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Esta toma de posición se refiere a las acciones de la autodenominada “Fracción interna de la CCI”, un grupúsculo parásito compuesto por antiguos miembros de la CCI excluidos de nuestra organización por sus comportamientos de soplones (y no por desacuerdos políticos que habríamos querido acallar, como ellos pretenden). Los últimos episodios de la ofensiva de la FICCI dirigidos no solo contra nuestra organización sino que comprometen al conjunto de la Izquierda Comunista nos mueven hoy a publicar esa toma de posición del NCI. La FICCI en el número 27 de su publicación en Internet (por demás enviado a las direcciones de abonados de RI cuyo fichero robó un miembro de esa pretendida “fracción”) publica un documento titulado “Información de una reunión entre el BIPR y la fracción” donde puede leerse, entre otras cosas, que “Esta reunión es una concretización suplementaria y significativa de los lazos que nuestra fracción trata de establecer con el BIPR, y más ampliamente con las organizaciones y elementos del campo proletario” (...) “Esta reunión ha permitido, en su parte final, poner las bases para un trabajo común en el que el debate debe ocupar un lugar destacado”.
En realidad lo que menos le preocupa a la FICCI es el desarrollo del medio proletario y de los debates en su seno. Lo que mueve a este grupúsculo (como puede constatarse mes tras mes en su publicación) es dañar lo más posible a la CCI (ya que no pudieron destruirla tal y como intentaron sus miembros cuando aún estaban dentro de nuestras filas). Para ello sus miembros precisan procurarse de otros grupos de la Izquierda Comunista un certificado de respetabilidad para blanquear su comportamiento de golfos y soplones. A tal efecto la FICCI no duda en emplear cualquier medio para granjearse las simpatías de esos grupos, especialmente del BIPR: “Se impone una constatación política para nuestra fracción: solo hay hoy un polo de reagrupamiento entre los grupos que se reivindican de la izquierda (...) La única organización que tiene capacidad de jugar ese papel de polo de referencia y reagrupamiento, armada de una experiencia en la que apoyarse, es el BIPR (...) Aún contando con fuerzas poco numerosas, el BIPR es la única organización capaz de defender en la clase, de forma práctica a través de la intervención en las luchas, las posiciones comunistas, internacionalistas contra la propaganda burguesa y que, al mismo tiempo, es capaz de ser un polo de reagrupamiento (...) Esta organización es activa tanto en el plano de su capacidad para impulsar el debate y empujar hacia una autentica clarificación política en el seno de lo que llamamos campo proletario, el medio internacionalista, como respecto a lo que tienen una voluntad de inscribirse en la dinámica de construcción del partido”.
Para no cansar al lector, solo reproducimos una mínima parte de las toneladas de vaselina que la FICCI extiende sobre la piel del BIPR. Perece que el BIPR no conoce la famosa fábula de La Fontaine en la que el lobo adula al cuervo para arrebatarle su queso. Por eso el BIPR cede a la FICCI su...queso, el certificado de buena conducta que tanto anhela, sin ser capaz de comprender el autentico juego de ese grupúsculo.
Esa es justamente la trampa en la que no han caído los compañeros del NCI. Tal y como afirman, expresan las opiniones que a continuación reproducimos tras haber examinado atentamente los documentos publicados tanto por la FICCI como por la CCI (y no por haber creído a ciegas en nuestra palabra).
Hoy un grupo, aparentemente nacido de la nada, que no explica en ningún momento su relación con el NCI, se proclama como el “NCI segunda época” rechazando las posiciones del NCI que a continuación publicamos. Tal fenómeno consideremos que requiere cuanto menos una profunda explicación política por parte de ese nuevo “Circulo” (se presenta en Internet como “Circulo de comunistas internacionalista”) cosa que hasta el presente no ha hecho.
Publicamos la Resolución adoptada por el Nucleo Comunista Internacional el 22-5-04 y a continuación el texto de reflexión en la que se basa dicha Resolución
En virtud de lo señalado precedentemente, el grupo con asiento en Argentina Revolución Mundial ha decidido y en forma unánime ha resuelto lo siguiente:
1) Rechazar las acusaciones lanzadas por la Fracción Interna de la CCI contra la Corriente Comunista Internacional.
2) Rechazar enfáticamente las sombras y sospechas que maliciosamente la FICCI ha sembrado contra una serie de camaradas de la CCI, solidarizándonos con éstos plenamente.
3) Considerar métodos dignos del estalinismo las acusaciones sin fundamentos realizadas por la CCI.
4) Considerar que dichas acusaciones estuvieron motivadas por un espíritu de secta o de clan por parte de la fracción producto de lealtades personales, y no programáticas.
5) Repudiar el robo de dinero, y materiales de la organización por parte de la FICCI.
6) Considerar a la FICCI una organización fuera de la clase obrera, la cual propugnamos por su exclusión y expulsión del proletariado, por conductas de carácter burgués.
7) Consideramos a la FICCI una organización influida cien por ciento por la ideología burguesa.
8) Rechazar los métodos utilizados por la FICCI para evitar el debate político en el XV Congreso de la CCI, repudiando la actitud liquidadora y destructiva de aquella.
9) Considerar a la conducta asumida por la FICCI como extraña a la clase obrera, y a la izquierda comunista, siendo cercana a la mostrada por Stalin en sus campañas difamatorias contra militantes bolcheviques.
10) Considerar por unanimidad que la FICCI es una organización provocadora al servicio del estado burgués
11) Considerar que la FICCI no es heredera de los principios programáticos fundacionales de la CCI, al contrario es su antagónico.
12) Considerar a la CCI como una organización que a pesar de las dificultades , que no oculta, lleva a cabo los principios fundamentales del programa y del manifiesto de la CCI como asimismo de las otras adquisiciones teóricas que surgieron a la luz de la lucha de clases.
13) Rechazar la falsa acusación formulada por la FICCI de que la CCI ha abandonado la lucha de clases y haya perdido confianza en la revolución comunista.
14) Autorizar a la CCI si estima correspondiente la publicación de la presente, a los efectos que considere pertinente.-
Buenos Aires mayo 22 de 2004.-
TOMA DE POSICIÓN CON RELACION A LA FRACCION INTERNA DE LA CORRIENTE COMUNISTA INTERNACIONAL.
Desde la conformación de este pequeño núcleo con base en la Argentina – Núcleo Comunista Internacional, hoy Revolución Mundial- hemos tomado conocimiento a través de la lectura de las publicaciones, tanto de la Corriente Comunista Internacional , como de la Fracción Interna de la CCI, de un conflicto el cual, conforme lo expone la fracción podemos resumirlo esquemáticamente en los siguientes puntos:
a) abandono por parte de la CCI de las concepciones fundamentales previstas en sus pautas programáticas y en el manifiesto fundacional.
b) un degeneramiento de carácter estalinista, lo cual impide a sus militantes, de la fracción, expresar libremente sus discrepancias y discutir libremente sus diferencias.
c) En los últimos ejemplares de Boletín Comunista es dable a observar también una crítica cerrada a las tesis sobre la descomposición del capitalismo publicada en la Revista Internacional Nº 107.
Pero la realidad ha demostrado una situación totalmente diferente, a lo que se pretende mostrar, por parte de la FICCI. Ello así, ya que lo podemos denominar la prehistoria de la fracción interna comienza con la renuncia de un miembro destacado de la organización – CCI- hasta ese momento, por razones de salud, según sus manifestaciones. Pero asimismo éste realizó – y realiza- una serie de ataques de una extrema dureza y gravedad sobre otros miembros de la organización, lo cual implicaba necesariamente una investigación y lógicamente el derecho de defensa de parte del acusado o los acusados.
La acusación realizada es a nuestro entender una simple pantalla para realizar una tarea de ruptura y de destrucción de la organización, ¿cómo? Fácilmente creando la desconfianza entre los distintos camaradas entre sí, o sea quebrantando uno de los pilares básicos de toda organización revolucionaria.
La actitud adoptada por dicho miembro, y los futuros miembros de la llamada fracción interna de la CCI fue adquiriendo a lo largo del tiempo características cada vez más peligrosas, es así, que pasó de la denuncia sin fundamento alguno contra camaradas, por el simple hecho de no acordar con estos, a quebrantar la disciplina revolucionaria que debe tener toda organización centralizada, pasando a negarse a debatir abiertamente las diferencias con la CCI , o defender sus posturas de cara al conjunto de la organización, concluyendo, a denunciar o publicitar nombres de miembros de la CCI para que pudieran ser identificados más fácilmente por las fuerzas represivas.
Pero resulta indispensable aquí proceder a analizar alguno conceptos que no es invento de la CCI, sino que nos es legado por la experiencia histórica de las organizaciones y militantes que nos han precedidos, y es el estatuto.
Consideramos al estatuto de una organización revolucionaria, no como un cuerpo o un conjunto de cláusulas formales, o un plexo normativo muerto, todo lo contrario un estatuto es un cuerpo vivo, que junto a las pautas programáticas conforman un todo único, que es fruto de la experiencia histórica de la clase obrera.
Uno de los grandes aportes de Lenin a las organizaciones revolucionarias, fue la dura lucha que sostuvo contra la fracción menchevique con relación al partido, cuando en su obra Un paso adelanta dos pasos atrás, realiza no solamente críticas a sus oponentes por su conducta de círculo, o de amiguismo, sino también, que deja sentado las bases sobre las cuales deben asentarse toda organización revolucionaria: centralización, organización y disciplina. Pero esta disciplina no es algo ciego o inconsciente, todo lo contrario la disciplina de toda organización revolucionaria debe ser consciente, por ser proletaria, cuyo objetivo final es el comunismo, a diferencia de la disciplina burguesa que es ciega, oprobiosa y basada fundamentalmente a través de la coerción física y/o moral que le da sustento a la misma. A la disciplina inconsciente de la burguesía el proletariado le opone la disciplina consciente y voluntaria, único método de unidad y de organización.
La organización revolucionaria se halla en lucha constante contra el enemigo de clase, o sea el capitalismo, y es por ello que la lucha política que se libra, hace indispensable la existencia de reglas claras – el estatuto- , éste no es un cuerpo de normas destinadas a defender o mantener el privilegio de tal o cual individuo, todo lo contrario, el estatuto es el arma defensiva que posee las organizaciones revolucionarias, contra el oportunismo en materia organizativa, y asimismo, es el medio adecuado que regirá la vida militante, y que significará también que esta no este en contradicción con su vida personal. Pero también significa fundamentalmente los derechos y deberes que poseen cada uno de los integrantes de una organización revolucionaria.
La fracción interna no constituye una fracción, en el sentido estricto del término y tal como nos ha sido legado por la experiencia de Bilan, ello así, ya que la misma, a pesar de intentar incorporar en un plexo único una serie de diferencias o de discrepancias de índole político, no es más que un círculo, o una camarilla de personas que han “perdido” sus “posiciones”, lo que implica asimismo una adaptación a la ideología burguesa.
Ello así, ya que si bien las divergencias en el seno de toda organización revolucionaria es síntoma de salud, o sea que posee vitalidad, estas divergencias nunca podrán ser resueltas vía sanciones disciplinarias, o exclusiones de sus miembros, pero ello no implica en absoluto el abandono de la disciplina y el no respeto de las reglas establecidas por el estatuto de la organización.
Incumplimiento de los estatutos y no aportes económicos son puntales de la destrucción de una organización política, si la FICCI no lo cree así, que manifieste que es entonces dicha actitud.
Los estatutos de la CCI plantean claramente la cuestión de las fracciones, las divergencias que puedan surgir en el seno de una organización política es síntoma de salud política, pero ello implica necesariamente un debate franco abierto de las divergencias que existan entre diversas posiciones. Pero la FICCI no lo vio así, ya que abandono y se rehusó defender sus posiciones en la instancia superior de toda organización: el Congreso, y la actitud de la CCI fue la correcta siguiendo el ejemplo de Bilan con relación a la organización que se desprendió de ella en 1936 con relación a la guerra civil española.
Las divergencias que eventualmente puedan existir en el interior de una organización , no implica calumniar a militantes, tal cual la FICCI lo ha realizado, y que no fue objeto de rectificación, esta actitud tendiente a minar la confianza y a sembrar la sospecha, debe traducirse simplemente como una actitud útil para el estado burgués, lo que implica el carácter contrarrevolucionario de la FICCI.
Falsa son las manifestaciones de la FICCI, que expresan “defender los principios de la CCI”, cuando ellos mismos violentan las reglas establecidas en el estatuto.
Falsa son los dichos de la FICCI, que dicen que la CCI esta degenerada por una tendencia estalinista, cuando son ello mismos, que utilizan dichos métodos, como la delación, y las sospechas infundadas.
Falsa resulta su dichos reintentar “recuperar a la CCI”,cuando no se apersonan al Congreso a defender sus posiciones, e intentar “convencer” o “rescatar” a la organización que esta presa de una secta estalinista y liquidadora.
Ello lleva concluir que la fracción interna a pesar de sus malabarismos de “crear” diferencias con la CCI, es solamente un conjunto de personas agrupadas con un solo objetivo fundamental, destruir a dicha organización con una serie de argumentaciones que no ha podido ni comprobar, ni demostrar en modo alguno desviación de la CCI de sus principios consagrados en la plataforma programática ni en el manifiesto fundacional de dicha organización.
La política de demolición que llevo a cabo la llamada FICCI, es similar en cierta manera la que Bakunim llevó a cabo en la AIT, con calumnias , sospechas, mentiras, etc., lo que provocó a que Engels planteara acabar con toda dicha situación excluyendo a Bakunin.
Las calumnias y los ataques a la CCI, destinados a la destrucción de la organización, es típica de la propaganda de la burguesía, la cual manifiesta que ninguna organización obrera puede pervivir, ya que los principios comunistas, de solidaridad, confianza mutua entran en conflicto con la “naturaleza humana “ de egoísmo, desconfianza, etc.
Las organizaciones revolucionarias, son débiles es cierto, y muchas veces sufren la influencia directa de la sociedad burguesa dominante, es por ello que toda organización en su construcción y defensa es una tarea constante y de combate permanente contra las influencias del sistema dominante que intenta corromper a las organizaciones obreras.
Y, ello es lo que se extrae de la conducta de la FICCI, excluidos del SI, se sintieron que “perdieron prestigios”, “poder”, “influencia”, por ende si la organización le quitaba dichos “fueros”, su “orgullo herido” decía que debían destruir a la organización.
Sus pretendidos reclamos de “libertad de critica”, de no “cumplir con sus obligaciones de militantes” es algo que ya Lenin, lo refutó con su obra “Un paso adelante dos atrás”, en su voraz y didáctica critica que realizó a las pretensiones mencheviques en contra del partido centralizado , disciplinado y de combate.
Para la fracción centralización y disciplina se contraponen con la posibilidad de debatir las divergencias. Es evidente que se hallan plenamente influenciados por la ideología burguesa, han abandona del campo proletario.
Como sus posiciones no han logrado convencer al conjunto de la necesidad de derrocar a los “liquidacionistas” y como son miopes para ver las bondades de la FICCI, entonces merecen ser destruidos.
Esta fracción ha demostrado con su accionar concreto que se hallan objetivamente al servicio del estado burgués, jugando el rol de provocador con todo lo que este termino significa.
Falso nos resulta a este pequeño núcleo las divergencias que se planteaban con relación a la descomposición del capitalismo ( tesis que RM-A- aprueba), ya que los miembros de la FICCI cuando se comenzó a debatir este tema mostraron su aprobación, y nunca jamás plantearon disconformidad alguna. Pero consideramos que la fracción como un conjunto de individuos unidos bajo ningún principio, sino solamente por la ambición personal, y con el deseo de destruir a la CCI han utilizado dicha bandera para poder engañar a las futuras camadas de militantes revolucionarias que vayan asomando.
La Fracción Interna en contradicción con la experiencia de la Izquierda Comunista italiana y de Internationalisme
Volviendo a las experiencias históricas, debemos mencionar que las fracciones que existieron , ya sea en el seno de la Tercera Internacional Comunista, o frente a la degeneración de la misma, tarea que tomó en su manos, entre otros, la Fracción Comunista italiana, la fracción jugaba en ambos caso y se conformaba ante situaciones de extrema gravedad o de suma importancia para la clase obrera.
La fracción es un término que es utilizado para definir o caracterizar como bien lo podemos observar en Bilan cuando establece que cuando una organización revolucionaria se halla en un proceso de degeneración, es indispensable sacar las lecciones y las enseñanzas de dicho proceso, es decir, a los efectos de un esclarecimiento político. Es decir que a diferencia del revolucionario ruso León Trotsky que planteaba la fracción interna como paso previo a la conformación de un nuevo partido, la experiencia de Bilan, y de la izquierda comunista italiana, era que la fracción tenía una naturaleza de reflexión , esclarecimiento político y profundización. Es por ello, que la actividad que lleve a cabo la fracción debe estar íntimamente ligada a la relación de fuerzas, y a la lucha de clases, ya que el proceso degenerativo de un partido demuestra la debilidad de la clase.
Es útil consignar aquí la propuesta de Jacobs, y que fue publicada en Bilan Nº 17, que dice: “ Es evidente que la necesidad de la fracción es también la expresión de la debilidad de un proletariado que ha sido desarticulado, o gangrenado por el oportunismo, mientras que , por el contrario, la creación del partido es la plasmación de un curso con etapas ascendentes, en las que el proletariado, una y otra vez , se vuelve a encontrar a sí mismo, se va concentrando. Y mediante las luchas parciales y globales va abriendo brechas para acabar derribando la estructura del capitalismo…”
¿La CCI impidió el debate? ¿La CCI es una corriente liquidadora del los principios fundamentales?
Frente a las acusaciones que consideramos falsas por parte de la FICCI, que la CCI impidió el debate en ciernes, cabe manifestar que si dicho debate no se dio en toda la extensión que desearía la fracción se debió pura y exclusivamente por su responsabilidad (FICCI). Ello así, ya que no tenían la menor intención de debatir con el colectivo dichas diferencias, sino todo lo contrario el objetivo central era la destrucción de la CCI, o sea si los “preclaros” no son comprendidos o aceptadas sus posiciones, la CCI merece morir.
Es así, que realizaron toda clase de tropelías, que en definitiva están todas y cada una de ellas, incluidas en un libro escrito hace 80 años de Victor Serge acerca de la represión, delaciones, crear confusión, desconfianza, etc., pero si bien no actúan a nombre de un servicio del estado burgués, su conducta es objetivamente provocadora, y al servicio de la burguesía.
La FICCI, en su accionar liquidador y destructor, es, salvando las distancias y las diferencias, una actitud similar a lo sucedido en las experiencias históricas, tanto de la AIT- Alianza, como la escisión en 1903 del POSDR, además de utilizar metodologías típicamente estalinistas como sembrar dudas, sospechas sobre militantes de una organización, de igual manera cuando Stalin acusó a León Trotsky de agente imperialista cuando este último era oposición a la degeneración estalinista y al socialismo en un solo país propugnado por el primero.
El espíritu de secta, basados en el amiguismo, las conformaciones de tendencias o fracciones de carácter secreto, el quebrantamiento de la disciplina revolucionaria que toda organización centralizada y única posee, es producto de la influencia de ideologías extrañas a la clase obrera, es decir ideas pequeñas burguesas y burguesas.
Es así, que las acusaciones , falsas por cierto, lanzadas por miembros de la FICCI, hacia camaradas de la CCI, su rechazo a debatir las diferencias políticas que pueden poseer, hacen recordar a la actitud asumida por Mencheviques y Martov en el congreso del POSDR ruso, el cual Lenin lo acusó de llevar a cabo una política liquidadora de la organización revolucionaria.
Es así que cuando en dicho congreso se resolvió modificar el cuerpo editorial de Iksra, Martov, fiel al espíritu de secta o de circulo, rechazó el mismo planteando la posición antimarxista de que harían tales miembros desalojados de la editorial en el partido. Conducta similar adopta la FICCI, ya que fuera de los órganos de centrales de la CCI, por parte de miembros de la FICCI, la pregunta es ¿qué deben hacer esto? La respuesta la hallaron fácilmente, destruir la CCI, igual que los mencheviques en 1904.-
Los miembros de la FICCI plenamente influidos por parte de la ideología ajena de la clase obrera, al ser removidos de los órganos centrales de la CCI, actuaron de la misma manera, casi una copia exacta como lo describe Lenin en un paso adelante dos pasos atrás acerca de la crisis del POSDR, ya que los integrantes “removidos” plantearon que si son sacados de los órganos centrales, la CCI debe ser destruida, ello así, ya que entienden la llegada a un órgano central, como haber alcanzado el máximo escalón de poder y de prestigio, conducta típicamente de la pequeña burguesía, y para lograr ello, y mantenerse en la “cima” no escatiman de medio alguno, injuriar camaradas, visualizados como “enemigos”, denunciar camaradas a la burguesía, sea publicitando sus verdaderos nombres, denunciar la realización de reuniones, etc.
Es por todas las circunstancias señaladas que provocan que este pequeño núcleo basado en la argentina repudie la política de la FICCI, considerándola contraria a la disciplina revolucionaria y al servicio del estado burgués.
Ello se debe fundamentalmente a lo siguiente, cuando éste pequeño núcleo se pregunto:
¿Qué son los Estatutos de una organización revolucionaria?
Consideramos que es imprescindible, para comprender mejor la situación suscitada entre la CCI y la FICCI, evaluar no sólo lo que es el estatuto, sino también, conocer que plantea el estatuto de la CCI, sea cuando hay diferencias políticas, saber si es permitido la formación de fracciones o no sea cuando conductas de carácter que atente no contra la incolumidad de la organización, sino en sus cimientos básicos, entendido esto como seguridad, etc.
En primer lugar, consideramos al estatuto de una organización revolucionaria, no como un cuerpo o un con junto de cláusulas formales, o un plexo normativo muerto, todo lo contrario un estatuto es un cuerpo vivo, que junto a las pautas programáticas conforman un todo único, que es fruto de la experiencia histórica de la clase obrera.
Uno de los grandes aportes de Lenin a las organizaciones revolucionarias, fue su dura lucha que sostuvo contra la fracción menchevique con relación al partido, cuando en su obra Un paso adelanta dos pasos atrás, realiza no solamente críticas a sus oponentes por su conducta de círculo, o de amiguismo, sino también, que deja sentado las bases sobre las cuales deben asentarse toda organización revolucionaria: centralización, organización y disciplina. Pero esta disciplina no es algo ciego o inconsciente, todo lo contrario la disciplina de toda organización revolucionaria debe ser consciente, por ser proletaria, cuyo objetivo final es el comunismo, a diferencia de la disciplina burguesa que es ciega, oprobiosa y basada fundamentalmente a través de la coerción física y/o moral que le da sustento a la misma. A la disciplina inconsciente de la burguesía el proletariado le opone la disciplina consciente y voluntaria, único modo método de unidad y de organización.
La organización revolucionaria se halla en lucha constante contra el enemigo de clase, o sea el capitalismo, y es por ello que la lucha política que se libra, hace indispensable la existencia de reglas claras – el estatuto- , éste no es un cuerpo de normas destinadas a defender o mantener el privilegio de tal o cual individuo, todo lo contrario, el estatuto es el arma defensiva que posee las organizaciones revolucionarias, contra el oportunismo en materia organizativa, y asimismo, es el medio adecuado que regirá la vida militante, y que significará también que esta no este en contradicción con su vida personal. Pero también significa fundamentalmente los derechos y deberes que poseen cada uno de los integrantes de una organización revolucionaria.
De la lectura y estudio de los estatutos de la CCI, podemos manifestar sin hesitación alguna, que los mismos es una clara traducción metodológica del programa de la CCI, es decir, existe un paralelo entre estatuto y programa, y que en el mismo existen capítulos enteros destinados a que los camaradas que poseen disconformidad con tal o cual punto o consideración programática tenga todas las garantías para debatirlas y hacerlas conocer al conjunto de la organización. La FICCI no utilizó dichos derechos, solamente se limitan a expresar su disconformidad y lanzar epítetos y calumnias del “estalinismo” de la CCI, pero la pregunta que nos manifestamos a continuación es la fracción quebrantó los estatutos de la CCI
¿La FICCI ha quebrantado los Estatutos de la CCI?
De la lectura de los antecedentes que este núcleo posee, hemos podido observar y constatar en los mismos, que ha existido una acusación de carácter muy grave contra integrantes de la CCI, puede suceder que frente a los embates del estado burgués, y de sus aparatos coactivos exista entre los integrantes de una fuerza de sospechas que uno de ellos pueda tener sobre otro, pero es imprescindible actuar debidamente ante los órganos correspondientes, como le compete a toda organización revolucionaria, a los meros efectos, no solo de no calumniar al militante sospechado, sino también evitar transformar dicha situación en un “circo” a pedir de boca de la burguesía.
La historia ha enseñado y no has dado muchas lecciones de la manera en como actúa el estado burgués sembrando la desconfianza, minando la solidaridad, la confianza mutua que debe existir en una organización, e incluso empujando a que readopten postura democratistas típicas de la burguesía.
Lenin decía que:”…los conceptos de democracia en general y dictadura en general , sin plantear la cuestión de qué clase… es una mofa…. Porque en ningún país capitalista civilizado existe la democracia en general, porque lo que existe en ellos es únicamente la democracia burguesa.”
En los párrafos precedentes hemos dado cuenta, de las diversas actitudes que han adoptado los miembros de la CCI, desde la separación de un miembro de la misma que tendía no precisamente a plantear diferencias, a enriquecer el debate, todo lo contrario, la misma estaba destinada a destruir a la organización, ya sea creando dudas, desconfianzas, etc., a través de métodos dignos del capitalismo, como la calumnia la injuria, etc.
Ello se debe a que la ideología del enemigo de clase ha inficcionado profundamente en los ex militantes de la CCI, llamados ahora FICCI, ya que incurrieron en conductas típicamente estalinistas, como la calumnia, en espíritu de clan, o de circulo de amigo, y vizualizaron a una organización revolucionaria como medio de ascenso, de poder , etc. Dificultades estas que la CCI había observado y había alertado al respecto desde mucho tiempo atrás, tal como dan cuenta los documentos y artículos de los diversos medios de propaganda de la CCI.
Conciencia, Solidaridad y Confianza mutua
Toda organización revolucionaria debe basarse en estas tres piedras angulares para su propia subsistencia. Un grupo, corriente, y/u organización revolucionaria, se halla bajo el fuego cruzado de la influencia de la ideología burguesa, que intenta a cada paso destruir ello.
Es así, que las usinas propagandísticas de la burguesía, enemigo de clase del proletariado, intenta a cada paso propagandizar que el “fracaso” de las organizaciones comunistas se deben que no atienden a la “naturaleza humana”, es decir, egoísmo, individualismo, etc. Todas estas lacras que le son propias al capitalismo, la burguesía intenta generalizarlas.
La clase obrera, es la única clase que posee una visión histórica consciente, lo mismo que la revolución proletaria se diferencia de las otras producidas en el pasado por ser plenamente consciente. La clase obrera es el sujeto de la revolución, y la diferencia de los otros sujetos del pasado, es que aquella no es explotadora y esta interesada en acabar la explotación del hombre por el hombre.
Pero el sujeto revolucionaria, entendido como clase revolucionaria debe basar su fuerza en la confianza no solo de sus experiencias actuales, sino también de las experiencias del pasado, de las lecciones dadas por la lucha de clases, y es a través de la misma que el proletariado, como sujeto revolucionario, que podrá aprender de experiencias para así lograr la destrucción de la sociedad capitalista.
La clase obrera por ser clase explotada debe desarrollar y tomar conciencias de la necesidad de la lucha colectiva contra este sistema y para tales efectos es indispensable que posea confianza en si misma y en la tarea histórica que le ha sido encomendada, dicha confianza es sobre el conjunto de la clase sobre la totalidad de la misma y no sobre un parte integrante de la misma, tal como sucedió con la burguesía y otras clases explotadoras cuando en un pasado fueron clases revolucionarias.
Pero la confianza de la clase no es algo estable , tiene altibajos y fluctuaciones, lo mismo sucede con las organizaciones revolucionarias que en épocas de derrotas solo conservan la confianza en la clase pequeñas minorías.
El pasado, las experiencias históricas dan un gran contribución a la confianza, porque ella enseña a las nuevas generaciones obreras de las luchas del pasado y de los logros de la clase obrera, es así que la burguesía ataca los hitos fundamentales de la clase como la revolución rusa, con el objetivo claro de hacer perder al proletariado confianza en sí mismos. La clase obrera puede lograr la victoria definitiva luego de una serie de derrotas, las cuales extraídas las enseñanzas correspondientes de los errores pasados antes de la victoria final.
Pero junto a la lucha de clases la teoría juega un rol de vital importancia en la confianza del proletariado, ya que la revolución es un acto consciente, y la victoria de la revolución proletaria solo será posible en cuanto sea conquistada la mayoría de la clase obrera.
Es así, que lucha practica y teoría revolucionaria son factores fundamentales para la confianza del proletariado, o sea no hay practica revolucionaria sin teoría revolucionaria, y no hay teoría revolucionaria sin practica.
Las piedras basamentales en la construcción de una organización revolucionaria, son la claridad programática, que constituye la personificación de la confianza de las tareas históricas que le compete a la clase obrera mundial.
Ninguna organización revolucionaria puede jamás construirse sin confianza, o sea, confianza en el programa que defiende, confianza en la misión histórica de la clase obrera, en el método científico del marxismo, en el funcionamiento de los militantes, confianza en las distintas partes de la organización, pero asimismo, es necesario que la confianza en dichas partes , se traduzca también en confianza en la unidad de los objetivos a lograr y los medios para alcanzarlos.
La confianza , la solidaridad, constituye una unidad dialéctica, el quebrantamiento de uno de ellos ira en desmedro de la unidad de la organización revolucionaria en contra del espíritu del partido, lo que implica poner entredicho la existencia misma de la organización.
Pero este espíritu del partido no es una adquisición permanente, debe ser recreado constantemente en forma permanente , hay ejemplos históricos, el partido bolchevique, la izquierda italiana que en un momento encarnaron las mejores tradiciones revolucionarias desde el punto de vista programático degeneraron.
Es por ello, que para conservar este espíritu de partido es necesario no solo una estrecha vigilancia de carácter revolucionario del colectivo, sino también es fundamental la responsabilidad que le compete a cada un de los militantes individualmente, caso contrario una organización revolucionaria puede traicionar programaticamente e incluso desaparecer.
Los acontecimientos del XIV Congreso, entre la fracción y la CCI, demuestra claramente además de lo expresado en los párrafos y acápites precedentes, un espíritu de clan, o de secta por parte de un grupo - la fracción- que de hecho habían perdido la confianza y la solidaridad con la organización, y sus actitudes pequeña burguesas, al negarse a debatir claramente sus diferencias, lo llevo a degenerar rápidamente hasta llegar a transformarse en un apéndice del estado burgués, al denunciar nombres en la prensa, originado la inseguridad de los camaradas mencionados, a calumniar gratuitamente a camaradas, algo típico de Stalin, en su lucha contra Trotsky, e incluso a agruparse sin principios alguno, con el objetivo central de destruir a la CCI, ejemplo de ello es observado en su boletín, donde se destila mentiras e injurias, siendo totalmente falso sus manifestaciones de “salvar” a la CCI de la “degeneración”, ya que nadie puede creer ello cuando fueron ellos mismo quienes por voluntad propia abandonaron el congreso.
No deseamos reiterar conceptos expresados en párrafos precedentes, pero de la lectura atenta de los materiales que poseemos podemos manifestar sin hesitación alguna, que la FICCI a pesar de gozar de todas las garantías estatutarias, han decidido por voluntad propia abandonar el debate y pasarse con armas y bagajes al campo del enemigo.
Prueba de ello esta determinada por sus conductas antes y durante el congreso, como asimismo actualmente. La actitud asumida por la FICCI es análoga a la postura que adoptó la fracción menchevique durante el congreso del POSDR y que Lenin maravillosamente la retrató en “un paso adelante dos pasos atrás”.
Es así , que la actitud de este pequeño núcleo es de solidaridad política con la CCI, de confianza programática con la CCI, y de rechazo y repudio con relación a la FICCI.
NCI.
EL RECHAZO Y SUS RAZONES
Las posiciones defendidas por el NCI en los textos que el lector acaba de leer, así como sus argumentos, no dejan ninguna duda en cuanto a la condena de los comportamientos ajenos al proletariado y la denuncia de quienes los practican: Como dicen los compañeros del NCI después de haber tomado “conocimiento a través de la lectura de las publicaciones, tanto de la CCI, como de la Fracción Interna de la CCI” decide “repudiar el robo de dinero, y materiales de la organización por parte de la FICCI (...), considerar la conducta asumida por la FICCI como extraña a la clase obrera y a la Izquierda Comunista (...), considerar a la FICCI como una organización fuera de la clase obrera”. Esta apreciación del NCI que data de Mayo 2004, se refrenda en Junio 2004, en su contribución sobre el movimiento piquetero (publicada en Acción proletaria nº 177 y 178) cuando afirma que: “La FICCI, solamente ha llevado a cabo un política de calumnias e injurias contra la CCI”.
Hoy ha hecho su acto de presencia, en la Reunión Publica del BIPR del 2 de Octubre un “Circulo de Comunistas Internacionalistas” que, sin aclarar su relación con el NCI, manifiesta mediante una declaración distribuida como panfleto por la FICCI que “los integrantes de este pequeño núcleo no coincidimos con las mismas” y decide “rechaza el tenor del documento [del NCI] de mayo del 2004 publicado por la CCI”. Declaración que, solo tras la RP del BIPR, aparece publicada ¡exclusivamente en la pagina Web de la FICCI! Declaración en la que se dice que va a ser enviada a los grupos del medio político (entre los cuales la propia Declaración incluye a la CCI) pero que nunca hemos recibido, ni antes ni después de su distribución por parte de la FICCI.
Un giro de tal amplitud, de 180 grados, y tan súbito, ante cuestiones de una importancia tan vital para el movimiento obrero como es la condena de comportamientos de chivato y ladrón, no merece para “este pequeño núcleo” la más mínima explicación política, solo en guisa de “justificación”, en contradicción abierta con la posición que había defendido el NCI, desliza la idea de que el NCI la habría adoptado “sin información de ninguna característica sobre las vicisitudes que atravesaba el MPP y más específicamente la CCI a partir de la expulsión de miembros fundadores de aquella corriente, y que hoy conforman la FICCI”, insinuando que la CCI le habría dado una información interesada y unilateral. [1]¡El que no se contenta es porque no quiere!, dice el refrán. Cualquier lector puede comprobar fácilmente que en Mayo del 2004 la FICCI había publicado profusamente en Internet la mayoría de sus boletines. Y nos consta que la FICCI no duda en enviárselos a todo aquel que se lo solicita (es más sigue mandándolos a quienes les han dicho reiteradamente que no desean recibirlos). Frente a tamaña tergiversación nos limitaremos a recordar lo que afirmaba el NCI respecto a sobre qué bases había tomado posición: “a través de la lectura de las publicaciones, tanto de la CCI, como de la Fracción Interna de la CCI”.
Es más a tenor de lo que se dice en esa “nueva Declaración” es su autor quien está realmente mal informado ya que, como pueden comprobar nuestros lectores a través de nuestra prensa territorial, Revista Internacional y nuestra página Web, la CCI jamás ha afirmado que los miembros de la FICCI son “policías” ni “agentes del Estado burgués” a diferencia de lo que afirma ese “Círculo”. Llamamos a todo lector interesado a comprobar tal extremo tanto en la Advertencia publicada sobre la exclusión del elemento llamado “Jonás” como en los artículos posteriores sobre la FICCI. Este nuevo “Círculo” esquiva interesadamente pronunciarse sobre lo que si se pronunció el NCI, es decir, que el comportamiento de delación y robo son ajenos e incompatibles con el proletariado y su Medio Político. De hecho, observamos que hasta la fecha (15 de octubre), 2 semanas después de la puesta en circulación por parte de la FICCI de la declaración del « Círculo », esta declaración sigue sin aparecer en la Web de este último. ¿Qué podemos pensar de semejante « discreción »? ¿Quizá que el redactor de este violento ataque a la CCI quiere esconder sus escritos más recientes? ¿Quizá que quiere esconderlo a los ojos de los que se presenta como su portavoz?
Por último no deja de ser “curioso” que el motivo de esa “Declaración” sea “la publicación en la prensa territorial de la Corriente Comunista Internacional, y en su sitio Web de una declaración efectuada por el entonces NCI en el mes de Mayo del 2004”, cuando el NCI había manifestado expresamente “Autorizar a la CCI si estima correspondiente la publicación de la presente, a los efectos que considere pertinente” y en ningún momento había manifestado ningún cambio de posición o reserva a ese respecto.
CCI.
[1] Hay que hacer notar que la FICCI, en sus comentarios acompañando la publicación de la « Declaración » del « Círculo » afirma que la toma de posición de mayo 2004 condenando la FICCI, fue «sonsacada mediante la artimaña y el chantaje a los militantes de NCI» que habría adoptado este texto « bajo la presión e incluso el dictado de la delegación de la CCI enviada ante los camaradas argentinos » . Parece claro que la FICCI aporta algo de su propia cosecha, demostrando con ello el profundo desprecio que tiene hacia los miembros de la FICCI que, según ella, no serían más que marionetas « escribiendo bajo los dictados de la CCI ». Además, el 22 de mayo de 2004, no había ninguna delegación de la CCI en Argentina. ¡Otra invención de la FICCI!. Por otra parte, podemos observar otra mentira flagrante de la FICCI que acusa a la CCI en los términos siguientes: "la CCI publica ese texto [la toma de posicion del mayo 2004] sin mencionar que el exNCI lo rechaza, rechazo del que sin embargo tiene conocimiento. Otra marrullería y 'omisión' que equivale a una mentira deshonesta.". Los datos hablan por si mismos: la Toma de Posición del NCI de mayo 2004 fue publicada por Revolución Internacional en el Sitio Web en francés de la CCI el 27 de septiembre, cuando el texto del „Círculo“ rechazando esta toma de posición data del 2 de octubr. Por otra parte, la CCI jamás ha tenido conocimiento de un rechazo de la Toma de Posición del 22 de mayo por parte de alguien del NCI. Las mentiras desvergonzadas son la gran especialidad de la FICCI que tiene mucha tendencia a atribuir a los demás sus propias canalladas.