados Unidos es la única potencia que ha utilizado armas nucleares en la guerra, cuando fueron aniquiladas las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki (…) “.
Como puede observarse, la CCI, de igual manera que el resto de los firmantes de la Declaración, no sólo acusan a las grandes potencias, empezando por los Estados Unidos que se colocan a la cabeza de las campañas actuales, del simple pecado venial de hipocresía como quiere hacer creer la FICCI. La Declaración dice claramente que estas hipócritas campañas no son más que “…su preparación ideológica para lanzar – cuando tenga capacidad para ello – sus propias acciones preventivas de las cuales la clase trabajadora sería la principal víctima, como lo esta siendo ahora en Irak…”. Para cerrar la puerta a cualquier tipo de ambigüedad, la Declaración recuerda que “…Estados Unidos es la única potencia que ha utilizado armas nucleares en la guerra, cuando fueron aniquiladas las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki (…) “.
La FICCI quiere demostrar que la CCI va camino de traicionar el internacionalismo proletario. Para conseguirlo, no ha encontrado mejor manera que falsificar de forma descarada el verdadero contenido de la “Declaración”. Actuando así, demuestra dos cosas:
- que no ha encontrado ninguna formulación real en los textos escritos por nosotros o que sostenemos que puedan ilustrar nuestra pretendida traición del internacionalismo.
- que retoma sin el menor escrúpulo los métodos de los falsificadores estalinistas.
La mentira de la FICCI es más que grosera. Una vez más, como ya hemos constatado en tantas ocasiones anteriores, esta banda pone en práctica la divisa de Goebbels, jefe de la propaganda nazi: “…Una mentira enorme contiene una fuerza que aleja la duda…”.
Sin embargo, la FICCI no se contenta con realizar falsificaciones descaradas ya que es muy consciente de que incluso sus propios lectores pueden verificar fácilmente lo que realmente hemos escrito. Por eso, además de realizar estas burdas falsificaciones de las posiciones de la CCI, intenta presentar sus engaños de forma más sutil con objeto, como siempre, de lanzar fango y calumnias contra nuestra organización. Este hecho podemos constatarlo fácilmente si analizamos su denuncia de nuestras tesis sobre el movimiento de los estudiantes 2.006 en Francia.
En su denuncia, tratan de “probar” que la CCI “… (traiciona), (trasvierte) lo que siempre han sido las verdaderas posiciones de nuestra organización a propósito de una cuestión fundamental para la clase obrera como es la violencia de clase…” y que, haciendo esto, “… (participa) en lanzar (a la clase obrera) a los brazos armados de la clase enemiga…”. Pero como tampoco hay ninguna ambigüedad en nuestra posición sobre esta cuestión ya que, continuamos defendiendo la que el marxismo adoptó en el siglo XIX y que fue reafirmada tanto por la Internacional Comunista y por las Izquierdas Comunistas que lucharon contra su degeneración, la FICCI no puede evitar recurrir, una vez más, a sus métodos favoritos: la mentira y la falsificación. En el fondo, no hay ninguna diferencia cualitativa entre su breve artículo a propósito de la Conferencia de Corea del Sur y su extenso texto a propósito de nuestro análisis sobre el movimiento de los estudiantes. Pero en este último para conseguir sus objetivos, procede de una manera más sutil.
De entrada, preparan al lector haciéndole creer, a partir de una cita aislada y fuera de contexto, que la CCI estaría hoy día golpeada por el estigma de “…un alejamiento progresivo del marxismo y de una tendencia cada vez más clara a poner por delante (o a defender) valores burgueses y pequeño burgueses de moda (la problemática de la “juventud”, el “feminismo” y sobre todo la “no violencia”)…”. Más precisamente, tiene la desfachatez de pretender que “…para analizar y evaluar un movimiento de lucha , la CCI considera de entrada los criterios de sexo, de edades, es decir, criterios biológicos y psicológicos, en lugar de considerar criterios que caracterizan el terreno de clase, es decir, esencialmente criterios de organización y de conciencia política…”. ¿Cuál sería desde estas premisas la “prueba” del “abandono del marxismo” por parte de la CCI?. Simplemente el hecho de que escribimos lo siguiente: “…En ´tiempos normales` las mujeres proletarias, por el hecho de que sufren una presión aún más asfixiante que los proletarios hombres están, en general, menos implicadas en los movimientos sociales. Sólo en los momentos en los que los conflictos sociales alcanzan una gran profundidad, las capas más oprimidas del proletariado, sobre todo las obreras, se lanzan al combate y la reflexión de clase. La gran participación de universitarias y estudiantes de instituto en el movimiento actual, y el papel de primer orden que han jugado, constituye un índice suplementario no sólo de su naturaleza auténticamente proletaria, y también de su profundidad….”.
Evidentemente, la FICCI se abstiene de indicar que más de la mitad del citado texto está destinado a establecer sobre la base de “criterios de organización y de conciencia política” (la naturaleza de clase de las reivindicaciones, la solidaridad entre los estudiantes de las diferentes facultades, con los jóvenes de los institutos, con los asalariados, con los trabajadores de otras generaciones, su gran vitalidad, la apertura y la enorme calidad de la organización de las asambleas, la capacidad de evitar caer en toda una serie de trampas que ha tendido el Gobierno,….) el carácter de clase del movimiento contra el CPE, así como su profundidad. La cuestión de la amplitud de la participación de los estudiantes de los institutos esta señalada al final del texto como un INDICE SUPLEMENTARIO (lo queremos subrayar de nuevo aquí) de esta realidad. Sabemos de antemano que esto no preocupa en absoluto a la FICCI que ha decidido hacer de esto último nuestro “principal argumento”.
Una vez que han”preparado” de este modo al lector que no ha leído detenidamente el conjunto de nuestro documento, pasan a la etapa siguiente. Nos sirve unos pasajes llenos de omisiones sobre lo que realmente hemos escrito, acompañados de unos comentarios que pretenden hacer decir a nuestros textos aquello que no dicen:
“…¿ Como se posiciona la CCI actual en el momento en el que el Estado burgués envía masivamente a sus cuerpos de represión (CRS) y sus fuerzas antidisturbios contra los estudiantes en lucha en la primavera de 2.006, en el momento en el que estas hordas policiales han cargado y entrampado a los obreros y estudiantes, han atacado a los más aislados a golpes de porra, enviando a muchos de ellos al hospital, mientras otros tantos han sido puestos a disposición judicial ?. Pues bien, la CCI ha apoyado… las manifestaciones de “solidaridad con los CRS heridos” y ha saludado a todos aquellos que ´reconocen que los hijos de los CRS están también mal pagados y afectados igualmente por los ataques del Gobierno`, ha avalado, como una prueba de ´madurez y conciencia`(hecho que en el mejor de los casos no es más que prueba de una enorme ingenuidad) a estos jóvenes estudiantes que, según expresión de la CCI, ´saben que tras los cascos y las porras, estos hombres armados hasta los dientes (las fuerzas antidisturbios de los CRS¡¡) son también seres humanos, padres de familia..”. En otros términos, los brazos armados de la represión burguesa son ello mismos ´oprimidos` y ´explotados` que habría que comprender y defender. ¿Desde este punto de vista, los intereses de estos sectores no son los mismos que los del proletariado?...
Que este discurso falso y mistificador este disimulado, en cierto sentido, por algunas frases genéricas destinadas a disimular una denuncia ´radical` del Estado burgués y su represión, no cambia en nada la posición central del documento: lo que da a entender la CCI actual con su intervención se encuentra en las antípodas de lo que siempre ha defendido la CCI en continuidad de la tradición del movimiento obrero…”
Con este tipo de maniobra, la FICCI se propone plantear la cuestión de “…¿ cual ha sido, en circunstancias similares, la verdadera posición defendida por nuestra organización?...”.
En este sentido, tenemos derecho a retomar largos extractos de artículos publicados en el pasado por la CCI en los que hemos expresado nuestras posiciones sobre la represión y sobre la violencia de clase del proletariado contra la burguesía. Sin embargo es evidente que esto no preocupa en absoluto a la FICCI puesto que la “preparación” preliminar que hace de esta cuestión, no pretende ser ni objetiva, ni rigurosa, tan sólo pretende abonar la idea de que actualmente hemos abandonado nuestras posiciones clásicas para hacer el juego a la represión del Estado capitalista.
No es la primera vez que la FICCI nos acusa de hacer el juego a la represión a propósito del movimiento de la primavera de 2.006 en Francia. Ya lo hizo en su texto “ Manifestaciones y huelgas en Francia: la nueva CCI afirma su solidaridad con los CRS y la policía antidisturbios”, publicado en su boletín nº 35. Ante esta perversa acusación hemos respondido ya en nuestra página Web con el artículo “ La pretendida ´solidaridad de la CCI con los CRS`: como la FICCI intenta ocultar sus comportamientos policiales”. Remitimos a nuestros lectores a este artículo que rebate con particular precisión las acusaciones de la FICCI subrayando las falsificaciones tanto de lo que realmente hemos escrito sobre las posiciones clásicas del movimiento obrero (en particular a partir de las experiencias de la revolución rusa de 1.905) como, de la cuestión de la forma en la que el proletariado debe hacer frente a las fuerzas de represión. Evidentemente, el largo articulo de la FICCI sobre la primavera de 2.006 en Francia, publicado en su Boletín nº 37, no hace la menor referencia al citado artículo de la CCI.
Lo reafirmamos una vez más, la CCI no ha traicionado sus principios, ni sobre la cuestión de la violencia de clase, ni sobre el internacionalismo, ni sobre ninguna otra cuestión. Un estudio serio de nuestros documentos lo confirma. La verdadera traición a los principios comunistas, la protagonizan los miembros de la FICCI: la mentira, la calumnia, el robo, el chantaje, la delación nunca han formado parte de los métodos de las organizaciones proletarias, sino que siempre han pertenecido los métodos de las clases explotadoras.
Actualmente, cuando en diferentes partes del mundo se confirma la aparición de elementos o de reagrupamientos que se aproximan a las posiciones de la Izquierda Comunista o se reivindican de ellas, las calumnias y mentiras de la FICCI contra la CCI no tienen más sentido que desarrollar una desconfianza hacia nuestra organización. Y, como la FICCI constata la ineficacia de sus acciones en este sentido, es cada vez más incapaz de contener su rabia contra nuestra organización[2] : no es ninguna casualidad que haya reaccionado inmediatamente a la publicación de la Declaración Internacionalista adoptada a finales de Octubre en Corea. Pero, por muy ineficaz que sean sus sucias acciones, lanzando el descrédito sobre las posiciones de la Izquierda Comunista, su labor solo sirve a los intereses de la burguesía.
CCI ( 7 de Noviembre de 2.006)
[1] Evidentemente no calificamos a la ligera y de forma gratuita así a estos elementos. En muchos textos publicados por nuestra organización (tanto de forma impresa como en nuestra Web) hemos dado numerosos ejemplos de la naturaleza de las acciones que han realizado estos antiguos miembros de nuestra organización que fueron excluidos por el XV Congreso Internacional de la CCI realizado en 2.003. En particular nos referimos a los textos siguientes: “ XV Congreso de la CCI. Reforzar a la organización ante las exigencias del periodo histórico”, en la Revista Internacional nº 114. “Los métodos policiales de la FICCI” y “Defensa de la organización: Amenazas de muerte contra militantes de la CCI” (ver nuestra Web, apartado CCI Online).
[2] La FICCI esta cada vez más rabiosa puesto que cosecha fracaso tras fracaso en su empresa de trabajo común con el BIPR que esta presenta, sin embargo, como el único polo de reagrupamiento posible para la construcción del futuro partido del proletariado (tras la pretendida “degeneración” de la CCI). Este hecho lo podemos constatar, de nuevo, al leer el Boletín nº 37 en el que la FICCI se queja de que una carta que ha enviado recientemente al BIPR constituye “ ..un no recibo, la conclusión definitiva de una discusión en la que numerosos puntos estaban ( y están) en curso de elaboración y clarificación”. Se puede comprender la amargura de la FICCI que no ha cesado en estos últimos años de dorar el blasón del BIPR, mientras que este, ni siquiera ha considerado oportuno en ningún momento el colocar la dirección de la página Web de la FICCI en los enlaces de la página de su organización.