20 años de Revolución Mundial: Defensa del internacionalismo y del partido mundial…un legado a las nuevas generaciones

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¿Qué lecciones y qué perspectivas pueden destacarse a 20 años de nuestra constitución?

 

Ruptura con la ideología nacionalista

Para que una minoría de bienintencionados militantes lograra abrazar la causa del internacionalismo proletario hubo que romper con la ideología nacionalista que destilaba el izquierdismo de la región: desde el rancio nacionalismo del PCM (Partido Comunista Mexicano) hasta el radicaloide discurso del guerrillerismo cuyos rescoldos ideológicos aún estaban candentes. Los primeros textos públicos del GPI, embrión de la futura sección de la CCI, tuvieron que asumir una posición de ruptura con el nacionalismo guerrillerista así como con su método de violencia minoritaria. Esas expresiones del izquierdismo basaban su accionar no en un esfuerzo para desarrollar la conciencia de las masas obreras sino en una absoluta desconfianza hacia ellas, lo que a su vez se traducía en la exaltación de la preparación militar de una minoría; su visión de la revolución no era la de un movimiento de masas capaces de organizarse sino que no rebasaba la visión golpista o foquista (guevarismo), incluso cubierta bajo el ropaje de la "liberación nacional". El apoyo que abierta o veladamente estos movimientos brindaban a Cuba, China, Vietnam, El Salvador, Nicaragua o la URSS, no era, por supuesto, una manifestación de su internacionalismo proletario como les gustaba adornarse sino una reafirmación, independientemente de la voluntad y sinceridad de muchos de sus integrantes, de su naturaleza burguesa que los arrojaba en los brazos del "imperialismo rojo".

El combate más importante a este nivel consistió en lograr el reconocimiento de la existencia mundial del proletariado y de sus minorías organizadas y, por tanto, la existencia también de una dimensión internacional de su combate. Con el aporte de la izquierda comunista se logró la comprensión de que el proletariado en México era un batallón de ese ejército mundial y que la militancia revolucionaria no estaba basada en una supuesta defensa de alguna "identidad mexicana" sino justamente en su superación. Esto que se dice fácil tuvo un significado histórico muy importante pues desde entonces, también el proletariado de esta región se beneficia de un proceso de revaloración de toda la experiencia de la clase a la luz del marco marxista: analizar con una visión proletaria la supuesta "Revolución mexicana", reivindicar los aportes del Grupo de Trabajadores Marxistas (GTM)[1] que criticó la nacionalización del petróleo y se opuso a la borrachera nacionalista en vísperas de la II Guerra Mundial; hemos tratado de reconstruir la historia de los sindicatos en México, la presencia del anarquismo en la región, la historia contemporánea la hemos analizado bajo el ángulo marxista (Tratado de Libre Comercio, surgimiento del EZLN, la APO, la reforma del Estado, etc.).

Desde el principio se rechazó la visión mítica del asentamiento en "la montaña", de una presencia "nacional", se trataba ahora de ir a las grandes ciudades con sus grandes centros industriales donde el proletariado respiraba y transpiraba. Igualmente la visión de la clase obrera en Estados Unidos la subvertimos, nuestra visión no era ya la de poner al mismo nivel a la burguesía americana ("yankee") y al proletariado de ese país, hemos desarrollado una visión de una clase norteamericana que sufre y que es explotada como en cualquier otra parte del mundo y, por ende, aspira también a transformar esta sociedad de explotación. Esta voz proletaria ha luchado por combatir la nauseabunda fraseología de estar "contra el imperialismo yankee" (estar contra el imperialismo yankee puede implicar estar a favor de sus rivales imperialistas) y tratar de construir un combate de una clase unida, separada actualmente por las fronteras nacionales impuestas por el desarrollo del capitalismo, fronteras que un día tendrán que ser derribadas por la revolución comunista. Toda política que lleva al proletariado a atarlo a la defensa de la nación significa una traba para el avance de la conciencia de la necesidad de la revolución mundial.

 

Construcción de una vanguardia comunista

La historia de las organizaciones de la clase obrera a nivel internacional muestra claramente que el proletariado no secreta "individuos revolucionarios" sino organizaciones revolucionarias. Para que los esfuerzos y la voluntad de un individuo se conviertan en una promesa para la lucha obrera deberán potenciarse a través de la actividad organizada, es decir, en el marco de una organización política del proletariado. Sin embargo, no todo los que se dice "proletario y revolucionario" es tal, algunos criterios para distinguir la naturaleza de clase de una organización son:

-De qué historia se reclama;

-Cuál es su programa político (su Plataforma);

-Cuál es su intervención.

Los lectores pueden leer en el reverso de nuestras publicaciones una explicación sintetizada de los criterios que acabamos de mencionar.

Para contribuir a la construcción de una organización revolucionaria este pequeño grupo de militantes de la clase obrera adoptó la visión de un trabajo paciente a largo plazo de la CCI, no más a través de las miras cortas, de la existencia individual, sino como sucesión de generaciones que van legando lecciones a los más jóvenes. Como individuos los militantes de la clase obrera no tienen una "misión especial" frente a su clase, combatimos la idea de los "dirigentes", los "jefes geniales" y toda esa superchería elitista típica de la burguesía.

 

Estas dos décadas de construcción de una referencia política y organizada del proletariado, es la historia de los esfuerzos de la clase obrera mundial y en particular de la CCI que desde 1975 ha ido construyendo una organización centralizada a escala mundial (con secciones y núcleos en 16 países y que publica en 19 lenguas en su sitio web). Muestra el potencial revolucionario de la clase obrera que se encamina hacia la creación de su partido político indispensable para llevar a cabo la revolución internacional comunista. Este partido deberá constituirse antes de los enfrentamientos decisivos entre la burguesía y la clase obrera. La CCI no se arroga el título de "partido" ni se siente la "única" depositaria del "hilo rojo", pero trabaja con ahínco para contribuir en ese sentido.

Marsan. 11-06-09



[1] Grupo de la Izquierda Comunista que publicó en México a finales de los años 30 su revista "Comunismo" 

Situación nacional: