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Dicen que la economía española va como una moto, dicen que la economía mundial “tira p’alante”. Los gobernantes, los expertos, los economistas, los líderes empresariales y sindicales, nos presentan un “mundo” que no tiene nada que ver con el mundo real que sufrimos todos los días. En su mundo aparecen edificios deslumbrantes, tecnologías maravillosas, resultados económicos “formidables”…
Sin embargo, nuestro mundo, el mundo real, pasan cosas muy diferentes: despidos por doquier, contratos precarios, pensiones cada vez más reducidas y más difíciles de alcanzar, pobreza en aumento, imposibilidad acceder a una vivienda digna, pésimo funcionamiento de una sanidad siempre desbordada, caos en los transportes (por poner un ejemplo sangrante, el desastre de los trenes de cercanías de Barcelona…).
Este “mundo real” es sufrido por los trabajadores del mundo entero, por la inmensa mayoría de la humanidad. Limitándonos únicamente a la plaga de los despidos, recordemos que en Estados Unidos General Motors planea despedir 30.000 compañeros y Ford 10.000; en Alemania, Wolswagen otros 10000; en Alemania-Francia, Airbus 10.000 más con repercusiones probables en España. Estos son unos pocos casos dentro de una lista interminable de despidos que afecta a trabajadores de grandes y pequeñas empresas y de numerosos países.
Los Planes de Salvación de la Empresa: una trampa para acabar imponiendo los despidos
En Delphi, con el acuerdo de la Junta de Andalucía y de los sindicatos, se estableció un Plan Industrial que, a cambio de sacrificios importantes de los trabajadores, “garantizaría el empleo como mínimo hasta el 2010”. Fue el enésimo Plan de Salvación de la Empresa similar al de SEAT, astilleros y tantos otros.
El mecanismo es siempre el mismo: los gobernantes, la patronal y los sindicatos, nos proponen “Salvar la Empresa”. Para ello nos piden sacrificios (bajarnos los salarios, trabajar más horas, aceptar prejubiliaciones y despidos “voluntarios”) para tener un “Plan de Futuro”. Delphi es la enésima demostración de que esas promesas son únicamente papel mojado. Sacrificarse hoy lleva a más y peores sacrificios y el resultado final son los DESPIDOS MASIVOS.
En Alemania tenemos el mismo caso: en 2003 en Wolswagen Patronal y Sindicatos acordaron una plan draconiano (trabajar 48 horas semanales con 10% menos de sueldo) para “impedir los despidos”. El resultado ha sido que en 2006 y ahora en 2007, la Patronal ha planteado más de 16.000 despidos.
En SEAT en diciembre 2005 dijeron que los 660 despidos que lograron imponer con la complicidad descarada de los sindicatos serían “los últimos”. ¡Han tardado menos de un año para desdecirse y ahora la empresa plantea una nueva tanda de despidos y los sindicatos sólo dicen que son “inoportunos”…!
Hemos de preguntarnos ¿por qué siempre pasa lo mismo? ¿por qué los sacrificios solo traen nuevos sacrificios? ¿adonde vamos a ir a parar? ¿Sirven para algo los “planes de Futuro” que nos plantean patronal, sindicatos y fuerzas políticas? ¿No son esos “planes de futuro” el anzuelo con el cual llevarnos de sacrificio en sacrificio hasta el despido final de toda la plantilla? ¿son esos “planes de futuro” una alternativa realista o lo más realista es comprender que el capitalismo no tiene futuro?
El capitalismo como sistema mundial está en una situación cada vez más crítica. Testimonio de ello es el continuo cierre de empresas productivas, la interminable cascada de despidos, el funcionamiento cada vez más desastroso de las infraestructuras, el hecho de que para amortiguar los golpes de la crisis reduciendo costes trasladen partes importantes de la producción a China, India etc., países convertidos en el taller del mundo a precios de saldo pues allí las condiciones de trabajo son insoportables.
Políticos, sindicalistas y economistas se lamentan de que las multinacionales desmantelen las industrias para llevarlas a China. Pero ¿Cuál es la solución que plantean? Pues ¡aceptar rebajar nuestras condiciones de trabajo y vida hasta ponernos en situación de competir con los precios de China! ¡Ese es el futuro que nos ofrece el capitalismo! ¡Caer al nivel de nuestros compañeros en China que soportan hasta 70 horas de semana laboral, salarios de hambre, sin seguridad social ni pensión garantizada y alojamiento en barracones infectos!
El único futuro es la lucha masiva y solidaria de los trabajadores
El futuro que nos ofrece el capitalismo es la precariedad, el desempleo crónico, la pérdida de las pensiones, una vida de miseria indescriptible y, al mismo tiempo, guerras imperialistas, desastre de las infraestructuras, catástrofes medioambientales, barbarie moral… El futuro que plantea el capitalismo a la humanidad es la barbarie.
La única alternativa que tenemos los trabajadores es la lucha. La lucha masiva y solidaria. La solidaridad es vital. Ante la amenaza de despidos que pende sobre nuestros compañeros y sus familias en Puerto Real, todos los trabajadores debemos discutir en los centros de trabajo, en los barrios, en todo posible lugar de reunión, la necesidad de luchar, de desarrollar la solidaridad, de luchar juntos y unidos.
Hace un año, cuando los obreros de SEAT pararon espontáneamente en solidaridad con sus compañeros amenazados de despido, en una hoja donde pedimos la solidaridad de los demás trabajadores sin distinción de sector, región o raza decíamos «El problema de SEAT no se reduce a los 660 despedidos es un problema de TODA LA PLANTILLA. Pero el problema no es solo de los obreros de SEAT sino de TODOS LOS TRABAJADORES, tanto funcionarios con “puesto asegurado” (¿hasta cuando?) como de la empresa privada, tanto sin papeles como con papeles, tanto de empresas con beneficios como de empresas con pérdidas. ¡Todos estamos o estaremos en la misma situación que los compañeros de SEAT!».
La realidad muestra que TODOS ESTAMOS EN LA SITUACION DE LOS COMPAÑEROS DE DELPHI. Por eso la respuesta es la SOLIDARIDAD DE CLASE de todos los trabajadores, la solidaridad de todos los explotados.
Saludamos el comienzo de la lucha en Delphi y que hayan sido las mujeres y los familiares quienes de forma solidaria hayan tomado la iniciativa con manifestaciones diarias. Saludamos que en la factoría de Airbus y en Bazán se hayan empezado a dar muestras de solidaridad. El 1 de marzo en Cádiz se ha convocado una manifestación. Cuanto más trabajadores vayan a ella, tanto de Cádiz y Puerto Real como de otras regiones, de otras empresas, de otros sectores, MAS FUERZA TENDRAN LOS COMPAÑEROS DE DELPHI Y MAS FUERZA TENDREMOS TODOS.
La solidaridad es una cuestión de vida o muerte que hemos de discutir e impulsar en todas partes.
Solidaridad de clase y falsa solidaridad
Hemos de distinguir la FALSA SOLIDARIDAD, la “solidaridad” del verdugo y de sus cómplices, de la VERDADERA SOLIDARIDAD, que sólo puede ser la SOLIDARIDAD DE TODOS LOS TRABAJADORES, DE TODOS LOS EXPLOTADOS, expresada de forma directa y masiva.
FALSA SOLIDARIDAD es la de la Junta de Andalucía que se rasga las vestiduras porque la empresa “no le ha comunicado nada” cuando le ha dado subvenciones a manos llenas, le ha puesto una alfombra a costa de que los trabajadores rebajaran a tope sus salarios y sus condiciones laborales chantajeándoles con el eterno cuento de “sacrificarse para que se creen puestos de trabajo”.
FALSA SOLIDARIDAD es la del Gobierno PSOE, quien por boca de la Señora Fernández de la Vega, declara solemnemente que « trabaja con la Junta de Andalucía para ayudar en lo posible para que no haya ninguna familia que sufra las consecuencias de un proceso de esta naturaleza», lo que, traducido al lenguaje llano significa: hay que aceptar los despidos (eufemísticamente llamados “el proceso”) y conformarse con algún paño caliente. ¿Qué “solidaridad” podemos esperar de un Gobierno que acaba de subir el tope para tener derecho a pensión de 12 a 15 años y que fue el organizador de los despidos de 2005 en los astilleros?
FALSA SOLIDARIDAD es la de las organizaciones sindicales que en el silencio de los despachos firman todo lo que el Gobierno, la CEOE y los empresarios de turno les ponen sobre la mesa y luego cara la galería “protestan”, “se lamentan”, pero ¿qué alternativa ofrecen? Un nuevo “acuerdo” con nuevos sacrificios para “conservar el empleo”. Acuerdo que consiste en aceptar el despido de bastantes compañeros, la rebaja de las condiciones de los “afortunados” que se quedan y la prolongación de la agonía por un par de años más hasta que la Dirección, implacable y fortalecida por tanta bajada de pantalones, anuncie otra tanda de despidos quizá la definitiva.
FALSA SOLIDARIDAD es la de los partidos (PSOE, PP e IU), la de los alcaldes de la zona, que apelan a la “movilización ciudadana” con la que se quiere diluir y descafeinar una respuesta fuerte, unida y solidaria de los trabajadores.
La verdadera solidaridad está en la lucha masiva e independiente de los trabajadores a la que se pueden y se deben sumar toda la gente oprimida y explotada. Tenemos un ejemplo reciente en Vigo, en mayo 2006, los trabajadores del sector del metal no cayeron en esas trampas de falsa solidaridad y pusieron en práctica la verdadera solidaridad luchando masivamente, acudiendo en manifestaciones a las diferentes factorías, estableciendo el contacto directo y la lucha directa de los obreros mismos. Organizaron diariamente una ASAMBLEA GENERAL abierta a los demás trabajadores y a toda aquella persona que quisiera apoyar y participar en su lucha.
En Delphi se plantea la necesidad de permanecer en la factoría para evitar que cierran las instalaciones a traición, con nocturnidad y alevosía. Pero al mismo tiempo se plantea la necesidad aún más vital de ganar la solidaridad directa de los demás trabajadores, de Bazán, de Airbus, de la bahía de Cádiz…. Para responder a ambas necesidades hay que inspirarse en el ejemplo de los compañeros de Vigo: organizar Asambleas masivas a la puerta de la factoría donde puedan sumarse las mujeres, los familiares, otros trabajadores… todos tienen algo que aportar, todos unidos seremos fuertes para detener los despidos.
Corriente Comunista Internacional 25-2-07