Cuando Charles Darwin publicó el resultado de
sus trabajos sobre la evolución de los organismos como resultado de la
selección natural, es tentador para la burguesía encontrar una pista de
exploración del desarrollo de las sociedades humanas que se basaría
precisamente en mecanismos de selección de los individuos más adaptados. Esta
tendencia, que se agrupa bajo el término "darwinismo social" es aún activa hoy aunque sus hipótesis quedan
aún por demostrar y su postulado inicial, la lucha competitiva por la
existencia, fuese descartada rápidamente por el mismo Darwin en lo que se
refiere a la evolución del hombre.