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En el fondo, todas las contradicciones del camarada Trotski se explican por su error sobre la perspectiva general que él aún preconiza. El trabajo de la Oposición Internacional de Izquierda, inspirado directamente por el camarada Trotski, se basaba en la URSS en tanto que polo de concentración del proletariado mundial. De la naturaleza proletaria del Estado ruso, se desprendía la perspectiva fatal de un bloque universal del capitalismo para la guerra contra la Unión Soviética. El deber de los oposicionistas en todos los países era la defensa de la URSS contra este ataque imperialista inevitable y su lugar, en esta guerra, era en los puestos de avanzada de la defensa del Estado soviético.
Toda la política de “rectificación” de los partidos comunistas se fundaba sobre la visión de la lucha del proletariado ruso contra el centrismo incapaz de asegurar la defensa del Estado obrero. Lo que habría determinado las condiciones favorables para la “rectificación” de los partidos comunistas. Se puede decir que todas las escisiones que se desarrollan en el seno de la Oposición Internacional de Izquierda tienen como causa las divergencias sobre la cuestión rusa. El camarada Trotski, procediendo a toda esta serie de rupturas, creía, evidentemente, realizar así -y solamente así- las condiciones políticas favorables para su perspectiva general.
Después de la victoria del fascismo en Alemania, él preconiza la fundación de un nuevo partido con el objetivo de regenerar la IC, para asegurar la defensa del Estado ruso contra el imperialismo. Aún ahora, el camarada Trotski preconiza la fundación de nuevos partidos y de una nueva Internacional para defender a la URSS activamente. Pero, toda la perspectiva del camarada Trotski, si se juzga por las experiencias vividas, es totalmente desmentida por los acontecimientos. En efecto, es después de la derrota del proletariado mundial en Alemania, en febrero último que se ha abierto la fase de mejores relaciones entre los Estados capitalistas y el Estado soviético. Se nos podrá responder que no se trata más que de una fase absolutamente pasajera y que asistiremos mañana al bloque universal contra el Estado ruso. Que no se trata de una fase pasajera, se prueba por el hecho que el Estado ruso consolida sus posiciones económicas, estratégicas y políticas, justo en el momento en que el proletariado mundial se ve presionado por la ofensiva del enemigo (...)
La victoria del centrismo y el desarrollo de su función vuelve cada vez más improbable la hipótesis de la lucha universal del capitalismo contra la URSS. Pero aún si ello debiera verificarse, el lugar del proletariado ruso y mundial sería al lado de la fracción de izquierda y no al lado del centrismo que, durante la guerra, llegaría a la conclusión inevitable de su política, poniendo directamente en juego las características proletarias del Estado. (...)
Sin desear prejuzgar con elementos aún inciertos, es evidente desde ya que la Unión Soviética quedará comprendida en uno u otro de los bloques imperialistas existentes que se enfrentarán. (...)
(La Comisión Ejecutiva de la fracción de izquierda del Partido Comunista Italiano, Agosto 23, 1933.)