Submitted by CCI Online on
Nota de la CCI
Publicamos a continuación un texto que nos envía la Agrupación Internacionalista de Obreros del Sur (AIOS), sobre el conflicto de Kraft-Terrabussi. Esta fábrica es una de las mayores de la región de Buenos Aires, y ante la gravedad del ataque a los trabajadores (despidos) y la brutal represión, con cargas a caballo y ocupación de la fábrica por la policía, la lucha ha tenido un impacto importante, tanto dentro, como fuera del país.
Muchos han insistido en que la huelga se ha tomado a cargo por los propios trabajadores, contra la oposición de los sindicatos. Y es cierto que los dos principales sindicatos implicados, el de alimentación STA y el de camioneros CGT, se opusieron a la lucha, que ha sido conducida por la llamada Comisión Interna, de delegados elegidos. También es cierto que ha habido asambleas que trataban de expresar la voluntad de combatividad y de organizar la lucha. Pero la Comisión Interna es ella misma un organismo de naturaleza sindical, que se rige por los fueros sindicales, y al cabo, la lucha se ha reconducido hacia la defensa de los derechos sindicales. La burguesía ha puesto todo de su parte para presentar la lucha en este sentido, la viceministra de trabajo Noemí Rial ha declarado: «Kraft no debe olvidar que existen sindicatos y comisiones internas con legalidad y legitimidad».
La otra carga de profundidad contra la lucha de los trabajadores ha sido el terrible peso del nacionalismo, puesto que se trata de una empresa norteamericana. Se ha tratado de llevar la lucha al terreno de la confrontación de intereses entre el capital argentino y el de USA, hasta el extremo que en el blog de la Comisión Interna se puede leer al pie de algunos comunicados la consigna de: «¡Viva la Patria!»
Los compañeros de AIOS escriben: «¿En qué se diferencia esta acción de los trabajadores de las anteriores que llevaron a estas medidas represivas? Justamente en que se trata de medida de lucha propia de los obreros en huelga y toma de fábrica, que es lo que en realidad afecta al capital pues son medidas que lo cuestionan, mientras que los cortes de ruta y marchas de las que hicieron uso y abuso los distintos grupos piqueteros en los últimos años, pasó a ser algo folklórico si bien no afectaban a la clase dominante»
Y en esta reflexión hay una percepción muy clara de que las luchas actuales son diferentes de los “movimientos ciudadanos” como los que vimos en 2001, de que aquí lo que va madurando es la voluntad de luchar de la clase obrera y la respuesta a los ataques que se están llevando a cabo. Y en ese sentido que en la clase obrera se va planteando la necesidad de dar una respuesta a la situación. Eso es lo que infunde temor a la burguesía y lo que da una gran repercusión a la lucha. Pero esto no quiere decir que las huelgas, el paro de la producción, sean la única arma de los obreros en su lucha contra la burguesía, y más en una situación como la actual, donde la amenaza de despidos y sanciones genera una vacilación en muchos compañeros. Las manifestaciones, las asambleas conjuntas, las concentraciones, como algunas de las que hemos visto en solidaridad con los de Kraft, también son medios de lucha y sobre todo para buscar la unidad. Las ocupaciones sin embargo, aunque algunas veces se justifiquen (retener el capital de la empresa como garantía frente al impago de salarios por ej.), tienden a aislar la lucha, a separar a los obreros de sus compañeros en otras fábricas y por tanto a debilitar la relación de fuerzas con la patronal y la burguesía.
Agradecemos a los compañeros de AIOS su toma de posición y la información que envían sobre la lucha.
La lucha de Kraft-Terrabussi
El gobierno nacional y popular de Cristina ha demostrado una vez más de qué lado está, después de varios días de corte de ruta por parte de los trabajadores de la fábrica Kraft Food, ex Terrabussi. Y viendo que estas medidas no afectaban la decisión de la patronal de reincorporar a los trabajadores despedidos, estos deciden tomar la fábrica y he aquí donde se acaban las contemplaciones, el gobierno provincial con la venia del ministro de justicia Aníbal Fernández deciden reprimir dicha medida con más de una docena de heridos y 60 trabajadores detenidos a causa de bastonazos propiciados por la policía montada y por las balas de gomas de los policías que estaban apostados dentro de la fábrica, que tiraban a mansalva para impedir la toma. La Kraft utilizó además a la planta como una comisaría. Allí tomaron declaración a los obreros y actuaban libremente los funcionarios judiciales y del gobierno. A los abogados defensores, la empresa les negó el acceso por varias horas "porque era propiedad privada". Y en un acto de vandalismo robaron el fondo de huelga, así como efectos personales y dinero de los obreros.
El origen del conflicto en la planta Terrabusi -
Kraft de General Pacheco se desató a mediados de julio. A partir de una
movilización y medidas de fuerzas de sus trabajadores dentro del
establecimiento. Por esos días, a partir de la declaración de emergencia
sanitaria (por la gripe A), se cerraron todos los establecimientos educativos del
país. En ese marco, la gerencia de la empresa decidió cerrar la guardería para
los hijos de los trabajadores; quienes solicitaron se reconozcan las
inasistencias de las trabajadoras, tal como lo sugerían desde el ejecutivo
nacional. Además reclamaron mayores controles sanitarios y entrega por parte de
los dueños de elementos de higiene como jabón, alcohol en gel, etc. a cada
sector.
Un mes después los trabajadores fueron notificados, por medio de la fiscal
Laura Capra, de la Fiscalía
Nº 1 de Tigre, que la empresa había realizado una denuncia
por privación ilegítima de la libertad acusando a la Comisión Interna
y a todos aquellos que habían participado en las medidas del mes de julio,
efectivizando el despido de 160 trabajadores. Paradójicamente la causa alcanzaba
a la totalidad de los integrantes de la Comisión Interna,
así como a los cuatro trabajadores de Terrabussi que forman parte de la Comisión Directiva
del Sindicato de Trabajadores de Industria Alimenticia (STIA).
Ante la negativa de la patronal y la indiferencia del sindicato de la alimentación y de la centrales obreras, se fueron produciendo varios cortes de ruta en reclamo de la reincorporación de los obreros despedidos. La cual fue recibiendo la solidaridad de diferentes comisiones internas de distintos gremios y de los estudiantes universitarios, no solo con comunicados sino también mediante distintas marchas y cortes de calles sobre todo en estos últimos días.
Pero, ¿a qué se debe tal medida represiva, después de años de predicar que no se reprimiría ninguna manifestación o reclamo? ¿En qué se diferencia esta acción de los trabajadores de las anteriores que llevaron a estas medidas represivas?, justamente en que se trata de medidas de lucha propia de los obreros en huelga y tomas de fábrica, que es lo que en realidad afecta al capital pues son medidas que lo cuestionan, mientras que los cortes de ruta y marchas de las que hicieron uso y abuso los distintos grupos piqueteros en los últimos años, pasó a ser algo folklórico; si bien molestan no afectaban a la clase dominante.
¿Por qué tanta saña represiva con mas de 350 efectivos policiales?, ¿no será que con dicha medida tratan de frenar, cualquier medida similar que se pueda producir en el futuro ya que estos 160 despidos son la punta de lanza de un plan de ajuste de Kraft, que pretende turnos de 12 horas, y para llevarlo adelante, necesita sacarse de encima a la Comisión Interna y a los delegados elegidos?
Porque no sólo es la Kraft sino los demás establecimientos fabriles los que son afectados, ya que en lo que va del año ya se perdieron más de 300.000 fuentes de trabajo en blanco y por ello el temor de que la solidaridad obrera se vaya fortaleciendo y empiece a cuestionar no sólo a la patronal y a las direcciones sindicales, sino a crear verdadera conciencia obrera.
Por ahora dicha lucha es un pequeño paso en la reconstrucción del movimiento obrero de ahí que es primordial sacar las enseñanzas y empezar a crear lazos solidarios con esta y con otras luchas que de a poco se van llevando a cabo a lo largo del país. Antes de que el sindicalismo y la izquierda tradicional frenen y diluyan esta lucha como tantas otras.
AIOS