Respuesta al BIPR: la calumnia y la mentira no son métodos de la clase obrera

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En su “Respuesta a las acusaciones estúpidas de una organización en vías de desintegración”, el BIPR[1] acaba de franquear un paso suplementario en la grave deriva oportunista que ya pusimos en evidencia en nuestro artículo “El BIPR rehén de unos hampones” ( ver nuestra página Web): ¡hoy justifica la conducta antiproletaria de un grupo parásito, la autodenominada “Fracción interna de la CCI”!.

Esta “Respuesta” del BIPR empieza criticando la “vulgaridad extrema” del tono de nuestro artículo, en el que denunciamos a ese supuesta “Fracción interna de la CCI” (FICCI) como una banda de “golfos”

En realidad sí el BIPR, adopta una pose de virgen escandalizada[2] no es porque, él haga gala de modales  “exquisitos” de “caballero”, sino porque con esta actitud pretende ocultar que ha asumido como propios los métodos de la FICCI. Y, es precisamente por eso, por lo que el BIPR no ha dicho ni una sola palabra sobre el estilo vulgar del texto de la FICCI titulado “La ignominia no tiene límite” en el que estos gamberros llaman a realizar acciones de progromo contra nosotros por nuestra supuestas “marranadas” y contra nuestros militantes a los que califican de “canallas”[3].

Así, esta “Respuesta” del BIPR a las “estúpidas acusaciones” de la CCI busca, en primer lugar, correr un tupido velo sobre el robo de nuestro fichero de direcciones por un miembro de la FICCI con los siguientes argumentos  “…si  camaradas dirigentes de la CCI – que como tales disponían del fichero de direcciones de su organización rompen con la organización, declarando querer ganar a sus camaradas a la `justa vía`, guardando el fichero de direcciones, entonces no se trata de un robo. El falso moralismo de la CCI apesta a hipocresía cuando lanza acusaciones de todo tipo a quienes la abandonan…”.

LA COMPLICIDAD DEL  BIPR EN EL ROBO DE MATERIAL A LA CCI

Esta tentativa de “justificación” de unos hábitos propios de gángsteres de los miembros de la FICCI nos lleva ha hacer varias precisiones:

1)      Nuestro fichero de direcciones, del mismo modo que el dinero y cualquier otro tipo de material político,  pertenece a la organización como un todo y no a los individuos que la componen. Este es un principio elemental de funcionamiento de todas las organizaciones revolucionarias. ¡ Y el BIPR lo sabe de sobra ¡ Por eso se ha negado a responder a nuestra carta de fecha 1/10/2004 (publicada en nuestra página WEB) en la que entre otras cuestiones le planteábamos lo siguiente:

·         ¿Cómo ha llegado la carta de convocatoria de la reunión pública del 2 de Octubre del BIPR en París a la dirección postal de nuestros abonados cuando estos sólo han confiado su dirección a la CCI?.

·         “¿Cómo habría reaccionado el BIPR si la CCI  hubiera hecho lo mismo, si hubiéramos sido cómplices y apoyado el robo del fichero de direcciones del BIPR por alguno de sus antiguos miembros” aceptando que se utilice para “invitar a sus suscriptores a una de nuestras reuniones públicas?” (“Carta de la CCI al BIPR” publicada en nuestra Web).

2)      En el caso de que el BIPR no esté de acuerdo con el principio según el cual este material pertenece a la organización y no a los individuos, quiere esto decir que, el camarada encargado de la tesorería puede largarse tranquilamente con la caja de la organización bajo el pretexto de continuar un trabajo político si es excluido o si rompe con la organización. Esta visión es la de algunos anarquistas y el lumpen, pero no la de las organizaciones del proletariado.

Le recordamos al BIPR que la banda de hampones de la FICCI no se ha contentado con robar nuestro archivo de direcciones. Además han robado dinero a la CCI. Han malversado fondos de la organización negándose a devolvernos el coste de unos billetes de avión que se compraron para que viajaran  a París dos delegados de nuestra sección mexicana: que fueron secuestrados en el aeropuerto de Roissy por los golfos de la FICCI para impedir que participaran en nuestra Conferencia Internacional Extraordinaria de Abril de 2002 (ver artículo en nuestra prensa).

Tras leer los argumentos utilizados por el BIPR para justificar el robo de nuestro material político, tenemos derecho a plantear la siguiente cuestión ¿es también con el dinero robado por la FICCI con lo que el BIPR ha podido alquilar la sala donde celebrar su reunión pública del 2 de Octubre en París? (ya que esa reunión la organizó el BIPR con el apoyo político y material de la FICCI).

3)      La idea del BIPR que justifica que camaradas “dirigentes” se lleven todo el material que les ha sido confiado ya que no  habrían podido convencer a los militantes de la validez de sus posiciones, es totalmente ajena a la tradición histórica del movimiento obrero. Esta política tiene un nombre: es la política destructora de la “tierra quemada”. Como no se ha conseguido imponer sus posiciones, se desvalija a la organización y se echa el guante a su material político para sabotear su actividad[4] .

La CCI ya denunció públicamente ese comportamiento de truhanes en 1981 a propósito del “caso Chenier”. En aquella época  las dos organizaciones que acabarían constituyendo el BIPR (Battaglia Comunista y la Communist Worker`s Organisation) tenían aún un mínimo de dignidad y no corrieron a dar apoyo al ciudadano Chenier y a su grupo parásito, el CBG. En aquella época no pusieron “el grito en el cielo” ante la vulgaridad de la CCI cuando esta denunció en los términos que siguen a continuación a esos golfos: “…estos camaradas (los de la ex sección de la CCI en Aberdeen) han tenido conocimiento de las maniobras de Chenier durante meses y han justificado el robo una vez este se ha producido como `normal en caso de escisión`. Nuestra condena de estas práctica ha sido calificada de `reacción de pequeños burgueses propietarios` (…) En los primeros números de “The Bulletin” se reivindican de tal comportamiento escondiendo tras estúpidas y falsas historias a cual más vil contra la CCI (…) ¿Cuando hay una escisión se puede robar todo lo que se quiera pero una vez convertido en nuevo grupo, cuando se es el amo del cotarro,...el acceso a la propiedad privada hace que los pequeños golfos sienten la cabeza(…), ¿Cuales son las posiciones del CBG?. He aquí otro grupo con una existencia parásita. ¿Que representa ante la clase obrera? Una versión provinciana de la Plataforma de la CCI con la coherencia de menos y el robo de más….” (REVISTA INTERNACIONAL n º 36 “Respuesta a las respuestas”). Lo que claramente afirmábamos hace 20 años sobre los métodos gangsteriles del CBG igualmente se aplica hoy a la FICCI.

Debe quedar claro que la CCI no ha renunciado a recuperar de una forma o de otra el dinero robado por la FICCI[5]. Nuestra organización adoptará, en su momento, la misma política que puso en práctica, hace más de veinte años, durante la recuperación del material que le fue robado por la tendencia Chenier, especialmente por los que constituyeron el CBG[6].

4)      Precisamente porque se trata de una regla elemental del funcionamiento de cualquier organización del proletariado, los Estatutos de la CCI afirman explícitamente que todo militante que abandone la organización (ya sea por propia voluntad o por que se le excluya) esta obligado a devolver a la CCI todo el material que le haya sido confiado para el cumplimiento de sus tareas militantes: “el militante no hace una inversión personal en la organización de la que esperar dividendos o que se pueda retirar cuando uno quiere irse. Por tanto se proscribe como ajena al proletariado cualquier práctica de retirada de material o fondos de la organización incluso si se va a formar otro grupo político” (“Informe sobre la estructura y el funcionamiento de la organización de revolucionarios”. Los miembros de la FICCI  saben perfectamente que apropiándose del fichero de direcciones (y robando el dinero de la organización) están empleando prácticas “totalmente ajenas al proletariado”. Se han mofado de nuestros estatutos y han roto con la CCI, ellos mismos se pusieron fuera de la organización antes de que los excluyésemos.

Por eso, entre otras cosas, se niegan, pese a  nuestras reiteradas demandas, a pedir un Tribunal de Honor mientras que sostienen que son falsas las acusaciones que hemos hecho contra sus comportamientos (ver nuestro artículo en Internet “El Tribunal de Honor, un arma de defensa de los militantes y las organizaciones comunistas”[7]).

5)      El BIPR da aún un argumento más para justificar este robo: ya que los miembros de la FICCI eran “camaradas dirigentes”,  “como tales”, podían atribuirse el derecho de llevarse cuando se fueron el material perteneciente a la organización. Así, los “dirigentes” tendrían derechos y privilegios que no tendrían los “militantes de base”. ¡ Esta concepción elitista y burocrática la encontramos en las organizaciones burguesas (en particular las estalinistas) pero no en las de la clase obrera  ¡

Queremos señalar, de paso, que la CCI no tiene la visión piramidal del BIPR de miembros “dirigentes” sino de miembros de “órganos centrales”. La CCI no había confiado “como miembro dirigente” su archivo de direcciones al actual miembro de la FICCI sino que le confió ese fichero como militante encargado de realizar los envíos de las publicaciones a los abonados de la CCI. Si le confiamos a ésta, a quien el BIPR llama “camarada dirigente” (¡lo que nos hace reír a carcajadas!) la responsabilidad, muy importante, de esta tarea es únicamente porque la hacia muy bien[8].

A través de los argumentos contenidos en esta “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones”, hemos podido descubrir en realidad la complicidad del BIPR con este robo. Nos dice que en efecto la FICCI tiene derecho de guardar el fichero de direcciones con el fin de poder “llevar a los camaradas al buen camino”[9]. Este argumento no solo intenta “blanquear” los comportamientos indignos e innobles de la FICCI. Intenta ante todo y sobre todo justificar las tentativas de sabotaje y  desestabilización de la CCI desarrolladas por los “dirigentes” del BIPR, a nuestras espaldas, durante más de dos años.

En el Boletín n º 9 de la FICCI nuestros lectores podrán descubrir las maniobras del BIPR que consisten  en animar a esta banda de hampones a continuar  sus ataques contra nuestros órganos centrales y contra nuestros militantes con el fin de llevar al máximo de camaradas “al buen camino”. Por ello animamos a nuestros lectores a leer el “Resumen de la reunión del 17/03/2003 entre la fracción y el BIPR” publicado en el citado número del Boletín (y disponible también en la página Internet de la FICCI). En él encontrarán los “argumentos” que justifican el robo de nuestro fichero de direcciones: para la FICCI se trata de mandar a los militantes de la CCI su prosa repugnante (con la  bendición del BIPR) con el fin de “abrirles los ojos a los militantes de la CCI ya que, en lo inmediato, están metidos en una creciente dinámica de seguir a los OD (“Organos Decisorios”) de la CCI sin cuestionarse nada de lo que estos dicen (...). El BIPR  ha aprobado esta “orientación” en los siguientes términos: “Debéis proseguir vuestro combate contra las derivas actuales por restaurar las adquisiciones organizativas y políticas de la CCI”.

Así vemos que el BIPR no solo ha alentado a la FICI en su sucio trabajo (atiborrar los buzones de nuestros camaradas y de nuestros simpatizantes con sus trapos sucios infames) sino que además apoya y alienta el combate por.... “¡la restauración de las adquisiciones organizativas y políticas de la CCI!”. Nuestros lectores pueden darse una idea de la duplicidad y del increíble (¡pero cierto!) doble lenguaje del BIPR: de un lado se muestra (hipócritamente) interesado en defender las “adquisiciones organizativas y políticas” de la CCI y de otro afirma (en su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones”) querer “convencer” a la FICCI de que la “debilidad intrínseca” de la CCI está en “las cuestiones metodológicas de base que desde siempre nos separan (al BIPR) de la CCI”.

La hipocresía llega al colmo cuando al mismo tiempo que apoyaba a la FICCI en su combate contra “la dirección liquidacionista” de la CCI (según la frase habitual de la FICCI), el BIPR escribía “no nos incumbe dar la razón o quitarla en las querellas organizativo /disciplinarias dentro de la CCI” (ver el texto del BIPR, publicado en varias lenguas en su sitio Internet, fechado febrero 2002, “Elementos de reflexión sobre las crisis de la CCI”).

Eso nos permite entender mejor porqué el BIPR no ha condenado el robo de nuestro fichero de direcciones. Su interés era, lisa y llanamente, utilizar las direcciones de la FICCI (y sus crapulosos métodos) no solo para reclutar en su propio beneficio sino para sembrar cizaña dentro de la CCI.

¡Esta claro que lo que “apesta a hipocresía” no es “la falsa moral de la CCI” sino la ausencia de toda moral del BIPR!

Lo repetiremos una vez más a riesgo de afectar el pudor de primera comunión del BIPR: cuando uno se acuesta con mujeres de mala fama no cabe hacerse el sorprendido por haberse contagiado de blenorragia.

En el punto 2 de su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones” el BIPR afirma, respecto al robo de nuestro fichero a partir del cual se ha enviado la convocatoria a su reunión pública del 2 de Octubre, que “No tenemos que dar cuentas ni a la CCI ni a nadie sobre nuestra forma política de actuar” y estigmatiza la “pretensión de la CCI de relanzar supuestas tradiciones de la Izquierda comunista”, lo que considera “patético”.

Lo verdaderamente “patético” es constatar que el BIPR se convierte en cómplice de la FICCI vendiendo su derecho de primogenitura por un plato de lentejas. ¡Por eso echa por la borda, no solo la tradición de la Izquierda Comunista sino  también, los principios más elementales del movimiento obrero para adoptar la ley de la selva!

Frente a la pregunta de nuestros suscriptores: “¿Cómo ha obtenido el BIPR nuestras direcciones?”, la respuesta ha sido: ir a quejaros a otra parte, ¡el BIPR no da cuentas a nadie sobre “lo que hace en política”!.

¿Los “dirigentes” del BIPR creen que no tienen ninguna cuenta que dar a los militantes de su propia organización (que no participaron en esa reunión pública y que se han quedado a cuadros al saber que se había mandado la convocatoria a gente de la que no se conocía su dirección)?. Salvo que esa “forma de hacer política” sea acorde a los estatutos del BIPR o que sus militantes “sigan” ciegamente la política (¡totalmente irresponsable!) de sus “dirigentes”... “¿sin preguntarse nada?”.

EL BIPR Y LA FICCI  JUNTOS EN LO MEJOR Y ¡SOBRE TODO EN LO PEOR!.

El BIPR en el primer punto de su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones” empieza diciendo que sus relaciones con la FICCI “existen y resisten” y lo explica con el siguiente argumento: “queremos impedir que la enésima escisión de la CCI, con la salida de dirigentes de la vieja guardia de lugar al nacimiento de un nuevo grupo disidente de la CCI que reivindique su ortodoxia”.

Muy buena la intención del BIPR (¡estamos realmente conmovidos ante tal desvelo!), pero el infierno está empedrado de buenas intenciones.  El BIPR quiere convencernos de que trata de convencer a la FICCI de que abandone las posiciones programáticas de la CCI para evitar que surja un nuevo grupo parásito (aunque se niegue a admitirlo, ¡hay que llamar a las cosas por su nombre!)[10]. La verdad es que el BIPR discute con los miembros de la FICCI para reclutarlos.

¡A que tantas contorsiones para demostrar su “buena fe”!. Es patente que el BIPR no tiene la más mínima dignidad: se limita a ... ¡hurgar en el cubo de la basura de la CCI!

Por nuestra parte queremos tranquilizar al BIPR: nuestro objetivo no es sabotear sus tentativas de “reagrupamiento” (como clama a los cuatro vientos la FICCI y su hermano gemelo, el “Circulo” de Argentina). Si defendiéramos un punto de vista “de tendero” no nos molestaría que el BIPR integrase en sus filas a los miembros de la FICCI. Al contrario, nos harían un favor al quitarnos de encima ese grupúsculo parásito que no cesa de manchar el nombre de la CCI al reivindicarse de nuestra plataforma.

La única y exclusiva razón por la que advertimos al BIPR de las maniobras de seducción de la FICCI es que queremos evitar que una organización de la Izquierda comunista ridiculice (aunque ya es demasiado tarde) los principios proletarios  avalando los métodos de una banda de golfos.

Si el BIPR quiere desacreditarse reagrupándose con tales elementos, nadie puede impedírselo. Como dice el refrán ¡no se puede dar de beber a un burro que no tiene sed! Cuánto antes “convenza” el BIPR a la FICCI de que nos deje en paz ¡Tanto mejor! 

El BIPR desgraciadamente al negarse a considerar nuestros análisis sobre el fenómeno del parasitismo (que retoma lo que Marx puso en evidencia frente a la Alianza de Bakunin en la AIT) se priva de un arma que le podría evitar dejarse el pellejo en esta sórdida aventura. Sigue corriendo tras la FICCI con la esperanza de coger la zanahoria que ésta le tiende: ¡la perspectiva de una futura sección del BIPR en París y México!

La FICCI, evidentemente, no tiene el más mínimo interés en dejarse “convencer” por el BIPR y mucho menos en engrosar sus filas. Por ello esos parásitos no dejan de repetir, con una obsesión enfermiza, que “no  han roto con la CCI”. La FICCI, en su último Boletín (nº 28) insiste en un desacuerdo con el BIPR: contrariamente a lo que éste afirma en su respuesta a las “estúpidas acusaciones” de la CCI, la FICCI juzga necesario hacer “una precisión respecto a lo que dice el BIPR: nosotros no hemos roto (con la CCI), nos han excluido”. Estamos verdaderamente desolados por el BIPR y esperamos que se reponga de esa enorme decepción. Por nuestra parte solo nos cabe animarle a que no se haga ilusiones: los miembros de la FICI no pueden sumarse a las filas del BIPR porque, como afirman en su Boletín nº 28, “¡la fracción ES la CCI!”: “Nosotros, la fracción, somos la CCI”.

No podemos pedir al BIPR que convenza a un loco que se cree Napoleón de que no los es, ya que solo vive para eso. Lo que si podemos es escandalizarnos de que el BIPR, gangrenado por el oportunismo, no sea capaz de ver el carácter absolutamente delirante del universo mental de esa supuesta “fracción”.

A propósito de nuestras “Tesis sobre el parasitismo”  el BIPR añade: “mientras que pasan tantas cosas en el mundo, la CCI no encuentra nada mejor que hacer que escribir unas “Tesis” sobre sus querellas internas”.

Cualquier lector mínimamente serio puede comparar los informes sobre la reunión publica del 2 de Octubre hechos por la CCI y por el BIPR (ver la Web de Battaglia Comunista). Así podrá comprobar que el BIPR ¡es incapaz de responder a las cuestiones planteadas en su propia reunión pública sobre el análisis de las raíces de la guerra de Irak, como tampoco es capaz de refutar los argumentos expuestos por la CCI (ver en Acción Proletaria nº 179: “El vacío político y la ausencia de método del BIPR”). De hecho, ante el estallido de la barbarie guerrera y del caos sangriento en Irak, Oriente Medio, Africa, etc., el BIPR no tiene cosa mejor que hacer que poner en cuestión el análisis sobre la decadencia del capitalismo (elaborado por la Internacional Comunista). No tiene cosa mejor que hacer que complementar la propaganda de los economistas burgueses para consolar a la clase obrera (y mistificarla) haciéndole creer que el modo de producción capitalista tendría aún por delante ¡días radiantes!

En cuanto a la critica a nuestra “Tesis” sobre nuestras “querellas internas”, el BIPR debería empezar entonces por criticar a Marx: mientras que en el mundo acontecía un evento tan importante como la Comuna de París de 1871 Marx “no tenia nada mejor que hacer” ¡que convocar una Conferencia en Londres consagrada esencialmente a examinar el caso Bakunin y su grupo parásito de la Alianza de la Democracia Socialista! Para más INRI el único congreso de la AIT en el que Marx estuvo presente, el de La Haya en 1872, se consagró bajo el impulso de Marx y Engels al análisis de las cuestiones organizativas y de funcionamiento. Más aún, el año siguiente, Marx, Engels y Lafargue consagraron un tiempo y una energía considerables a redactar un libro sobre las maniobras ocultas del ciudadano Bakunin y sus cómplices (titulado “La Alianza de la Democracia Socialista y la Asociación Internacional de los trabajadores”). ¿Y que decir de Lenin que tras el segundo congreso del POSDR “no encontró nada mejor que hacer” que escribir, no unas cuantas tesis sino un libro entero (“Un paso a delante, dos pasos atrás”) sobre las “querellas internas” del POSDR?

El BIPR no ha entendido nunca (por su incapacidad para reapropiarse de esa experiencia del movimiento obrero) que el comportamiento político de los militantes comunistas es una cuestión de principios. Por ello, es él (y no la CCI) quien está amenazado de desintegración[11]. Al hacer causa común con elementos cuya más importante actividad consiste en escribir cientos de páginas de calumnias contra la CCI y sus militantes (puede verse entre otros la novela policíaca de la FICCI titulada “Historial del SI”), el BIPR se ve conducido a apropiarse de una “manera política de actuar” totalmente ajena al proletariado, fundada no solo sobre el robo, sino también sobre la mentira y la calumnia.

EL BIPR EMPLEA LA MENTIRA Y LA CALUMNIA.

El BIPR en el punto 5 de su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones” afirma que nunca ha osado “especular” sobre las acusaciones de estalinismo que nos hace la FICCI: “rechazamos por ridículas las advertencias de una organización (...) cada vez que se le acusa de oportunismo y estalinismo, sobre las cuales nosotros jamás hemos especulado”.

Esta afirmación es una burda mentira. Nuestros lectores pueden encontrar en el Boletín nº 9 de la FICCI la afirmación del BIPR, acreditando la “tesis” de la FICCI según la cual la CCI habría entrado en un proceso de “degeneración estalinista”: “Para nosotros (el BIPR) es evidente que ha habido un proceso de eliminación de militantes. Una eliminación de la vieja guardia de la que el único que queda es Peter (...), el camino será corto, se ha desencadenado de forma irreversible la tendencia a excluir”[12].

No solo el BIPR está pillado en falta al pretender hoy con la mano en el corazón no haber “especulado nunca sobre las acusaciones de estalinismo” contra la CCI, sino que además se convierte en portavoz de calumnias apenas veladas contra uno de nuestros camaradas, el “liquidador en jefe” (como le gusta llamarle a los de la FICCI) que, como Stalin, ¡habría “eliminado a la vieja guardia”!

Nuevamente esa “metodología nauseabunda” basada en la mentira y la calumnia lleva al BIPR a publicar en su Web (y ¡en 3 idiomas!) el texto calumnioso del “Circulo de Comunistas Internacionalistas" de Argentina (que como hemos demostrado es en realidad una gigantesca impostura[13]).

A pesar de que hemos publicado la Declaración del NCI del 27 de Octubre (ver nuestra Web) el BIPR sigue alimentando la mentira de que el NCI, como la FICCI, “ha roto con la CCI” (ver la Web de Battaglia Comunista). El BIPR una vez más toma sus deseos por la realidad[14].

Aunque el NCI ha mandado a al BIPR esa Declaración (en la que afirma que los textos del “Circulo” son “mentiras y calumnias vergonzosas vertidas contra la CCI”) éste no ha juzgado necesario retirar de su Web el texto en el que el  “Circulo” denuncia los supuestos “métodos nauseabundos” de la CCI. Lo que significa que mantiene y rubrica el empleo de la mentira y la calumnia.

La razón de tal política de naturaleza burguesa se encuentra en el Boletín nº 9 de la FICCI. Si lo leen, nuestros lectores verán que en Marzo de 2002, el BIPR y la FICCI habían empezado a elaborar de forma concertada una estrategia política cuyo objetivo es destruir a la CCI.

Así es como nos enteramos de que el BIPR dice que “tenemos que concluir que la CCI se ha convertido en una organización no válida y por tanto haremos todo lo posible para que desaparezca. (el subrayado es nuestro).

¡He aquí porque, y con que proyecto político, los contactos entre el BIPR y la FICCI “existen y resisten”!

Con ese objetivo claramente enunciado de “hacer todo lo posible para su desaparición” (la desaparición de la CCI) el BIPR, así como la FICCI, entra al trapo del texto calumniador de un impostor (el supuesto “Circulo de comunistas internacionalistas”) como un toro ante el capote rojo.

El BIPR está realmente mal situado para darnos lecciones de “verdadera moralidad”. Su crítica a nuestro “falso moralismo” no puede ocultar la triste realidad: el BIPR adopta la “moral” antiproletaria de los jesuitas de que ¡el fin justifica los medios”.

El BIPR para destruir a la CCI, y ejecutar la sentencia que ha dictado contra nuestra organización (¡y a nuestras espaldas!) está dispuesto (cosa que ya ha hecho) a utilizar los sórdidos métodos de la propaganda burguesa.

Para lograr su meta no sólo se alía con los hampones de la FICCI y con un mitómano manipulador del “Circulo” argentino, sino que cada vez más ¡tiende a adoptar los nauseabundos comportamientos de esa ralea!

Un consejo queremos darle al BIPR, que barra primero su casa: mientras que pasan “tantas cosas en el mundo” desde el 11 de Septiembre 2001, el BIPR no tiene nada mejor que hacer que rumorear con la FICCI sobre que la CCI elimina a la “vieja guardia”. No tiene nada mejor que devanarse los cascos para saber si “la CCI está moribunda” (Carta del BIPR a la Fracción, publicada en el Boletín nº 9 de la FICCI). ¡No tiene nada mejor que hacer que leer las novelas policíacas de la FICCI perladas de pequeños detalles “picantes” sobre el “estilo” o la vida personal de tal o cual militante de la CCI!

Hoy, cuando siguen pasando “tantas cosas en el mundo” ¿qué se le ocurre hacer a ese grupo que tiene la pretensión ¡y la santa barra! de presentarse al mundo entero como... el único “polo serio” de la Izquierda Comunista? No tiene nada mejor que hacer que poner a “discusión” en su Web, y en tres idiomas, las elucubraciones de un psicópata (donde las mentiras son tan imponentes como la falta de escrúpulos). Todo ello para dilucidar si....nuestra llamadas telefónicas a militantes del NCI en Argentina (¡de las que el BIPR ni siquiera conoce su contenido!) son una ¡confirmación de la “degeneración estalinista” de la CCI!

El BIPR, al conchabarse con la FICCI, ha puesto una bomba en su propia casa. Solo nos queda agradecer a la FICCI haber dejado claro, en sus “Boletines”, las intenciones del BIPR de “hacer todo lo posible por empujar a la  desaparición” de nuestra organización. ¡Por una vez el chivatazo ha rendido servicio a la CCI!

Ya es hora de que el BIPR, si no quiere hundir su propio barco, deje sus “reflexiones (¡y estúpidas especulaciones!) sobre las crisis de la CCI” para reflexionar sobre las causas de sus propios sinsabores organizativos y su actual deriva.

Es el único método que puede (¿quizá?) hacer que escape a la suerte a la que le condena su oportunismo congénito.

Ya es hora de que el BIPR reconozca que, pese a su alianza diplomática y “táctica” con la FICCI, no tiene los medios para cumplir su ambición de “empujar a la desaparición de la CCI” para ser el “único polo de reagrupamiento” de la Izquierda Comunista. Cuanto más croa el BIPR con esa banda de golfos (y su pequeño clon degenerado de Argentina), cuanto más encamina sus pasos hacia “una lenta y segura agregación de las fuerzas revolucionarias”  (como afirma en su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones”) más rápido avanza hacia el fin trágico y grotesco del ... sapo que quiso ¡ser más grande que un buey!.

CCI (18/11/04)

[1] Buró Internacional por el Partido Revolucionario, organización que se reivindica de la tradición de la Izquierda Comunista de Italia, y que está formada principalmente por la Comunist Workrs´Organisation (CWO) en Inglaterra y Battaglia Comunista en Italia

[2] En las primeras líneas de su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones” el BIPR se cubre de ridículo: se rasga las vestiduras por que la CCI haya podido emplear (en el artículo “El BIPR rehén de una hampones”) palabras tan vulgares como “hampones”, “canastilla de boda”, “mujeres de poca virtud”, o incluso ¡“blenorragia”!. Visiblemente el redactor de esa “Respuesta” a  la CCI no conoce a fondo la lengua francesa ya que ninguno de esos términos se considera vulgar. El traductor se habría podido ahorra ridiculizar un texto oficial del BIPR, traducido a varias lenguas, en el cual el término “canastilla de boda” se mete en la rubrica de ¡palabras vulgares!.

[3] Ver el texto, publicado en el Web de la FICCI, “La ignominia no tiene límite” que introduce la Declaración del “Circulo” del 2 de Octubre. Curiosamente la versión francesa ha desaparecido de la Web de la FICCI (a fecha de hoy solo está en Ingles y Castellano). Afortunadamente hemos guardado copias y se las podemos mandar a los lectores que nos lo pidan. Además hay que constatar que los llamamientos al progromo lanzados por esos hampones empiezan a tener un cierto eco como lo corrobora un anónimo amenazador recibido a principios de noviembre en nuestra dirección e-mail en España. Nuestros lectores podrán ver el correo (¡tan vulgar como nauseabundo!) de ese buitre acompañado de nuestra respuesta en nuestra Web en Español

[4] La FICCI considera que la CCI es de su propiedad cuando afirma en su Boletin nº28 que la CCI es “NUESTRA organización”. Es la misma visión que llevó al ex - militante Michel a afirmar durante una reunión secreta de la que descubrimos sus actas: “Tenemos que recuperar los medios de funcionamiento”. Hay que señalar que Michel ha preferido jubilarse a juntarse con la “fracción”, y es porque comprendió (como dijo claramente a una delegación de la CCI) que “¡lo que hemos hecho (a espaldas de la organización) es miserable!”. Contrariamente a sus amigos de la FICCI ha preferido una salida un poco más “honrosa” devolviendo la totalidad de su deuda con la CCI.

[5] ¡No tenemos ningún inconveniente en que el BIPR se “solidarice” con la FICCI abriendo una suscripción para ayudarle a devolver el dinero a la CCI!

[6] Con esa misma intransigencia y determinación la CCI consiguió, en la primavera del 2002, recuperar  los archivos depositados en la “segunda residencia” de un miembro de la FICCI cuando este rufián se aprestaba a mudarlos. Queremos señalar que  recuperamos nuestro archivos con la más total normalidad: el ciudadano Olivier, miembro “dirigente” de la FICCI nos los devolvió si rechistar ni oponer resistencia

[7] Ver la Web de Révolution Internationale 351

[8] Al menos hasta el 14º Congreso de la CCI. Después, ante el creciente repudio de sus comportamientos en la organización, empieza a sabotear el trabajo, por lo que tomamos la decisión de apartarla de tal responsabilidad. Sin embargo, guardó a nuestras espaldas (y premeditadamente) una copia del fichero de suscriptores, todo eso mucho antes de que se constituyera la supuesta “fracción”

[9] Hay que decir, que los miembros de la  FICCI en ningún momento hicieron el más mínimo esfuerzo para convencer al resto de la CCI. Todo lo contrario: su actitud abiertamente destructiva y de “tierra quemada”, la mentira y el chantaje sistemático, sus dobleces y maniobras sórdidas... los aislaron de casi todos los militantes de la CCI, incluso de aquellos que al principio habían sido sensibles a sus argumentos.  Mientras que la CCI les conminaba a que expusieran abiertamente sus desacuerdos en nuestras reuniones internas y publicándolos en nuestros boletines internos, preferían  filtrar a sus “iniciados” los documentos que no daban al resto de la organización y hacer reuniones secretas complotando para “desestabilizar” (según los propios términos de esos virtuosos caballeros) a la organización. También rechazaron nuestro ofrecimiento de publicar en la Revista Internacional una respuesta por su parte al artículo publicado en la 108 sobre la noción de fracción, artículo que rechazaban, a fin de que expusieran en base a la experiencia histórica del pasado  las concepciones sobre las cuales se había fundado la “FICCI”.

[10] Hay que notar que en su “Respuesta” a nuestras “estúpidas acusaciones”, el BIPR empieza a dar un pequeño esbozo de análisis sobre el fenómeno del parasitismo. Así afirma con toda razón, que la constitución de “un nuevo grupo disidente de la CCI” significaría que “un intelectual” cualquiera rodeado de algunos simpatizantes, se siente con derecho a hacer su pequeño grupo, sisando de aquí o allá ideas y posiciones, con una manifiesta incapacidad para mantener unidos a los camaradas”. Los elementos de la FICCI traicionando nuestros principios organizativos, propagando mentiras repugnantes contra nuestros órganos centrales y nuestros militantes,  han roto con la CCI  (¡en esto estamos totalmente de acuerdo con el BIPR!): y han mostrado su “propia incapacidad para mantener unidos a los camaradas”. “Sisando” dinero y material a la CCI, “sisando aquí o allá (a la CCI y al BIPR) algunas ideas y posiciones” , estos timados no tienen ningún “derecho” a reclamarse de la Izquierda Comunista. No nos queda más que  alentar al BIPR para que vaya un poco más lejos en su reflexión: ese grupúsculo autodenominado “Fracción interna de la CC” no es una emanación histórica del proletariado. ¡Carece de toda legitimidad y solo es un grupo parásito!. En cuanto a la caricatura que hace el BIPR de nuestro análisis del parasitismo tratando de ridiculizar las “estúpidas”  acusaciones de la CCI que grita “¡complot de la burguesía!”, solo pone de manifiesto una cosa: su ignorancia de lo que Marx denunciaba contra sus detractores a propósito de la Alianza de Bakunin al afirmar (en prueba de su “estupidez”) que el combate del Consejo General de la AIT contra Bakunin era “un complot del sol contra la sombra”

[11] En Junio de 1897 el escritor americano Mark Twain escribió, ante los rumores sobre su muerte: “la noticia de mi muerte se ha exagerado ampliamente”. Podemos decirle lo mismo al BIPR: la noticia de nuestra “desintegración” ha sido “ampliamente exagerada”. Es hora de que de una vez por todas, los militantes del BIPR dejen de creer las historias de terror (lo mismo que los cuentos de hadas) que le cuenta la FICCI. Ya no tienen edad

[12] Aclaremos sobre esta afirmación una serie de puntos para restablecer la verdad:

a).- La idea que vehiculiza el BIPR de que solo queda en el CCI un “miembro fundador” es radicalmente falsa. Aconsejamos al BIPR que verifique la veracidad de las informaciones que suministra la FICCI ya que, como decía Lenin, “el que cree a pie juntillas es un idiota redomado”.

b).- Ser miembro fundador no implica, en nada, estar inmunizado contra la traición. ¿Hay que recordarle al BIPR entre los 6 miembros fundadores de Iskra (¡cuya talla es muy diferente de esa banda de golfos!) 4 traicionaron y se pasaron al campo de la burguesía durante la primera guerra mundial. Lenin fue el único miembro de Iskra que se mantuvo fiel a la causa revolucionaria hasta el final.

Queremos restablecer otra verdad: los miembros de la FICCI no son “dirigentes de la vieja guardia” como pretende el BIPR. A diferencia de lo que van diciendo por ahí, con increíble presunción “para darse jabón”, ninguno de ellos ha sido “fundador de Revolution Internationale” (antecesor de la CCI junto con nuestra sección en Venezuela). Ni siquiera el más viejo de ellos, el hombre invisible (y “padre fundador” de la FICCI) el ciudadano Jonás lo es pues abandonó la organización justo después del final del movimiento del Mayo 68 y no volvió a ella hasta años después, mediados los años 70.

Los miembros de la FICCI, para evitar que se esclarezca su trayectoria dentro de la CCI se oponen a un Tribunal de Honor. Esos héroes de tira cómica, que se tienen por Superman o por Wonderwoman, prefieren dedicarse a embaucar a todos aquellos que, como el BIPR, se tragan sus cuentos. Haber militado durante años y haber formado parte de los órganos centrales no les convierte en “dirigentes de la vieja guardia”.

De hecho, la FICCI y el BIPR se echan flores mutuamente: el BIPR presentando a los miembros de la FICCI como “dirigentes” de la “vieja guardia de la CCI”  y la FICCI se las devuelve diciendo que el BIPR es “el único polo de reagrupamiento de la Izquierda Comunista”. ¡A esto se resume el trato diplomático entre el BIPR y la FICCI!

[13] Ver “Círculo de Comunistas Internacionalistas: ¿Impostura o realidad?” en Acción Proletaria nº 179

[14] Ver la Declaración del NCI en Acción Proletaria nº 179 y también “Noticias de Argentina: El NCI no ha roto con la CCI” en Suplemento de Acción Proletaria nº 180

 

 

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