Explosiones y detenciones… la burguesía prepara un ambiente para la persecución policial

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En los últimos meses se han presentado en el DF y en Guadalajara algunas explosiones en contra de bancos, torres telefónicas y comercios, y todas estas acciones han sido reivindicadas, aparentemente, por grupos anarquistas. No podemos saber si tales atentados y los posteriores comunicados son verdaderamente realizados por esos grupos, o son construcciones de la misma burguesía, pero cualquiera que sea la situación, es preciso señalar que expresan formas de lucha totalmente ajenos a la tradición del accionar revolucionario de la clase obrera, pues -como lo publicamos cotidianamente en nuestras posiciones de base que aparece en el dorso de todas nuestras publicaciones- el accionar terrorista: "Es una expresión de capas sociales sin porvenir histórico y de la descomposición de la pequeña burguesía y cuando no son emanación directa de la pugna que mantienen permanentemente los Estados entre sí; por ello ha sido siempre un terreno privilegiado para las manipulaciones de la burguesía. El terrorismo predica la acción directa de pequeñas minorías y por ello se sitúa en el extremo opuesto a la violencia de clase, la cual surge como acción de masas consciente y organizada del proletariado"

Estas acciones presentadas por la prensa burguesa, toman un nuevo matiz al darse la detención de un joven al que acusaron de ser el responsable, fundados en el argumento de su parecido con la foto de uno de los presuntos actores de los atentados. Este argumento hubiera sido desechado en dos minutos por cualquier perito de mediana capacidad; al fin de cuentas se liberó al arrestado aunque luego de 20 horas. Pero la situación en realidad va más allá de las incapacidades y la prepotencia de la policía en contra de un individuo. La detención de este joven ha sido utilizada por la burguesía para crear un ambiente de persecución, que parece combinarse muy adecuadamente con la militarización presente en muchas ciudades y zonas rurales (con el pretexto de la "guerra contra el narcotráfico") y el golpeo que semanas después se expone en contra de los trabajadores de la electricidad. En ese marco es necesario profundizar sobre el significado del terrorismo y la diferencia que hay con la violencia que la clase obrera habrá de ejercer.

 

Actos individualistas: acciones impotentes contra el capital

Alrededor de actos terroristas como los que han tenido lugar suelen exponerse los juicios que reprueban el uso de caminos ajenos a la legalidad, y otros más los que dirán que cualquier forma de combate es adecuada, ambas visiones, tan recurrentes, no permiten entender la esencia del problema. Supongamos que estos atentados no son una construcción premeditada de la burguesía, sino que son en realidad practicados por grupos anarquistas; aún bajo esa condición no se puede esperar que quebrando algunos vidrios y haciendo escándalo mediático, el capital se va a tambalear. Podemos suponer incluso que en los individuos que forman esos grupos se tiene un verdadero espíritu de rebeldía y un coraje en contra del capitalismo, y piensan que esas explosiones ayudarán a despertar la conciencia y a mostrar que el sistema es vulnerable, pero toda esa potencialidad y fuerza se nulifica porque quedan envueltos en el accionar individualista que anima a las clases sin porvenir como la pequeñaburguesía, por lo que en vez de animar a la toma de conciencia de la clase trabajadora, no hace sino exhibir la desesperación y la impotencia esos actores, dando además oportunidad a que el Estado aproveche ese ambiente para imponer controles policiacos y militares aún más brutales que resultan, paradogicamente, en perjuicio de la clase explotada. El terrorismo, en cualquier nivel que se presente, es en si una negación del accionar de la clase obrera, en tanto intenta sustituir con acciones individualistas la expresión masiva y conciente de su lucha. La solidaridad que expresa esa integración y cohesión de las fuerzas proletarias en sus combates, no encuentra terreno cuando se imponen acciones individualistas ajenas a la reflexión y organización de esa masa.

En la Resolución sobre el terror, el terrorismo y la violencia de clase, publicada por la CCI en octubre de 1978 (https://es.internationalism.org/node/2134), reflexionamos en mayor extensión sobre aspectos de este tipo, por lo que consideramos importante reproducir algunos extractos:

"... esa práctica que se presume "heroica y ejemplar" no <es> más que una acción suicida, que no aporta alternativa alguna, y cuyo único efecto es abastecer de víctimas al terror del Estado. No tiene por tanto ningún efecto positivo sobre la lucha de clase del proletariado, y sí sirve, en cambio, para entorpecer la lucha pues siembra entre los trabajadores la ilusión de que existiría una vía diferente a la lucha de clases. Esto explica que el terrorismo, práctica de la pequeña burguesía, pueda ser y sea de hecho pertinentemente explotado por el Estado como medio para desviar a los obreros del terreno de la lucha de clases, e, igualmente, como pretexto para reforzar el Terror.

Lo que caracteriza el terrorismo, práctica insistimos de la pequeña burguesía, es que se trata siempre de acciones de pequeñas minorías o de individuos aislados, sin alcanzar jamás la altura de una acción de masas. Como también el modo conspirativo de actuación que ofrece un terreno muy favorable a las artimañas de los agentes policiales y del Estado, y en general a toda clase de manipulaciones e intrigas de lo más rocambolescas."

 

Violencia de clase: expresión masiva y conciente

Al reconocer que las acciones terroristas son expresiones ajenas del proletariado, no hace que mostremos la menor simpatía de la represión que el Estado pueda ejercer sobre esos grupos o individuos; como lo expresamos ante los sabotajes al ferrocarril a fines del 2008 en Francia, y la posterior detención de los anarquistas-autonomistas por esos hechos[1], se precisa denunciar la represión, pero al mismo tiempo rechazar esos actos de sabotaje como medio de combate y hacer notar la manipulación que la burguesía hace de estos acontecimientos para arreciar la represión contra los trabajadores.

Sin duda la lucha proletaria esta marcada por la violencia, pero la violencia que ejerce, a diferencia de las otras clases, es diferente por su esencia y su forma, por el proyecto que sigue y las metas. Toda la actuación del proletariado, incluida la violencia, tiene características que la hacen diferente de la práctica de otras clases:

- es masiva y no individualista o minoritaria;

- es liberadora, en tanto no busca perpetuarse como clase, sino desaparecer a todas las clases.

Son esas bases lo que lleva a comprender que para el proletariado la violencia sólo es la "partera de la historia"... por esa razón su fuerza no se basa en su poderío físico o militar, o en una actuación vengativa y represiva... su fuerza real esta en su movilización masiva, en la magnitud de su conciencia y en su capacidad para unificarse y organizarse de forma autónoma.

Es esta misma fuerza de los explotados la que puede impedir que la burguesía, a través de sus gobiernos locales o federales (lo mismo de izquierda que de derecha) aproveche las prácticas individualistas para expandir un ambiente de mayor persecución.

Romeo/octubre de 2009

 



[1] Ver toma de posición en:  https://es.internationalism.org/ccionline/2008_trenes

Situación nacional: