Submitted by CCI Online on
Lo que sucede en China está rodeado de un muro de silencio. Utilizando fuentes de una organización de Hong Kong hemos podido tener alguna información sobre las numerosas luchas de los trabajadores en China
A lo largo de la última década, el proletariado en China y el resto del este de Asia, Birmania, Camboya, Filipinas, Indonesia, Tailandia y Vietnam, se han visto envueltas en una ola de huelgas y protestas contra la explotación capitalista.
Es China donde nos queremos concentrar y para ello en gran parte usaremos la información dada por El Boletín Laboral Chino (CLB), la publicación de una organización no gubernamental establecida en Hong Kong que contacta con grupos para la defensa de los derechos humanos y Radio Asia Libre.
El boletín promueve la idea de un estado chino más justo, lo que incluye defender la acepción de una "unión de sindicatos independientes".
En otros artículos, echaremos un vistazo a aspectos más recientes acerca de "La República Popular", incluyendo el desarrollo de las tensiones imperialistas, la descomposición e intrigas alrededor del todo poderoso Politburó.
La lucha de clases
A lo largo de la última década, la clase trabajadora en China, se ha visto implicada en una ola de huelgas y protestas, donde han participado cientos de miles de trabajadores, como reflejo de la rabia y combatividad cada vez más creciente frente al peso de la explotación capitalista.
Las huelgas espontáneas, provenientes de los propios trabajadores, han tratado sobre diferentes cuestiones generales: pago de horas extras, compensación por traslados, corrupción de funcionarios, aumentos de sueldo, recortes en salarios y pensiones, mejora en las condiciones de trabajo, reducción de horas y prestaciones en educación y salud. En resumen, toda la gama de condiciones que plasman la intensidad de la explotación del estado chino. Las huelgas han mostrado una dinámica firme y una fuerza creciente.
Hace sólo unos días, en la ciudad de Chongqing, el anterior feudo de Bo Xilai, hoy defenestrado, hubo huelgas contra los recortes en sueldo y pensiones, que desde luego nada tenían que ver con las maniobras en torno al Politburó chino.
Esta ciudad de treinta millones al sur de China, como muchas otras, están al borde de la bancarrota, lo que está despertando una preocupación creciente (las bancarrotas a nivel local son un gran problema para el capitalismo, dan fe de ello algunos estados en América, gobiernos autonómicos en España etc.).
Para hacer frente a la lucha ocurrida en Chongqing, las autoridades, como en otros lugares, bloquearon los pequeños blogs que los trabajadores usaban para comunicarse de forma eficaz y difundir las noticias frente a la censura del estado.
El Boletín Laboral Chino de 5 de marzo de 2012, informa que las huelgas y protestas continuaron en el país durante todo el mes de febrero, la mayoría tuvieron lugar en los sectores de la industria y transporte, los cuales piden principalmente salarios más altos y protestan contra la reducción de pluses y primas. 5000 trabajadores de la compañía siderúrgica Hanzhong, en Shaanxi, al norte, hicieron huelga en contra de la bajada de sueldos y de las largas horas de trabajo. Varios miles de trabajadores abandonaron la planta y se dirigieron hacia las calles para manifestarse.
El artículo señala que los trabajadores eligieron a sus propios representantes. La publicación del boletín de marzo, también hace constar el mayor número de huelgas al mes desde que comenzaron a batir récord hace ya quince meses, y apunta a una escalada de huelgas en torno a los sueldos y recolocaciones.
Las brigadas antidisturbios y las unidades milicianas están activamente presentes en muchos casos y además de haber sido despedidos del trabajo, muchos trabajadores han sido detenidos ¡De todo esto no hay ninguna protesta por parte de los democráticos estados de occidente ni tampoco de las compañías que hacen negocios con China!
En China, la represión y la vigilancia es la especialidad de un estado estalinista y, como en los regímenes árabes, este estado también utiliza bandas de matones armados a los que paga y desplaza a lo largo del país para utilizarlos contra los trabajadores.
El gasto destinado a policía en China durante el año 2010 y destinada para 2011 supera el presupuesto en defensa externa, lo cual no es nada despreciable[1].
La mano de obra ya no es dócil
A comienzos del siglo veintiuno, millones de pobres, jóvenes y campesinos, inundaron las fábricas de ciudades industriales al sur de China en busca de trabajo. Estos hombres y mujeres jóvenes trabajaban durante largas horas por muy bajos salarios en condiciones a menudo insalubres y peligrosas. Eran en su mayoría personas mansas e indefensas, corderitos camino del matadero. Partiendo de esta base se fundó el "Milagro Económico Chino". Pero este consentimiento impuesto no duró por mucho tiempo.
Templados por el calor de la lucha de clases, los trabajadores ya no son la mano de obra barata y dócil con la que contaban, tanto los capitalistas chinos como sus cofrades del mundo, para hacer fáciles negocios. Un número significativo de trabajadores, todavía jóvenes pero con más experiencia, formación, más seguros de sí mismos y militantes, fueron organizando y emprendiendo huelgas y protestas. El verano de 2010 culminó en una ola de huelgas en el sector de la industria manufacturera[2].
A mediados de década, el ministerio chino de Recursos Humanos y Seguridad Social estimó en 240 millones el número de trabajadores emigrantes, de ellos, 150 millones trabajan lejos de sus hogares, con un 70% en el sector manufacturero.
Incluso con estas cifras, la escasez en la mano de obra durante el 2005 vio como las luchas de los trabajadores daban un paso más allá hacia una lucha más ofensiva lo que a su vez estimuló a otros grupos obreros a lanzar sus propias protestas. El estado chino registra unos 80.000 incidentes de masas en 2007, según las últimas cifras oficiales publicadas por el estado[3]. El Boletín Laboral Chino considera que estas cifras están aumentando año tras año desde entonces y que las huelgas están tomando una intensidad diferente.
Por ejemplo, en agosto de 2011, miles de trabajadores despedidos, víctimas de la reestructuración de la Corporación Petrolífera Nacional China, se unieron a la manifestación de un millar de trabajadores del petróleo en huelga para defender sus propias demandas. Esto pone de relieve un mayor número de situaciones en las que se toman las calles, bloqueándolas con manifestaciones y sentadas en plazas públicas. Otro aspecto de la participación en blogs mencionado antes fue su uso en la huelga de Nanhai Honda en 2010, donde se establecieron comunicaciones y un pequeño grupo de trabajadores crearon la llamada "Unidad es Victoria".
Las autoridades chinas intentaron parar esta forma de comunicación utilizando como excusa la "prevención de rumores infundados"[4].
Uno de los líderes de la huelga de Honda comunicó al diario New York Times que un pequeño grupo de trabajadores, unos cuarenta en total, se encontraron antes de la huelga para decidir sobre las acciones a emprender y sus exigencias.
En una huelga de la compañía Pepsi en noviembre de 2011, los trabajadores eligieron en asamblea general a sus propios delegados. A pesar de los incrementos ofrecidos por la dirección de la empresa, continuaron la acción de protesta[5]. Muchas huelgas terminaron con aumentos de sueldo y algunas demandas satisfechas, pero otras muchas no. En ambos casos, trabajadores fueron despedidos y arrestados. Cuando se ofrecen aumentos de salarios a menudo son barridos por la inflación que se está convirtiendo en una maldición para la economía china. Los aumentos de sueldo no sólo se están pidiendo en las zonas costeras, sino, desde 2010, también en las zonas del interior, donde los trabajadores implicados en estas acciones tienen familia, amigos, etc., representando la posibilidad de huelgas de forma paralela a las protestas sociales y de esta manera ampliando el frente de batalla.
Por otro lado, a los trabajadores emigrantes asentados en otras ciudades a menudo se les niega la educación básica y la asistencia social tanto a ellos como a sus hijos, lo que debería ser sufragado por sus patrones pero no es así. Esto ha abierto otro campo de confrontación.
Frente a tanto atropello las protestas hace 10 años constituían un llanto lejano y el Estado chino tenía manos libres para usar y tirar millones de personas jóvenes procedentes de las zonas rurales. Hoy ya no tienen tanto margen de maniobra y la situación económica no hace más que degradarse. El desempleo también amenaza en Hong Kong, donde la Federación de Industrias ha declarado que "un tercio de las industrias disminuirán de tamaño o desaparecerán", afectando a decenas de miles de trabajadores como mínimo.
El Boletín Laboral Chino declara que los trabajadores "no confían en la Federación China de Sindicatos"[6] y "su habilidad para negociar un subida decente de sueldos". Como consecuencia "tomaron el asunto con sus propias manos y organizaron una amplia gama de acciones eficientes y colectivas". La Federación China de Sindicatos Unidos (ACFTU) está claramente conectada con el partido de Bo Xilai y formada a partir de sus propios miembros y células, y el Boletín Laboral Chino está llamando la atención acerca de un problema que enfrenta a la clase dirigente: la falta de sindicatos que controle y discipline a los trabajadores. La represión nunca es suficiente y puede añadir leña al fuego.
El Boletín Laboral Chino informa sobre comentarios acerca de la huelga de Honda mencionada anteriormente: "Cualquier organización de trabajadores que se desarrolla durante una protesta suele disolverse después de que las demandas que dieron lugar a éstas fueron atendidas". Al pro-estatal Boletín Laboral Chino, le gustaría hacer que estas organizaciones de trabajadores fueran permanentes y enlazarlas en una estructura de sindicatos independientes con relaciones pacíficas con el estado. Las delegaciones de la Federación China de Sindicatos, tal y como existen, están a menudo formadas sólo por directores de empresa, como en la fábrica electrónica Ohms en Shenzhen, donde los doce directivos era todos oficiales de la unión!
En un esfuerzo patéticamente desesperado, que también apunta a los límites del estado estalinista, la Federación Shanxi de Sindicatos Unidos ha ordenado a sus 100.000 oficiales a que publiquen sus números de teléfonos para que los trabajadores puedan estar en contacto con ellos! Por todo el país, las delegaciones de la Federación China de Sindicatos Unidos han despedido a trabajadores, contratado esquiroles y avisado a la policía y a milicianos para que carguen contra los trabajadores. Es parte del aparataje del desacreditado partido.
La burguesía no sólo en China sino a nivel internacional, necesita una estructura unida, renovada, flexible, creíble y aquí es de donde proceden los esfuerzos del Boletín Laboral Chino para la creación de sindicatos independientes.
Podemos apreciar esto en su llamada a "una gran participación (de trabajadores) en comités y otras estructuras de unión" y "nuevos empleadores a los que se les dé información sobre las actividades de la unión", como ocurrió después de las recientes luchas de Foxcomm.
La unión de sindicatos en China, a diferencia de sus sofisticados colegas occidentales, generalmente ni siquiera ven las huelgas venir y mucho menos las disipan o dividen.
Este fue el caso de la planta de coches Honda en Foshan al sureste de China el pasado verano. Fueron necesarias dos semanas y una gran subida de sueldo para conseguir que los trabajadores volvieran al trabajo. Kong Xianghong, un extrabajador y veterano del Partido Comunista de China y ahora miembro de la Federación China de Sindicatos Unidos, dijo después de la huelga (y una serie de huelgas que eso produjo): "hemos comprendido el peligro de que nuestra unión se está divorciando de las masas". Kong añadió que China necesitaba "absorber las lecciones de los levantamientos en los países árabes"[7].
Para la clase trabajadora en China, las luchas se están intensificando y para la burguesía los problemas se están amontonando.
Esta última, si le fuera posible desarrollar sindicatos independientes, lo que es dudoso, gozaría de un instrumento de control mucho más poderoso que los actuales sindicatos oficiales.
Pero para los trabajadores la lección es justamente la opuesta: hay que recordar lo que ocurrió en Polonia con la huelga de masas de 1980 que fue traicionada desde dentro por el sindicato "libre" Solidarnosc[8]. Estos organismos son mucho más insidiosamente destructivos para los trabajadores que las desprestigiadas estructuras sindicales directamente vinculadas al Estado y al Partido único.
Badoon, 15-4-2012
[1] Noticias Bloomberg
[2] Hubo unos 180.000 incidentes en 2010,
[3] CASS, Análisis de Tendencia Social y Agrupación de Temas con Repercusión, 2008-2009
[4] Noticias BBC, 16-3-2012
[5] Web del Socialismo en el mundo: "Indicios de una nueva ola de huelgas en China".
[6] "Una década de cambio: El movimiento de los trabajadores en China 2000-2010".
[7] Washington Post, 29-4-2011
[8] Ver en Revista Internacional nº 27 Un año de luchas en Polonia, https://es.internationalism.org/node/2318