24 de agosto de 2011, estalla una huelga en la fábrica de detergentes de DITA en Tuzla, Bosnia. La huelga es espontánea, motivada por los atrasos en los pagos salariales, por la obtención de pluses de transporte y contra la pérdida de seguros médicos y de pensiones. Dura siete meses hasta marzo de 2012. Entonces, tras sufrir un cierre empresarial, los huelguistas, de nuevo espontáneamente, organizan un bloqueo permanente de la fábrica para paralizar la desarticulación de la planta, que ya había tenido lugar en fábricas cercanas.