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Artículo de nuestra sección en la India denunciando una prueba de un misil, prueba que forma parte del continuo enardecimiento de las tensiones imperialistas en Asia
Introducción
Publicamos a continuación un artículo de nuestra sección en India que denuncia la reciente prueba de un misil balístico ultra - potente y ultra- moderno por parte del Estado indio. Mientas la crisis económica arrecia condenando al desempleo y la miseria a millones de trabajadores y explotados, mientras en India la pobreza extrema campa a sus anchas, enormes recursos son despilfarrados en ingenios de destrucción masiva. Esto lo hace una burguesía que presume de tener el Estado democrático más poblado de la tierra.
Esta carrera de armamentos se inscribe en una creciente tensión imperialista en toda Asia y que tiene como eje la rivalidad imperialista entre China y Estados Unidos, frente a la cual se posicionan los demás estados, tanto grandes como India como pequeños con Birmania, tanto los que usan la máscara democrática, como Filipinas, como los que se presentan como "socialistas", como es el caso de Vietnam.
Denunciamos indignados este monstruoso despilfarro y defendemos la única alternativa posible: la lucha masiva del proletariado mundial y junto con él, la lucha de todos los oprimidos y explotados del planeta.
Una vez más, agradecemos la colaboración en la traducción de una compañera que junto a un equipo de compañeros nos permite poner en conocimiento rápidamente para los lectores y militantes en lengua española de textos procedentes de revolucionarios de los más variados países.
Tensión Imperialista en Asia
El 19 de abril de 2012, la burguesía India lanzó Angi-V, una versión del misil intercontinental balístico, y ha dado otro empuje a la feroz carrera armamentística en Asia. Con esta prueba, India se ha unido al selecto club de los gángsteres imperialistas a nivel mundial que poseen misiles balísticos intercontinentales. Agni-V tiene un alcance de 5000 Km. y capaz de impactar en Shanghai y Beijing.
El lanzamiento de Agni-V provocó un estruendo de regocijo en todos los sectores de la burguesía India. Durante días, la prensa escrita y los medios de comunicación electrónicos estuvieron llenos de propaganda jactándose acerca de los logros técnicos y militares que se habían conseguido con este lanzamiento. Hubo especulaciones temerarias sobre la nueva capacidad para atacar todas las áreas de China y otros países enemigos. Sectores de la burguesía india se empeñaban en proclamar que con el lanzamiento de Agni-V están ahora mejor equipados para hacer frente a sus enemigos y cumplir con sus sueños imperialistas. Los medios de comunicación también intentaron utilizar toda esta algarabía y propaganda para instigar la intensa fiebre patriótica.
Intensificando la carrera armamentística en Asia
El lanzamiento de ICBM Agni-V por India es sólo una expresión de la desenfrenada carrera armamentística desarrollada actualmente en Asia. Hay muchos participantes comprometidos en este juego e India es uno de los principales implicados.
A mediados de Marzo de 2012, los medios de comunicación de todo el mundo estaban llenos de historias relatando que a lo largo de los tres últimos años India ha sido el mayor comprador de armas del mundo. Según un informe en NDTV de 21 de marzo de 2012, India ha desbancado a China como el mayor comprador de armas del mundo, alcanzando el 10 por ciento de todas las importaciones durante los últimos cinco años. En febrero de 2012, India pidió 126 Rafale MMRCA, esto es, reactores de combate multifunción a la constructora aeronáutica francesa Dassault. El coste de 20.000 millones USD (TOI, 1 de febrero de 2012), está considerado como el mayor pedido de equipamiento militar en la historia del capitalismo. Este encargo se suma a otro de 272 aviones de combate Sukhoi-30MKI cuyo valor es de 12.000 millones de dólares y que se realizó a Rusia.
Para los estadistas, a fecha de 17 de marzo de 2012, India ha incrementado su gasto en defensa gastando de un 17.6 por ciento llegando a los 47.000 millones de dólares.
Pero incluso esta militarización desenfrenada no es suficiente para la burguesía India. Podemos observar esto en otra campaña realizada en los medios indios en abril de 2012, sólo unos pocos días antes del lanzamiento de Angi-V. A principios de abril, el jefe del ejército indio, escribió una larga carta al primer ministro. Esta carta relataba que el ejército no está equipado para la guerra ya que no tiene suficientes armas y municiones. La carta fue filtrada a la prensa y llevada hasta el parlamento. Después de discusiones con los jefes del ejército, fuerzas aéreas y marina de guerra, el parlamento ha declarado ahora que las fuerzas indias no tienen suficientes armas y munición para luchar en una guerra.
Aún teniendo un elemento para la lucha entre diferentes facciones, esta campaña al principio tuvo dos funciones para la burguesía. Una es ocultar a su propia población que India es un enorme gastador de armamento, el mayor comprador de armas en el bazar mundial. La segunda consiste en convencer a la población explotada de que es necesario un mayor gasto en militarización.
Debemos aclarar una cosa- la burguesía India no es la única implicada en la militarización desenfrenada. Todos los países en Asia, tales como Japón, Sur y Norte de Corea, Filipinas, Taiwán, Arabia Saudita etc. están comprometidos en la misma carrera. Arabia Saudita y sus compinches los emiratos están gastando cerca de 100.000 millones USD en militarización. China está a la cabeza de la carrera armamentística en Asia actualmente y ha doblado su gasto militar en cerca de 150.000 millones USD este año. Incluso el policía mundial, Estados Unidos, ha acelerado su gasto militar centrado en Asia en general y China en particular.
¿Por qué esta carrera armamentística en Asia?
Al principio del último siglo el capitalismo entró en su fase de decadencia. Lo que esto significó fue que los mercados mundiales se dividieron entre las principales potencias capitalistas y que estos mercados ya no eran suficientes para absorber los productos de todas las naciones capitalistas. Para expandirse o incluso existir, cada país capitalista se vio obligado a arrebatar los mercados que necesitaba de sus rivales.
La única alternativa disponible para cualquier nación capitalista fue enfrentarse a sus rivales en confrontaciones masivas militares y derrotarles o bien aceptar la derrota y subordinación hacia sus enemigos. Ésta fue la descarnada alternativa que condujo a una gigantesca militarización por toda Europa y América desde el principio del siglo 20. Fue esta cruda alternativa la que monstruosamente se desarrolló en la primera guerra mundial y después en la segunda guerra mundial, cada una de las cuales llevó a la matanza de millones de personas y destrucción de naciones enteras y continentes.
Desde el final de la segunda guerra mundial, este proceso de confrontación militar y preparación para las guerras ha continuado entre las antiguas potencias imperialistas hasta hoy. En el periodo de decadencia, en la que el capitalismo ha estado presente desde el principio de siglo veinte, el capitalismo sólo puede sobrevivir a través de la guerra. Como resultado todos los países están permanentemente comprometidos en feroces preparaciones para la guerra.
En las últimas décadas el poder económico de China, India y muchas otros países en Asia se ha multiplicado. Ahora el capitalismo en estos países está haciendo frente a la misma alternativa, las mismas opciones que empezaron a adoptar los países capitalistas avanzados en el siglo pasado. Estas nuevas "potencias emergentes" han estado respondiendo a la situación como lo hicieron las antiguas potencias imperialistas, es decir, emprender el proceso de militarización masiva y las preparaciones para la guerra. Podemos ver este proceso en toda Asia.
Todo esto a pesar de que las clases trabajadoras en estos países, sobre todo en India y China, viven en suma pobreza, miseria y condiciones de desempleo generalizado.
Como hemos visto, la burguesía india al igual que sus homólogos en otros países está también envuelta en un proceso desenfrenado de militarización. El reciente lanzamiento del ICBM está orientado hacia esta continuidad destructiva. Es un esfuerzo de la burguesía india para ganar paridad en el poder destructivo con su competidor imperialista inmediato, la burguesía china.
Burguesía y clase trabajadora no tienen nada en común
La carrera armamentística es inevitable para un sistema capitalista decadente. Es el resultado de las condiciones materiales en una fase avanzada de capitalismo decadente. Hoy el capitalismo vive y sólo puede vivir a través de la guerra. La burguesía no puede librarse de esto.
Por otro lado la clase trabajadora es la principal víctima de toda la competición entre las naciones capitalistas. Las guerras y los designios guerreros tienden a destruir su unidad y debilitarla frente a la clase enemiga, la burguesía. Las preparaciones para la guerra intensifican su explotación y empeoran sus condiciones de vida. Las guerras a través de las cuales la burguesía de diferentes naciones intenta resolver sus cuentas, resultan ser el mayor ataque a la clase trabajadora. Es la clase trabajadora la que paga el precio de las guerras de la burguesía con sus vidas. Debido a su posición dentro del capitalismo, sólo la clase trabajadora puede poner fin a las guerras de la burguesía destruyendo el capitalismo.
¿Qué debería hacer la clase trabajadora?
La burguesía nunca se cansará de usar todos los medios para profundizar el impacto del fervor nacionalista en la clase trabajadora y las masas obreras. En el pasado, el nacionalismo ha sido utilizado de forma muy efectiva por la burguesía para aplastar el recrudecimiento revolucionario de la clase trabajadora. La clase trabajadora debería desarrollar una fuerte indignación contra el veneno del nacionalismo y firmemente defender el principio del internacionalismo.
La clase trabajadora no puede y no debe tomar parte en la guerra imperialista y preparaciones para la guerra. Debe condenar todo designio guerrero. La respuesta de la clase trabajadora en India para lanzar el ICBM por su burguesía no puede ser otra cosa sino la condena y denuncia.
La clase trabajadora tiene que intensificar su lucha por todo el mundo contra los ataques crecientes de sus condiciones de vida y de trabajo. La autoorganización, extensión, politización, unificación territorial e internacional de estas luchas son indispensables para la marcha hacia el objetivo de poner fin al sistema capitalista global, la raíz de todos los problemas socioeconómicos, carreras armamentísticas y guerras. Sólo esto puede salvar la humanidad. No hay otro camino.
S, 25-04-2012