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Estrategia ideológica de la burguesía. Inocularnos el veneno de sacrificarnos en nombre de una falsa solidaridad que sólo a ella beneficia. Sembrar cizaña. Someternos a las exigencias del capital como algo inevitable. Cambio de argumentario y derrota. Este otoño. Nuestra estrategia. Eslóganes
Me he atrevido, pasados ocho años, a echarle un vistazo al libro “Tiempos de horror. Amok, violencia, guerra” de Wolfgang Sofsky (Siglo XXI, 2004). Me ha bastado con leer dos páginas (101 y 102) y he vuelto a dejarlo, no estaba para tristezas. Pero han sido muy provechosas, porque como en un flash, he reconocido la metáfora del programa oculto del PP, y de la estrategia de la burguesía europea, con la vista puesta en 2020 y su década. Aquí me dedicaré a un aspecto no por elemental menos importante dado su valor propagandístico para la burguesía, pues afecta a mucha gente sobre todo con bajos conocimientos y conciencia de clase; un veneno que nos inoculan, con el cual nos confunden y paralizan, para devorarnos más fácilmente. Es importante sacar a la luz no sólo las contradicciones y mentiras del gobierno, el “donde dije digo, digo Diego”, sino su argumentario y cómo afecta a la psicología y conciencia de los sectores populares. El argumentario de la burguesía se desplaza, entiendo, desde aceptar el sacrificio por “solidaridad” porque eres un “privilegiado”, a la siembra de sospecha de fraude y abuso para dejar tirada a la gente, al sometimiento a una realidad inamovible que nos obliga a aceptar (y hacer ellos) lo que “no nos gusta”. Este argumentario, aunque puede coincidir en el tiempo, se da en diferentes dosis porque responde a diferentes estadios de conciencia y capacidad de resistencia en los receptores, incluida la derrota. La evolución del argumentario de la burguesía también es un indicio de la correlación de fuerzas, de sus dificultades y avances para derrotarnos, y por eso debemos prestarle mucha atención, pues nos aproximamos a un momento crítico, que empezará a revelarse en este otoño, más con el próximo “rescate” al Estado.
Frente a este argumentario, además de contrarrestarlo en concreto, debemos desvelar a los ojos de todos cuál es la estrategia de la burguesía, el programa oculto que comparten todos, sus planes a medio y largo plazo, para lo que resta de esta década y a partir de 2020, que pasa por derrotarnos antes de 2020 para imponer el régimen social implícito en el Tratado de Estabilidad de la U.E. ante todo. Que yo sepa, no se está haciendo y sin embargo es fundamental para no caer en la miopía del cortoplacismo, en los análisis en los que los árboles nos impiden ver el bosque. Que los trabajadores/as descubran las verdaderas intenciones del capital a medio y largo plazo, manifiestas en sus pactos, tratados y leyes, hará que rechacen con más facilidad las mentiras que hoy quieren colarnos sobre la “salida de la crisis” y el futuro que nos espera bajo su dominio en los próximos lustros. Tenemos aquí un recurso formidable para resistir, debilitar, agotar su estrategia para derrotarnos y lanzar la contraofensiva, y no debemos seguir desaprovechándolo. También mostraré cómo aprovechar mucho mejor la denuncia del fraude fiscal.
Los eslóganes del final del texto sirven de contraargumentario a su propaganda, y estrategia a largo plazo. Unas tareas que, no por ser alguna muy elemental, debe ser descuidada o aumentará la distancia entre los sectores más avanzados y los más retrasados e intimidados, lo que perjudicará nuestra resistencia ahora y la contraofensiva que deberá contar con importantes reservas dispuestas a luchar también. Pido a quienes conocéis mejor las entrañas de las (malas) artes de la comunicación, a estar vigilantes y a profundizar en esta línea de investigación y, sobre todo, de respuesta.
No perdamos ni por un momento de vista que la política y propaganda de los gobiernos del PP, CiU y también PSOE (aunque en menor medida), son parte de la estrategia del conjunto de la burguesía europea. La contrarreforma de las jubilaciones y contrarreforma laboral son aconsejadas por el Pacto por el Euro y aprobada por la Unión Europea (Olli Rehn, Comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, contestando “Eso sería fantástico, ok, ok” al parte del ministro de Guindos “Mañana aprobamos la reforma del mercado laboral, vas a ver que será extremadamente agresiva”); los recortes responden a los objetivos del déficit del 3% del Pacto de Estabilidad, del déficit del 0% y deuda máximo del 60% a partir de 2020 de la Ley de Estabilidad, a la prioridad absoluta al pago de la deuda introducida con la traicionera reforma del artículo 135 de la Constitución, hijas del Tratado de Estabilidad de la U.E., y al papel del Banco Central Europeo encareciendo nuestra deuda pública; las verdaderas tijeras, hachas y látigos con las que luego se concretan las mil y un agresiones. Cuestiones que trato con más profundidad en mis textos, todos en Kaosenlared. [Para ver bien el cartel de la imagen: clic sobre ella. Situarse encima, ratón derecho: “Abrir imagen en nueva pestaña” o “Ver imagen” o Copiar o Guardar]
1.- La “marcha de la muerte” del capital. Agitar la “solidaridad” para destruir la verdadera solidaridad. Cuando no haga falta, solo “hacemos lo que hay que hacer”. La señal de la derrota. Un momento crítico. Este otoño
Analiza Sofsky la naturaleza de las “marchas de la muerte”, como, supongo, las de los prisioneros de los nazis y también de los japoneses, que resumo y añado de mi parte: Como la velocidad de la marcha, agota las fuerzas ya escasas, al principio, los prisioneros, para resistirse y por solidaridad con los más débiles, pueden colectivamente intentar reducirla. Pero la presión de los guardias armados (con sus perros mata-hombres, látigos, armas de fuego), sobre los últimos de la columna y los rezagados, víctimas de sus ataques y asesinatos, acelera la marcha. Para evitar quedar atrás, todos intentan adelantar puestos, con lo cual, imprimen más velocidad a la columna, lo que expone a los más débiles a quedar a la cola, a rezagarse, a caer, y a la muerte. Quienes van en cabeza también acabarán flaqueando. Los lazos de camaradería más fuertes se van rompiendo. Cualquier intento de ayudar a un compañero, de sostenerle, detenerse para asistirle, rezagarse por él, significa también la muerte del solidario. Los guardianes cometen asesinatos aleatorios, sólo para transmitir que nadie debe sentirse seguro, que están totalmente a su merced. Cada uno debe pensar sólo en sí mismo, lo que facilita la tarea de los guardianes y la finalidad de la marcha. Según se reducen las esperanzas de vida a pesar del sobreesfuerzo, se impone la desmoralización, la apatía, la indiferencia por la suerte de cualquier otro. Los guardianes se regodean en el sufrimiento y en su poder absoluto. Finalmente, gran parte de la columna ha sido eliminada y los supervivientes están totalmente derrotados, sometidos, reducidos al instinto de supervivencia de un animal indefenso, entregando sus últimas fuerzas al trabajo esclavo.
A diferencia del trato dado a una columna de presos que están ya derrotados, como todavía no lo han conseguido con nosotros, la burguesía no puede atacar directamente las relaciones de solidaridad. Se sirve de un falso discurso solidario para socavar la solidaridad verdadera. En vez de exigir la solidaridad de la burguesía con el resto de la población, lo que siendo consecuentes y llevándolo hasta el final, sólo podría suponer la supresión de esa relación de explotación, eliminar a la burguesía en cuanto que clase (no a las personas), reclama la “solidaridad” para aceptar injustos sacrificios y garantizar los beneficios. El que ya ha sido robado, en vez de reclamar que se lo devuelvan, debe permitir que se le robe más, supuestamente para ayudar a otro asaltado, pero en realidad, para facilitar la transferencia de más bienes a los ladrones.
Por “solidaridad”, los trabajadores/as que todavía tengamos trabajo, debiéramos aceptar sacrificios, para poder ayudar a los más expuestos, pues seríamos unos privilegiados (la burguesía no, porque según ellos, tampoco lo es, se lo ha ganado todo justamente y debemos sentirnos agradecidos porque su misión en la vida es crear empleo, aunque sea destruyéndolo). Cuando a los funcionarios se les elimina una paga extra, se les culpabiliza, porque otros están en paro, necesitan ayuda, y ellos tienen trabajo “seguro”. A los parados que cobran prestación por desempleo, de algún modo se les recorta, para que los nuevos parados también puedan tenerlo, pero en realidad para pagar a la banca la deuda a un alto interés o para rescatarla. Los que viven en casa de sus padres, acabarían por tener menos derecho a subsidio, porque para eso cuenta con el “colchón familiar” y hay que dar preferencia a quienes tienen una familia que mantener, aunque tampoco se les garantice a estos un derecho mínimo e indefinido. Aceptar el retraso de la edad de jubilación y una reducción de las pensiones, para que los que nos siguen también la disfruten, dicen, sabiendo que para ellos puede que ya la hayan suprimido o por muchos años trabajados no tengan derecho. Como “los de aquí” somos los primeros, habría que cicatear la asistencia sanitaria a los inmigrantes “sin papeles”, pero los nacionales de cualquier forma también sufrimos duros recortes y el gobierno programa el desmantelamiento de la sanidad pública para que la privada haga más negocio y nosotros sólo podamos acceder si podemos pagar más, lo que de hecho es un abaratamiento de nuestra fuerza de trabajo. Como no sirven para trabajar, reducir los recursos a la dependencia, a la vez que por “respeto a la vida”, “solidaridad con los disminuidos”, se plantea limitar el derecho al aborto por malformaciones del feto, aumentando las personas dependientes, y recortando el derecho de las mujeres a controlar nuestro cuerpo y reproducción. Como los jubilados gastan mucho en medicinas y tampoco volverán a trabajar, para no ser unos “aprovechados derrochadores”, deberían costearlas directamente en parte, aunque vengan cotizando toda la vida y apenas hayan necesitado de la asistencia sanitaria hasta ahora, porque buen ciudadano sería para ello aquél trabajador/a que paga impuestos por unos servicios que no utilizará, para que se puedan hacer transferencias de recursos a otros fines más convenientes a la burguesía que en tanto practica el fraude fiscal. La brutal subida del IVA se justificaría para podernos garantizar la sanidad, educación, etc., que con la misma subida recortan y que a pesar de todo seguirán recortando, a la vez que evitan la presión fiscal al gran capital. Los trabajadores/as griegos, irlandeses, portugueses, españoles, italianos…, a pesar de enfrentarnos básicamente a los mismos problemas y agresores (pactos, tratados, la troika de la UE), luchemos aislados como buenos nacionales, comprometidos con “nuestra” economía “nacional” (o sea, la burguesía doméstica y europea, como la banca alemana acreedora), sin contaminarnos con extranjeros, para ser más fácilmente vencidos. Los trabajadores/as griegos no tendrían, según la burguesía, nada en común con los alemanes del recortado “Estado de bienestar” y de los mini-jobs (400 euros), porque son alemanes como la “nazi” Merkel que les gobierna por su elección. Enfrentémonos también a través de la “competitividad” de las empresas, a costa de aceptar y presionar al abaratamiento mutuo. Los trabajadores/as griegos, después de haber sido exprimidos por su propia burguesía y la del resto de la Unión Europea (alemanes y franceses sobre todo), pueden ser arrojados fuera de la zona euro para que terminen de hundirse en la miseria, y así “no poner más en riesgo a todos perjudicando el euro”. Y así, una lista que sería interminable.
A la vez que quieren manipular contra nosotros la solidaridad a fin de preservar sus beneficios, siembran cizaña para dividirnos más. Previamente a los ataques contra los funcionarios, hacen una campaña para presentarlos como poco laboriosos y privilegiados, aunque el funcionario corriente es un mileurista. Siembran maliciosamente y agigantan la sospecha del pequeño fraude entre los parados y el abuso de medicamentos entre los jubilados, o dejan caer la especie de que las tarjetas sanitarias que no se anulan tras el fallecimiento del titular sean objeto de fraude (los hijos o cónyuge viudo recibirían los medicamentos que el médico receta al titular y luego los venderían, idiotez de la que por supuesto no aportan ninguna cifra, siquiera sobre la utilización de las tarjetas posteriormente al fallecimiento, y como si aquí cupiese un gran fraude a la Seguridad Social que justifica recortes). En tanto, no persiguen como debieran el verdadero y gigantesco fraude fiscal que de las grandes empresas solo, ascendería, tirando por lo bajo, en torno a unos 50.000 millones de euros al año, y para colmo, otorgan amnistías fiscales a los defraudadores. Es todo un modo de desviar la atención sobre el fraude que de verdad hace daño a las arcas del Estado (el de la burguesía), y de sembrar cizaña para romper nuestra solidaridad, enfrentarnos entre nosotros, facilitar las medidas de recortes a funcionarios, parados y jubilados, en nombre de las necesidades de la “economía nacional” que no es otra que la del capital, la explotación del trabajo asalariado y dejarnos cada vez más desamparados.
Otra línea argumental del gobierno del PP (siguiendo los criterios del Plan de Estabilidad y del Tratado de Estabilidad de la U.E., y para avanzar hacia los objetivos de la Ley de Estabilidad española a partir de 2020), es la de que debemos reducir el déficit hasta eliminarlo y rebajar la deuda pública, y que por tanto no podemos gastar más de lo que tenemos. Esta es la excusa para los recortes en los gastos sociales. Pero terminan aumentando los ingresos fiscales, no para mejorar los servicios sociales, sino para reducir el déficit y pagar la deuda, solo que subiendo los impuestos a la clase trabajadora y sectores populares, pero no acabando con el fraude fiscal de la burguesía que, al menos por su volumen, podría evitar todo eso, como veremos un poco más adelante.
La solidaridad, la “lucha contra el fraude” y “contra los privilegios”, que lleva adelante la burguesía y sus gobiernos es ante todo: unirse como una piña contra nosotros, llamar solidaridad a sacrificarnos por sus intereses, sembrar la cizaña y la insolidaridad entre los trabajadores activos, parados, jubilados, dependientes e inmigrantes “sin papeles”, atacar los derechos adquiridos de los trabajadores/as como si fuesen privilegios inmerecidos y sujetos a la conveniente revisión de la burguesía (“los mercados”), abaratarnos como trabajadores/as asalariado y perceptores de los servicios sociales, y no perseguir debidamente y amnistiar el fraude fiscal de la burguesía y proteger sus privilegios de clase, los beneficios del capital.
A nivel más general, nos dicen que para salir de la crisis debemos “arrimar el hombro”, “remar juntos en la misma dirección” es decir, al ritmo y con la ruta que nos marca la burguesía; llamadas a “asumir sacrificios para salir todos adelante”, a “no crear más dificultades a la economía haciendo huelgas”, incluso, “no afectar a la prima de riesgo, infundiendo desconfianza en los mercados, al perjudicar la imagen de España” por hacer huelgas, manifestaciones, etc. Es decir, que la responsabilidad por el agravamiento de la crisis la echan sobre nuestras espaldas, por resistirnos a sus agresiones, por no poner buena cara.
Según la exigencia de sacrificios en nombre de la “solidaridad” etc., va colando menos porque no se resuelven los problemas y se agravan los de la clase trabajadora, mientras se preservan los beneficios del gran capital y los burgueses siguen cobrando elevadísimos emolumentos, y ni siquiera se acaba con el enorme fraude fiscal de las grandes empresas, entonces recurren al mensaje definitivo de la exigencia de una fuerza superior, por encima de todos, inapelable, como una potencia de la naturaleza o el Olimpo de los dioses, a la que sólo cabe someterse y aplacar su ira en evitación de males mayores. Lo transmiten cuando nos dicen que los sacrificios son imprescindibles no por solidaridad entre todos, salir adelante, etc., sino para “inspirar confianza y calmar a los mercados”, es decir, para que los capitalistas vean atractivo invertir por la tasa de ganancia, las instituciones financieras (a veces las mismas salvadas a nuestra costa) se animen a conceder sus préstamos por ser el Estado solvente, etc. Bajo el eufemismo de “los mercados” encontramos la exigencia del beneficio económico para el capital por encima de todo, pues es el motor de este sistema social. No es a “los mercados” a los que debemos tranquilizar, sino al dios Capital con la seguridad de que seguiremos ofreciéndonos en sacrificio. En último extremo, el capital internacional deberá “rescatar” al país para que el hundimiento de sus bancos y de la deuda de su Estado no arrastre a la quiebra a los bancos acreedores alemanes, etc. que previamente han propiciado el desastre cuando la burbuja inmobiliaria y las ventas de sus productos (automóviles, etc.) en base al endeudamiento les reportaban enormes beneficios. Resultado, los “rescatados” rescatamos al “rescatador”.
Hasta que llegamos al argumento “hacemos lo que hay que hacer aunque no nos guste y vosotros debéis aceptarlo porque no hay otro remedio”, a falta del final “se hace porque lo que manda la autoridad y punto”. Pero ¡atentos! Cuanto menos recurran al discurso de la “solidaridad”, más al de culpabilizar, más a la cizaña, y más todavía al de la inevitabilidad, la fuerza mayor, las fuerzas superiores, la fuerza de la autoridad, la autoridad de la fuerza, significará efectivamente que ya no nos creemos sus mentiras, pero también podría llegar a significar dos cosas muy diferentes: a) que a falta de mejores argumentos deben recurrir cada vez más al “porque las cosas deben ser así”, o b) que ¡tampoco necesiten ya del discurso de la solidaridad, porque nos estén derrotando!
Ahora nos encontramos en un momento crítico: las mentiras se van agotando y deben recurrir a culpabilizarnos y al sometimiento a la “fatalidad”, pero seguimos siendo demasiado débiles, nuestra respuesta está muy lejos de ser la que se merecen las agresiones que sufrimos, por lo que podrían someternos con la sensación de impotencia frente a condiciones y fuerzas que nos desbordan, más con el próximo rescate al Estado y el “aval” de la Europa “democrática”. Estamos en un punto clave en el que empezará a decidirse el curso del proceso. Necesitamos que su argumentario se deba a la causa a) desgastado el truco de la solidaridad no les queda más que el de la fatalidad; y no al b) nos están derrotando y ya no necesitan del truco desgastado. Pues podemos no tragarnos sus mentiras, pero ser impotentes para impedir que nos aplasten. Tengamos en cuenta que la burguesía ante todo quiere vencer, si lo hace convenciendo, tanto mejor para ella, pero no es imprescindible; de ahí, por ejemplo, los golpes de estado militares y las matanzas que los siguen. Porque algunas de sus mentiras se desgasten (como las referentes a la solidaridad), no quiere decir que no puedan derrotarnos.
No debemos llegar a la situación en que para tenernos sometidos bastaría recurrir a una autoridad (sea la económica, los mercados, el gobierno), no a nuestra sensibilidad humana, al compañerismo, la solidaridad. En el peor de los casos supondría la imposición del terror militar; en el menos malo, la sumisión por resignación. Si no se necesita recurrir a la solidaridad, y se consigue dominar, es porque la solidaridad ya no tiene capacidad de rebelión y por tanto no hay que engatusarla, desviarla direccionándola hacia donde a ellos les interesa. El mensaje de la solidaridad puede haberse desgastado y ser inútil, pero tampoco quedaría ya una solidaridad auténtica que suponga un peligro potencial, porque imperaría la resignación y el individualismo.
Hasta ahora nos vienen diciendo “¿Te parece injusto?, fíjate mejor, porque lo verdaderamente injusto es…”. Será “¿te parece injusto? Pues, te jodes”. Mejor para ellos “Ya ni te sublevas porque sea injusto, sólo esperas salir lo mejor posible, sin contar con el apoyo de los demás, de una situación inevitable, debido a una fuerza superior,”. Ellos adoran al capital, nosotros también deberíamos someternos a su dios de todo corazón; seríamos los muslim (musulmanes, los que se someten) del capital. Más cerca del estado mental de los presos de la columna de la marcha de la muerte. A los presos de la columna de la muerte ya no hacía falta contarles milongas para conseguir que avanzaran. No hacía falta manipular su solidaridad, simplemente se la castigaba. A los prisioneros que en los campos de trabajos forzados y exterminio nazis se rendían y hundían, incapaces ya de reaccionar emocionalmente, les llamaban “musulmanes”.
Por eso, el abandono del discurso de la solidaridad y el recurso cada vez mayor al de lo inevitable, el sometimiento a los mercados, etc., es una señal, no sólo de que se agotan las mentiras, sino de que percibiendo también nuestra debilidad, buscan otra forma de aproximarnos a la derrota. Una derrota en la que acabarían rompiendo también nuestra potencial solidaridad para la rebeldía.
Cuanto más inevitable consideremos la situación, cuanto menos creamos que podemos hacer algo para cambiarla, que pueda existir una alternativa a esta sociedad, más fácilmente nos embarcarán en la “marcha de la muerte”.
Y a todos nos presionan para acelerar cada vez más la marcha y aceptar sacrificios, dejar abandonados en la cuneta a más y más personas, de éste u otro sector social, de todas las edades, de este país o de otro, porque lo exige la “competitividad”, y el pago de la deuda. Devaluar, ya que no se puede la moneda (no la tenemos propia), los salarios y gastos sociales del Estado, y para ello aceptar menores salarios, no actualizarlos a la subida del coste de la vida, sino condicionarlos al aumento de la productividad (dar cada vez más trabajo no pagado por actualizar el salario al coste de la vida), la pérdida de poder negociador en las empresas, eliminar a parte de la plantilla, provocar lo mismo en las empresas de la competencia si quieren sobrevivir y que lo consigan porque nos desplazan del mercado; transferir el resultado de nuestro trabajo, en forma de impuestos, al rescate de la banca española para que a su vez pague los intereses y devuelva capital a la banca alemana, francesa, etc., a costa de desmantelar el “Estado de bienestar”, de modo que esa banca alemana socializa sus potenciales pérdidas en España y garantiza sus beneficios. Y en todo esto, aumentar las suspicacias entre los trabajadores/as de unos y otros países, para que cada uno nos pongamos del lado de nuestra burguesía: todos contra los chinos, los alemanes contra los “vagos y manirrotos” del sur, los griegos contra los alemanes que son unos “nazis”, todos contra los inmigrantes negros, turcos, rumanos…, y la burguesía unida venciéndonos, aumentando sus beneficios a costa de nuestros salarios y sacrificios, y ¡partiéndose de risa!
El resultado será la depauperación cada vez mayor, la exclusión social, el aumento del sufrimiento (ansiedad, depresiones, etc.) incluso de los suicidios. La destrucción de la solidaridad, el imperio de la insensibilidad social (el “¡que se jodan!” de Andrea Fabra, del PP), la mezquindad, la imposición de la lucha de todos contra todos y el sálvese quien pueda. La destrucción de la comunidad de los trabajadores/as, de la más básica comunidad social, para que impere sobre todos la depredación de la Mega-Máquina de acumular trabajo no pagado (plusvalía --- beneficio ---- capital) que es el régimen asalariado del trabajo o capitalismo. A cambio, la engañifa de la falsa comunidad del patriotismo de la burguesía, más entregado que nunca a los intereses generales del capital de la zona euro. Y para tapar la farsa, banderas gigantes, y los triunfos de las selecciones deportivas.
El debilitamiento de su mentira “solidaria” debe suponer el reforzamiento de nuestra verdadera solidaridad. No debemos comprometernos con la economía nacional y los mercados, porque eso lleva a nuestra división en el país y en Europa, sometimiento, abaratamiento, empobrecimiento, derrota. Debemos solidarizarnos entre nosotros contra la burguesía, y traspasar las fronteras nacionales para unirnos con los trabajadores/as europeos tanto intervenidos como no, porque sufrimos las mismas agresiones básicas que parten del mismo Pacto por el Euro, del mismo Pacto de Estabilidad, del mismo Tratado de Estabilidad. En lugar de someternos a las exigencias de “los mercados”, a lo que dice la acumulación de beneficios que “hay que hacer aunque nos disguste”, cuestionaremos el beneficio, y el origen de todas estas calamidades, el régimen asalariado del trabajo, raíz del capitalismo. Este es el camino para vencerles a todos, no el 25-S con su trampa de las Cortes Constituyentes burguesas, ni el referéndum de CCOO y UGT, ni una HG descafeinada.
He dicho que vivimos un momento crítico, nos encontramos en una fase clave que puede decidir hacia dónde empieza a inclinarse la balanza, aunque eso no significa que lo haga de modo irreversible, si en un sentido ni en otro. Y ese momento es ahora, este otoño, tras tantas agresiones y un nuevo rescate, que exigen una respuesta contundente, pero en la dirección correcta.
2.- El caso del fraude fiscal, sorprendentemente desaprovechado. Cómo usarlo para contrarrestar su argumentario, pero sin desviarnos de la tarea principal
La cifra de 50.000 millones de euros es una estimación moderada tirando hacia abajo entre las más elevadas y las más bajas (la inferior serían 42.711 millones, una probable 64.000 millones, otras estimaciones que extrapolando el porcentaje correspondiente a las grandes empresas dispararían la cifra por encima de los cien mil), pues aunque existen estudios de inspectores de Hacienda, de sus sindicatos, y de economistas, no hay una cifra oficial, porque no se ponen los medios para ello. Para hacernos una idea de lo que suponen esos moderados 50.000 millones de euros al año de fraude fiscal de las grandes empresas hagamos unas comparaciones bien sencillas. El PIB de España en 2011 fue de 1.073.383 millones de euros. Se estima que este año puede bajar entre un 1,5% y un 2%, dejémoslo en lo primero, es decir, a 917.742 millones de euros. Se busca que el déficit público sea del 6,3% del PIB, es decir 57.817 millones, en torno ¡al fraude fiscal! El “ajuste presupuestario” para 2013 y 2014 suma 60.000 millones de euros, que se traducirá en enormes recortes en sanidad, educación, dependencia, subsidios, etc. Es también 60.000 millones más o menos la cantidad prevista que se pedirá para el rescate a la banca que aumentará el déficit y la deuda del Estado, recayendo en gran parte sobre nuestros impuestos. Con 50.000 millones se podría pagar a 5 millones de parados 10.000 euros al año, dividido entre doce pagas, a 833 euros cada una. El déficit de las comunidades autónomas, que son precisamente las encargadas de los gastos de sanidad y educación, es de 85.000 millones de euros. Claro que con el fraude de un año no se podría costear todo esto, pero recordemos que llevamos “toda la vida” con un enorme fraude fiscal protagonizado por la burguesía y sobre todo por el gran capital (en torno al 70% del total). Por eso se puede decir con absoluta seguridad, que el déficit del Estado, y por tanto la deuda que el Estado debe emitir para compensar ese déficit, pagando un alto interés por ella, está provocada, no por los gastos sociales, sino directamente por el fraude del gran capital sobre todo, y vuelve a recaer sobre nuestras espaldas mientras a la burguesía se le ofrece la amnistía fiscal para que aflore algo de ese dinero, en tanto a los parados, etc., se le recorta por todos lados y afilan los requisitos y medidas de control, sanciones, suspensión del subsidio, etc. El gran capital sobre todo, elude pagar incluso los impuestos que le corresponden, obligando así al Estado a pedir prestado a la banca y otros inversores que hacen su negocio a costa de los intereses que con nuestros impuestos sobre todo se le pagan. Los grandes que cometen fraude y las grandes empresas con importantes paquetes de acciones en la banca, vía dividendos, sacan también este beneficio indirecto de su fraude fiscal. El gran capital es un gran defraudador fiscal a pesar de disfrutar de un régimen impositivo mucho más benévolo para sus intereses que el de otros países del primer mundo; un sistema fiscal que carga casi todo su peso sobre la clase trabajadora y sectores no explotadores de la población. De equipararnos a otros países, lo que debería ingresarse sería mucho mayor, y si no existiese el fraude fiscal a esta escala, no cabría hablar ni de déficit, sino de superávit o de muchos más gastos sociales perfectamente financiados, pero esto, claro está, contraviene la estrategia que frente a la crisis sigue la burguesía: reducir los gastos directos (salario, cotizaciones), indirectos y diferidos (sanidad, educación, subsidios, pensiones…) que le supone el mantenimiento de la clase trabajadora, y preservarse por los medios que sea, incluido el fraude fiscal, la mayor parte del beneficio (trabajo no pagado).
Pero es mucho más cómodo, y agradecido por la burguesía, aumentar la recaudación subiendo el impuesto sobre la renta (IRPF) a los trabajadores/as que estamos perfectamente controlados por la nómina (no como las declaraciones de la renta de burgueses que parecen unos pobres de solemnidad), y a todo lo que consumimos (el IVA, el método más injusto por recaer principalmente sobre la población trabajadora), pero no a los productos de lujo (automóviles de alta gama, etc.) que no han disminuido sus ventas. O recortar el sueldo y quitar una paga extra a los funcionarios y empleados públicos. Es tan escandaloso el tema que por eso mismo procuran que se hable lo menos posible en los medios de comunicación (controlados por el gobierno o directamente por el capital, financiados por su publicidad…) y se compare menos aun. Y para colmo, a fin de desviar nuevamente la atención sobre los principales causantes (el 70%) del monumental fraude fiscal, insisten en ¡el fraude del fontanero con la trampita de “señora ¿con IVA o sin IVA?”!, cuando han subido al 21% ¡por supuesto sin IVA, que debemos llegar a fin de mes!
Si hay tan pocos inspectores de Hacienda dedicados a la persecución del fraude fiscal a gran escala y si no es para perseguir como se debe el fraude fiscal ¿por qué tenemos en comparación con otros países del primer mundo un gasto tan elevado en policías, y más número de policías por habitantes? ¿Para proteger a la burguesía, o sea, a los defraudadores reales o potenciales, y sus privilegios de clase? ¡Qué mal pensada!
Con esta denuncia del fraude fiscal no pretendo crear la ilusión de que la solución vendrá de superarlo y que debamos centrarnos en esa batalla. El fraude fiscal es la vía por la que la burguesía consigue retener para sí una parte de los beneficios extraídos gracias al trabajo no pagado (plusvalía) a los que, como con el salario, no están dispuestos a renunciar en esta situación de crisis. Lo que está en el fondo por tanto es la cuestión de la plusvalía, no de la “responsabilidad ciudadana o empresarial”. Forma parte de su estrategia: el mantenimiento del aparato burocrático y represivo del Estado burgués sobre las espaldas de los trabajadores/as a la vez que se desmantelando del “Estado de bienestar” de modo se contribuimos más y directamente al mantenimiento de los “gastos políticos” del capital, reducimos nuestro coste social, y el trabajo no pagado (plusvalía ---- beneficio) se lo quedan en lugar de contribuir a su Estado y a transferencias a los trabajadores/as mediante los gastos sociales. El fraude fiscal es para ellos algo que deben mantener porque de lo contrario perderían parte de las ventajas obtenidas gracias a la reforma laboral, los recortes con la excusa de la reducción del déficit.
Para hacer fracasar la estrategia de la burguesía española-europea para derrotarnos para antes de 2020, y establecer un modelo de Unión Europea exactamente a su medida, debemos evitar el aislamiento nacional al que nos llevaría obcecarnos en la reforma fiscal. Teniendo en cuenta su ofensiva de guerra relámpago, debemos centrar nuestra defensa y contraataque por otro lado mucho más efectivo para acabar con sus armas de abaratamiento y empobrecimiento masivo (Tratado de Estabilidad, y su versión española, la Ley de Estabilidad…), darles bajo la línea de flotación, y reunir las fuerzas necesarias que sólo pueden provenir de la unidad de los trabajadores/as europeos, la cual se puede lograr con una gran campaña desde cada una de nuestras luchas contra nuestro agresor común, el Tratado de Estabilidad, eje central de la estrategia de la burguesía para antes y después de 2020. El valor de sacar a la luz el fraude fiscal es ante todo para contrarrestar el argumentario venenoso de la burguesía, evitar que aturdan a los sectores más confusos de la población trabajadora.
3.- La crisis de las estafas, la estafa de la crisis, y la madre de todas las estafas y crisis
La burguesía es capaz de reconocer que, por ejemplo, en el caso de las participaciones preferentes de la banca, o de la salida a bolsa de Bankia, se ha estafado a los ahorradores abusando de su ignorancia. La pequeña burguesía insiste en que la misma crisis, con todos sus chanchullos y transferencias de recursos hacia la banca, su origen en la burbuja inmobiliaria, que hagan pagar “justos por pecadores”, es una gran estafa. Pero ninguno de estos, porque debe defender sus intereses o porque espera convertirse en “emprendedor” y tener sus propios asalariados o falsos autónomos, quiere destapar que la misma base de esta sociedad es una estafa: el beneficio, cuyo origen es siempre la parte invisible del trabajo que no se paga bajo el régimen asalariado, por muy avanzadas, “democráticas” y “justas” que sean las relaciones laborales; y que ese proceso de explotación, de extracción de plusvalía (trabajo no pagado) y realización de la misma (venta del producto o servicio), para su posterior acumulación (inversión) o disfrute del burgués (consumo personal), es intrínseco, consubstancial, inseparable del capitalismo, motor de sus contradicciones, de sus crisis y de su decadencia histórica inevitable, que es en la que nos hallamos en la actualidad. Ésta y no otra es la raíz oculta de los fenómenos superficiales de la crisis, de la corrupción y privilegios, que sí somos capaces de reconocer con más o menos facilidad, pero que si nos quedamos ahí, no podremos superar nunca del todo porque no arrancamos la raíz.
Este contraargumentario debemos ser capaces de desarrollarlo, en forma de teoría, de ejemplos y también de eslóganes que hagan surgir interrogantes e inviten a la investigación.
4- Derrotarnos antes de 2020 para imponer también el Tratado de Estabilidad, en su versión española, Ley de Estabilidad y así abaratarnos y empobrecernos como mínimo hasta la crisis de la década de los 30 impulsada por la carestía de la energía
El peligro que acecha a los trabajadores/as es mucho mayor del que por lo general creemos. Existe una estrategia de la burguesía española y europea, vía Pacto por el Euro, Pacto y Tratado de Estabilidad, contrarreforma laboral, art. 135 de la Constitución, y Ley de Estabilidad, que exige abaratarnos al máximo reduciendo los costes directos (salarios, cotizaciones de la empresa a la Seguridad Social) indirectos y diferidos (sanidad, educación, dependencia, subsidios desempleo, pensiones de jubilación…) de la clase trabajadora; y para lograrlo, derrotarnos para antes de 2020 (a poder ser antes de 2016, fin gobierno PP). No es una política española para unos pocos años “hasta salir de la crisis”, sino para toda Europa y cuando menos hasta la crisis de la década de los 30. Toda una era de pobreza, miseria y opresión. Pues si la “competitividad” sacrifica los salarios, las condiciones de trabajo y el empleo, el pago y reducción de la deuda (objetivo del déficit 0% y la deuda al 60% del PIB) exige sacrificar hasta la agonía los gastos sociales (sanidad, educación, subsidios, pensiones, etc.) y no tomar las medidas necesarias para limitar al máximo el Cambio Climático. No es cosa sólo del PP. PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN han ratificado el Tratado de Estabilidad de Europa. Este es el verdadero Programa Oculto, que puede ser todavía más siniestro. La Europa “democrática y social” está empujando a los trabajadores/as griegos a una semana laboral de 6 días con jornadas interminables.
Para facilitar esta tarea debemos servirnos de un “marco de sentido” para que los trabajadores/as encajen ahí las diversas agresiones de la burguesía y tengan una perspectiva de futuro. Un marco que se puede expresar así: “2020, déficit 0%, ricos + ricos, trabajadores ko, Cambio Climático 10”. Esto es incomparablemente superior a la tontería populista de CCOO y UGT “Quieren arruinar el país” que en su interclasismo y pro-economía nacional, no explica nada, ni en el tiempo, ni las consecuencias, ni el carácter de clase de las agresiones. El marco de sentido es “Para abaratarnos, quieren derrotarnos. Peor en el trabajo y los gastos sociales, para abajo”. Y en términos positivos, lo que expreso en la cancioncilla (al modo de “María Cristina me quiere gobernar”) “¡Para los 20 nos quieren derrotar, / los trabajadores enseñamos los dientes, / despediremos al Gobierno saliente, / al capital haremos recular!”
A profundizar en esta cuestión estoy dedicando varios textos, todos seleccionados en Kaosenlared, y uno expresamente a la cuestión del “marco”, a los que remito al lector/a.
5.- Una Europa cada vez menos democrática y más violenta. El ejército en Alemania. No sirve de nada intentar escapar. Frente al desmantelamiento del “Estado de bienestar” y otros males mayores, unidad de los trabajadores europeos. Imagina una HG contra la Ley y el Tratado de estabilidad, su impacto en la eurozona.
La lucha de clases tiene muchos rostros y el más feroz no está sólo en el pasado, como el golpe militar de Pinochet al gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile (11 septiembre 1973, eclipsado interesadamente por el montaje del 11-S de New York), y su dictadura terrorista. El 16/08/2012, la policía democrática sudafricana (ya no existe el Apartheid, también manda la nueva burguesía negra del CNA y de los sindicatos) ha matado a 34 y herido a 80 trabajadores al disparar contra una manifestación de miles de huelguistas contra la empresa británica minera Lonmin, extractora de platino, que considera la huelga ilegal, y llama a la represión. Esto no es un coletazo del pasado, sino un aviso para el futuro, dadas las necesidades de obtención de ganancia del capitalismo mundial en una crisis que se irá profundizando y que llegará a su paroxismo cuando con el pico o cénit del petróleo en la década de los 30 lleguemos a la Mega-Crisis. Que sea una empresa británica, la tercera mayor del mundo dedicada al platino, nos muestra cómo la civilizada y democrática burguesía europea, en cuanto puede, se comporta como la más explotadora de los trabajadores/as del Tercer Mundo, propiciando situaciones extremas de pobreza y de represión junto con la burguesía local blanca y negra.
Pero en el continente europeo también pintan bastos. En Alemania, el 17/08/2012, el Tribunal Constitucional, por la puerta de atrás, ha modificado de hecho la Constitución al autorizar la intervención del Ejército en el país en caso de “situación excepcional de naturaleza catastrófica” que excede los desastres naturales ya previstos, dejando la interpretación de tan genérica situación al criterio del Gobierno federal. El SPD y los Verdes lo aprueban. Nosotros ya sabemos de qué va cuando recordamos por ejemplo, el 11 de Septiembre de 1973 en Chile.
Alemania tiene prisa porque se firme un nuevo tratado de la U.E., de unión política y fiscal, que dará la llave de la caja (los presupuestos) a una autoridad nada democrática y bajo el peso sobre todo, de Alemania, que sancionaría a los estados que no cumpliesen con los objetivos de déficit y deuda, es decir, con el programa de abaratamiento a base de hachazos salariales y en los gastos sociales.
Que el PSOE y el PP a nuestras espaldas modificasen el artículo 135 de la Constitución para dar prioridad absoluta al pago de la deuda (agosto-septiembre 2011); que el PP gobierne con un programa oculto y a través de decretos-leyes como si fuera lo más habitual del mundo, todo ello bajo las indicaciones de la Unión Europea y especialmente de Alemania; que en la U.E se hayan integrado países del Este en los que la derecha y extrema derecha tienen una influencia creciente; son síntomas de la deriva cada vez más autoritaria de Europa, que ya no es las “viejas democracias” previas a la caída del bloque del Este (España y Portugal eran nuevas democracias, y Grecia, había sufrido unos años de dictadura de los coroneles).
Todo va en la línea de la derrota del proletariado, menos democracia real y formal, mayor represión. Tampoco traerán la “paz”, sino más riesgos de violencia y guerra que vendrán de la mano de la Mega-Crisis de la década de los 30, a raíz del encarecimiento energético. Si la U.E. se desintegrase, podría haber guerra incluso entre países europeos. Si se mantuviese la U.E., desde Europa se podría tomar la iniciativa para guerras en otras partes del mundo por recursos escasos, como el petróleo y el gas natural, lo que podría desembocar en una guerra mundial.
Por eso nuestra derrota para antes de 2020, supone un mundo mucho peor para la década de los 20 y de los 30, con un gran riesgo de guerras en el continente y mundial. Ese sería el final de la “marcha de la muerte” que ya se ha iniciado.
Frente a esto ¿qué hacer? No nos sirve de nada intentar escapar saliendo de la UE por el empobrecimiento que nos causaría y porque la presión de una potencia como la UE sería invencible. Debido a la crisis del capitalismo español y al aumento de la crisis general del capitalismo, el aislamiento tras las fronteras nacionales no nos protegerá a los trabajadores/as de ningún país, ni de nuestra burguesía ni de la europea; hará nuestra derrota más fácil al solo poder contar con nuestras fuerzas. Debemos encarar el problema del único modo en que tendremos alguna posibilidad para vencer a medio y largo plazo ¿Cuál es? Dando un salto hacia adelante en dirección a Europa para hacer fracasar la estrategia europea del capital. ¿Cómo? Fortaleciendo la solidaridad entre los trabajadores/as, contra la burguesía local y europea, uniéndonos los trabajadores/as europeos contra la estrategia conjunta del capital que nos afecta a todos, entre otras vías, la más estratégica, con el Tratado de Estabilidad y sus leyes nacionales. Conseguir una Europa en la cual la clase trabajadora tengamos un peso mayor al que proyectan para nosotros, evitando que liquiden el “Estado de bienestar”. Teniendo en cuenta que la única solución, definitiva y hasta la raíz, es imponer el socialismo-comunismo y que para ello necesitamos agrupar el máximo posible de trabajadores/as de todo el mundo, empezando por los de Europa, esa vía es también la correcta pues en tanto hacemos fracasar en Europa la ofensiva de la burguesía, nos fortalecemos para llegar a imponer los Estados Unidos Socialistas de Europa. Es lo único que nos permitiría hacer frente en mejores condiciones a los desastres de la Mega-Crisis de la década de los 30, y evitar los mayores rigores del Cambio Climático, y el elevado riesgo de guerras, incluso mundial. En vez de salir ahora del euro, ser derrotados por luchar aislados y pretender más tarde unirnos a los trabajadores/as europeos, lo que difícilmente se logrará si estamos desmoralizados, lo que debemos hacer es coger la directa ¡a por ellos ahora que todavía no estamos derrotados, que hay motivos crecientes para unirnos y posibilidades de hacer fracasar la estrategia de la burguesía de la U.E., y ahorrarnos así muchos sufrimientos y darnos una posibilidad real de vencer! Sin duda un camino muy difícil y duro, pero no tanto como el futuro del capitalismo. Podemos intentar ignorar la realidad, pero la realidad no nos ignorará. Debemos espabilar y madurar muchísimo más o nos veremos en la “marcha de la muerte”. Imaginad el impacto en toda Europa de una huelga general en España y manifestaciones con cientos de carteles y pancartas contra la Ley de Estabilidad y el Tratado de Estabilidad, llamando a los trabajadores/as europeos a la unidad ¡Manos a la obra!
6.- Eslóganes para desarrollar la verdadera solidaridad, destapar el origen de todas las estafas y hacer fracasar su estrategia para derrotarnos
¡A los trabajadores no más sacrificios; pague el capital con sus beneficios! ¡Nos robaron la plusvalía, las pérdidas a la burguesía! ¡Con lo que despilfarran los ricos, salvaríamos del hambre, a los más pobres y sus hijos! ¡Economía nacional, economía del capital! ¡Trabajo asalariado, no es de privilegiado, sino de explotado! ¡Solidaridad entre trabajadores es luchar contra los explotadores! ¡Arriba de la escalera, nos dicen con engaño, “descendamos todos un peldaño”, mientras sube la marea! ¡Solidaridad burguesa: “repartid vuestra pobreza, no toquéis nuestra riqueza”! ¡Levantar esta economía es producir más plusvalía! ¡Trabajo asalariado, enemigo del proletariado! ¡Desde el puente dicen, “reflotemos el barco, trabajadores al agua”! ¡El burgués reclamando impunidad: “no toquéis mi libertad, no soy responsable, ni el capitalismo culpable”! ¡No son “los mercados” es el beneficio capitalista! ¡No es la crisis, es el explotador régimen asalariado del trabajo! ¡“Rememos juntos, todos vamos en el mismo Banco”! ¡Llaman solidaridad a con nuestros sacrificios asegurar sus beneficios! ¡Para justificar los recortes nos tachan de privilegiados, y acusan a otros pobres de defraudadores, mientras toleran y amnistían a los verdaderos, las grandes empresas y los ricos. Es un veneno que nos inoculan para paralizarnos y mejor devorarnos! ¡La solidaridad que los burgueses predican es un fraude como el fiscal que practican! ¡Siembran la sospecha del pequeño fraude en parados y otros subsidiados, mientras dan amnistías fiscales y no persiguen el fraude fiscal de los potentados, todo por romper nuestra solidaridad y a su mayor rentabilidad! ¡50.000 millones al año de fraude fiscal del gran capital y señalan a nosotros con el dedo! ¡Mariano, recórtanos más el cobro del paro para que cojamos los cinco millones de empleos que nos están esperando! ¡50.000 millones al año de fraude fiscal de las grandes empresas, 10.000 euros al año para 5 millones de parados! ¡50.000 millones al año de fraude fiscal de las grandes empresas causan el déficit que luego recortáis en sanidad, educación y demás gastos sociales! ¡50.000 millones al año de fraude fiscal del gran capital y nos hipotecamos y sacrificamos por el rescate a la banca por esa cantidad! ¡Un ajuste presupuestario de 60.000 millones 2013 y 2014, mientras toleran un fraude fiscal de las grandes empresas de 50.000 millones al año; pero los rectores en sanidad, educación, etc., a ellos no les hacen daño! ¡Un déficit de las comunidades autónomas, para sanidad, educación, de 85.000 millones, y las grandes empresas defraudan al fisco 50.000 millones al año! ¡Del “sacrifícate porque otro está peor que tú” a “sacrifícate porque lo exige la economía (capitalista)”: dos trampas para llevarnos a la derrota!
¡No son “los mercados” es el beneficio capitalista! ¡La crisis una estafa es, porque el trabajo asalariado lo es: beneficios a cuenta del trabajo no pagado y de recortes en gastos sociales del Estado! ¡Asalariados e intervenidos, todo es una estafa y la burguesía se escapa! ¡Trabajo asalariado, rescate para la banca, intervención para el Estado, trabajadores estafados! ¡La madre de todas las estafas es el régimen asalariado del trabajo: trabajo no pagado origen del beneficio. De aquí se levanta, de esta civilización, el edificio! ¡No es la crisis, es el explotador régimen asalariado del trabajo! ¡La raíz de la crisis, es la del beneficio: del trabajo no pagado en el régimen asalariado! ¡El 2 por 1 del capital. Para el trabajador un salario. Para la empresa, su trabajo pagado y la plusvalía del expropiado! ¡No es el banquero el culpable verdadero, ni el neoliberalismo, sino el trabajo asalariado, raíz del capitalismo! ¡Como el trabajo esclavo era la raíz del esclavismo, el trabajo asalariado lo es del capitalismo! ¡”Salarismo” el verdadero nombre del capitalismo! ¡El capitalismo senil no necesita viagra: “la plusvalía me pone”! ¡Para eliminar la corrupción, las estafas, la crisis, los privilegios, la explotación: arrancar el árbol de raíz; el régimen asalariado del trabajo! ¡Burgueses, os creéis imprescindibles porque socialmente tenéis mucho peso, pero sois un lastre a nuestro progreso! ¡El capitalismo no tiene remedio, el trabajo asalariado quitemos de en medio! ¡El capitalismo tiene tirón, todavía puede llevarnos al precipicio! ¡Decimos los trabajadores: para reflotar la nave planetaria, por la borda el capital y la condición proletaria! ¿Qué moral se basa en una estafa? la de la burguesía, en el trabajo no pagado o plusvalía! ¡El capitalismo está condenado. o acabamos con él o viviremos encadenados! ¡D-M-D´ la fórmula del capital, dinero-mercancía-dinero+ o dame-más-dinero! ¡D-M-D´ más dañino que el DDT y destructivo que el TNT! ¡La tarea de los economistas de la burguesía consiste en ocultar el trabajo no pagado tras la ganancia y ayudar al capital a aumentarla! ¡Último término de moda en el argot de los economistas burgueses importado del sexual: vamos a hacerles un “griego”! ¡Reforma laboral: incluso con la mejor ley el régimen asalariado del trabajo será una estafa! ¡Ni reformas ni contrarreformas, sólo nos libraremos del acoso del capital con la abolición del régimen asalariado del trabajo! ¡El capitalismo es una estafa (trabajo no pagado) que aboca a un saqueo (pagamos la crisis) que puede desembocar en un crimen (guerras) y terminar en un suicidio (la humanidad arrastrada por su hundimiento y el Cambio Climático)! ¡Dejad de atacar nuestros subsidios y hablemos de vuestros beneficios! ¡Ni un parado sin ingresos del estado! ¡A quienes se les ha agotado la prestación, su renovación hasta que exista un empleo para ellos!
¡La “marcha de la muerte” del capital: del sacrificio porque “eres un privilegiado”, dejando compañeros en la cuneta, al sacrificio por la economía nacional (el beneficio del capital), de ahí a la economía de guerra, pasando por el cambio climático, para terminar en el holocausto nuclear!
¡Trabajadores europeos, unidos o vencidos! ¡FMI, UE, BCE, dad crédito a Grecia y no el golpe de gracia! ¡Einheit mit den deutschen arbeitern – Unidad con los trabajadores alemanes! ¡Gobierno del capital, gobierno de bancarrota, a los trabajadores, no nos derrotas! ¡El programa oculto, es de la burguesía! ¡Los trabajadores no estamos de rebajas, Gobierno, date de baja! ¡Gobiernos de la agresión, Dimisión! ¡Burguesía, si quieres el rescate, tu bolsillo ráscate! ¡[voz solista] De la patronal [coro] Menos salario. [voz] Del Estado [coro] Menos servicios. [voz] Abaratar [coro] Al proletario. [voz] Del capital [coro] El beneficio! [Cantarla como “María Cristina me quiere gobernar”] “¡Para los 20 nos quieren derrotar, / los trabajadores enseñamos los dientes, / despediremos al Gobierno saliente, / al capital haremos recular!” [Podemos introducir la variante, al comienzo “Para abaratarnos nos quieren derrotar”] ¡Unid las huelgas, debatid y decidid en asambleas!
6.- Una orientación para la victoria. Una estrategia de los trabajadores europeos. No es “lo de siempre, lo de todos”
“25 de septiembre, rodear el Congreso. Maniobra burguesa y ¿provocación? ¿Peligra la HG del 26-S? La tarea actual” (06/09/2012) seleccionado como Destacado
kaosenlared.net/component/k2/item/29829-25-de-septiembre-rodear-el-congreso-maniobra-burguesa-y-%C2%BFprovocaci%C3%B3n?-%C2%BFpeligra-la-hg-del-26-s?-la-tarea-actual.html.
“Merkel. Mascarón de proa del buque insignia del capital: Tratado de Estabilidad (en España, Ley de Estabilidad)” (03/09/2012) seleccionado como Destacado. Acceso a lo publicado.
www.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29504-me....
“¿Qué son el Tratado y la Ley de Estabilidad? Abaratar, empobrecer y derrotar para 2020. Futura política fiscal” (31/08/2012) seleccionado como Destacado.
www.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29222-%C....
“[LIBRO] Trabajadores en bancarrota y riesgo de derrota. ¿Cómo evitarlas y fortalecernos? Una guía” 94 páginas. 3/03/2012, seleccionado como “Destacado”. Con un montón de eslóganes.
www.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/9979-lib....
“Horizonte 2050: Socialismo o Mega-Crisis. Recuperar nuestra vida y salvar la Tierra. Una propuesta de Marco” 25 páginas (14/05/2011). El Marco como método, entre otras cosas, para establecer campañas.
www.kaosenlared.net/noticia/horizonte-2050-socialismo-mega-crisis-recupe....