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Se le pueden encontrar muchos defectos a estas protestas si se quiere. Se ha señalado el ambiente festivo de las manifestaciones, o el hecho de que las chispas de la insubordinación sólo raramente se extendieron a profesores y estudiantes universitarios, que las protestas fueron convocadas por estructuras de representación de estudiantes oficiales o semi-oficiales o por iniciativas privadas como "Rompamos el bloqueo en la educación". Pero todas esas reservas no captan el punto central de estas protestas, que están lejos de ser una mera comparsa anectódica de la lucha de clases.
Estas acciones son parte de las luchas de la clase obrera como un todo, al mismo nivel que el movimiento internacional de protestas de los contemporáneos estudiantes de instituto y universidades, que comenzaron con los movimientos de protesta de esos sectores contra el "CPE" en Francia la primavera del 2006. Francia y Chile en 2006, Italia y España en el otoño de 2008, y ahora Alemania también. En todas partes la joven generación está volviendo a la escena de la lucha contra el empeoramiento de sus condiciones de vida, trabajo y aprendizaje. Se está incluso colocando al frente de las luchas obreras.
Es destacable que en todos esos movimientos los estudiantes de instituto han jugado un papel particularmente activo. En Alemania estos estudiantes han asumido incluso un papel de vanguardia. Fueron la fuerza impulsora detrás de las protestas, y no los universitarios, entre los cuales se había introducido una gran pasividad. Esto último se debe a su agotamiento en los últimos años en las protestas contra la introducción de tasas universitarias, que bajo la dirección de grupos izquierdistas los dispersó en el activismo y acciones de boicot.
Lo que también es destacable es la determinación con la que los protestantes expresaron su indignación. Dos episodios expresaron eso poderosamente. En Berlín, miles de estudiantes de instituto ocuparon brevemente la venerable Universidad de Humboldt, colocando banderas y slogans en las ventanas tales como "El capitalismo es la crisis".
Lo que pasó en Hannover fue todavía más espectacular. Allí las protestas rompieron el cordón policial del parlamento provincial de Baja Sajonia, asediaron la "santa casa de la democracia" e incluso intentaron asaltarlo. Esto resultó en enfrentamientos con los representantes uniformados del Estado, en cuyo transcurso algunos estudiantes conocieron el desagradable trato de la represión estatal.
Se podría pensar que los trabajadores de las cercanas plantas de Volkswagen podrían seguir este ejemplo para empezar a sentir el potencial explosivo de tales procedimientos. Por lo que nosotros sabemos, esta es la primera vez desde la II Guerra Mundial que en Alemania la clase obrera realiza este tipo de acción. Quedó para los estudiantes de Hannover -como trabajadores asalariados del futuro, parte de la clase obrera- el ser los primeros en atacar directamente el parlamento como símbolo de dominación en el capitalismo occidental, sin preocuparse lo más mínimo en romper este tabú. ¡Enhorabuena!
En efecto, los actuales movimientos mundiales de estudiantes pre-universitarios y universitarios se distinguen de sus predecesores de los 60 y 70 en la progresiva pérdida de ilusiones en las mistificaciones burguesas, en su sobriedad con respecto al sistema y sus perspectivas. El asunto hoy no es ya tener tu propio representante estudiantil, sino cuestiones básicas de la vida, reivindicaciones materiales concretas que el capitalismo es menos y menos capaz de satisfacer. El avanzado estado de crisis le está dando a las presentes acciones de estudiantes un carácter mucho más radical que en los 60 y 70.
Los actuales movimientos juveniles se distinguen también de la generación "no future" de los 80. El simple hecho de que la actual generación de forma creciente se defienda colectivamente, que levante reivindicaciones concretas, es una señal de cualquier cosa salvo resignación. Aquellos que luchan no han perdido aún la esperanza en el futuro.
Weltrevolution 26/11/08