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A mediados de abril de 2009 en la ciudad de México, la CCI convocó a un Encuentro de discusión, al que asistieron, de varias ciudades del país, algunos elementos de forma individual, pero también círculos y grupos obreros: Fénix, Línea Roja, Política Obrera, todos ellos pertenecientes al medio proletario. El objetivo que tenía planteado, como el resto de los encuentros que se han celebrado en otros continentes desde hace meses (ver https://es.internationalism.org/node/2495), era el de empezar a desplegar esfuerzos conjuntos para superar el aislamiento y la dispersión de las fuerzas proletarias que buscan contribuir a la lucha histórica por el comunismo, sabiendo que no podemos afrontar los enormes problemas puestos por la situación actual del capitalismo y de la lucha de clases de manera aislada pues en esa situación son en verdad angustiantes y paralizantes, y que el marco colectivo de la discusión y de la acción es el motor más potente para superar la atomización y para la unificación de las fuerzas revolucionarias de la clase obrera.
De principio a fin la asamblea se desarrolló en un ambiente fraterno y solidario haciendo valer en todo momento una verdadera cultura del debate proletariado donde todas las intervenciones fueron escuchadas y respetadas por igual, poniendo siempre por delante la búsqueda de la mayor clarificación de las cuestiones en debate, partiendo de la idea desde el inicio de que tales encuentros no son "propiedad" de ningún grupo, de que no se trataba de una competencia entre "especialistas", de que los participantes eran una parte de la clase trabajadora buscando contribuir a su combate. En ese sentido, la agenda abordada se desarrolló sabiendo reconocer tanto los acuerdos como los puntos de divergencia destacados, en el marco de un espíritu de crítica y autocrítica, de reflexión, donde se escucha, se argumenta, se retroalimenta de los demás y continúa construyendo una claridad política, propio de la discusión proletaria y bajo la convicción internacionalista de hacer avanzar el proyecto comunista. En los próximos días publicaremos un pronunciamiento conjunto que recoge los acuerdos, las divergencias, la voluntad de un trabajo conjunto, la perspectiva de este esfuerzo; aquí sólo evocamos muy brevemente apenas la agenda de la discusión:
- la crisis del capitalismo, y como reflexión más global el concepto de decadencia del capitalismo,
- la situación actual de la lucha de clases,
- mecanismos de organización y lucha de la clase obrera.
Hubo un acuerdo en general sobre la realidad de la crisis histórica del capitalismo que está afectando a todos los países del mundo y en particular a las potencias centrales. Es falso que se trate de una crisis del "neo-liberalismo" y la intervención del Estado no resolverá los problemas sino que los agravará como ya lo ha hecho en las últimas décadas; su actuación, por lo demás no es de ninguna manera neutral sino que está al servicio de los intereses del capitalismo en su conjunto.
Esta crisis está hundiendo a los trabajadores como nunca antes en la más espantosa miseria: desempleo masivo, pérdidas de viviendas, merma en los fondos del sistema de pensiones, recortes salariales, hambrunas, etc. Esta situación está llamando al proletariado a luchar. Sin embargo, esta respuesta no es mecánica ya que es necesario también un proceso de reflexión que ayude a clarificar los propios métodos de lucha, recuperando su experiencia, para poder ser capaz de enfrentar las múltiples trampas que le tienden los órganos de encuadramiento social del Estado capitalista.
Las luchas que se han estado desarrollando en los últimos cinco años no sólo están respondiendo a la degradación de sus condiciones de vida y de trabajo sino que expresan un inicio de cuestionamiento a las campañas ideológicas de finales de los 80 que intentaron convencer a los trabajadores de que su proyecto como clase había fracasado, que había que luchar sí pero para reformar al capitalismo y hacerlo "menos malo", etc. Actualmente, la burguesía en todos los países trata de hacer aceptar de nuevo redoblados sacrificios en beneficio de la economía nacional burguesa con la promesa de que mañana todo irá mejor.
El proceso de luchas que el proletariado ha protagonizado en todos los continentes, aunque con muchas dificultades todavía puesto que la burguesía también hace su trabajo para entorpecerlas a cada paso, han expresado varias potencialidades políticas como la búsqueda de la solidaridad, intentos incipientes por extender las huelgas, ensayos aún embrionarios también de tomar la lucha en sus manos mediante asambleas generales y formación de comités de huelga; una situación que se está viendo favorecida por la simultaneidad de las luchas que se está presentando por todo el globo producto en buena medida de los ataques masivos que el capital está asestando a los asalariados.
En la medida en que las luchas se hagan cada vez más masivas, se presentará la oportunidad para que la clase obrera recobre poco a poco la confianza en sí misma, que redescubra que efectivamente representa una fuerza social, económica y sobre todo política cuando basa su accionar en su unidad y su conciencia, en suma, que recobre su identidad como clase. A esto le teme la burguesía, es por eso que se está empleando a fondo para evitar a toda costa que este proceso tenga frutos en el futuro, a través de todo su arsenal ideológico y político vía los sindicatos, los partidos políticos, las organizaciones sociales, etc., que están integradas al aparato estatal con la función de contener al proletariado.
La reunión supo también identificar las divergencias surgidas de algunos camaradas y que se relacionan sobre todo a:
- El concepto de la decadencia defendido por la CCI para explicar tanto el desarrollo histórico del capitalismo como las condiciones de la lucha proletaria, desde la primera guerra mundial de 1914. Sobre esto, el acuerdo fue retomar la discusión en el periodo que viene para profundizar aún más en el análisis. Sin embargo, la discusión jamás se apartó de una idea central que todas las intervenciones compartieron: las condiciones objetivas están maduras actualmente para la revolución proletaria en todo el mundo y, más aún, mientras más se tarde el capitalismo en ser derribado más se multiplica la degradación y el caos comprometiendo seriamente el futuro de la construcción comunista.
- La cuestión sindical. Mientras que todas las participaciones jamás dudaron en denunciar en general la labor antiobrera de los sindicatos como el principal factor de dominación de los trabajadores por el Estado aportando ejemplos de la historia del país y del mundo que ilustran esa función burguesa de estos órganos que antaño fueron organizaciones de la clase obrera, los desacuerdos se centraron fundamentalmente al ubicar a los sindicatos "de base" como instrumentos diferentes de los sindicatos oficiales.
- En menor medida, fue motivo de una interesante polémica el significado de las luchas políticas y económicas en la actual fase del capitalismo...
Las perspectivas
Los trabajos terminaron con un reforzado ánimo militante. Las conclusiones del encuentro supieron recoger de manera magistral las preocupaciones centrales de los intensos debates para poner por delante la necesidad de comprometerse a darle continuidad a este esfuerzo. Aparte del pronunciamiento conjunto, todas las intervenciones finales defendieron la idea de enfatizar primero los puntos que nos acercan, de proyectar en el periodo que viene también un trabajo común de intervención en la clase, de comprometernos a celebrar en breve otra reunión para retomar los puntos divergentes y dar continuidad al debate y extenderlo mediante la presentación de un "blog" en Internet.
En una sintonía admirable todas las participaciones demandaron contrarrestar las tendencias sociales del "cada quien por su lado", desde ahora, con un accionar solidario ante los embates de la burguesía. Los capitalistas se reúnen sin cesar por todo el mundo tratando de coordinarse para atacar a la clase obrera, ésta debe responder no sólo para defenderse sino para pasar a la ofensiva oponiendo las únicas armas con las que cuenta como clase explotada y a la vez revolucionaria: su unidad y su conciencia.
En suma, el remate de las conclusiones subrayaron un llamado al conjunto del proletariado para que emule este tipo de esfuerzos que van indudablemente en la dirección de la clarificación política tan necesaria para la lucha de nuestra clase y particularmente en la perspectiva de la búsqueda de los medios para la formación del partido político revolucionario del proletariado, una visión compartida por todos los asistentes que han tomado conciencia de que estos son pasos importantes en esa dirección retomados de la experiencia de nuestra propia clase, recordemos que los acontecimientos revolucionarios de 1905, 1917, 1968, 1980... fueron precedidos por un proceso de maduración subterránea de la conciencia y del surgimiento de minorías que prepararon los grandes combates.
RR/abril-2009