Cientos de soldados de más de 42 cuarteles del ejército declaramos:
Que nos negamos a convertirnos en una fuerza de terror y represión contra las movilizaciones; Apoyamos la lucha de los estudiantes de la escuela / universidad y de los trabajadores
Somos soldados de todas partes de Grecia. Soldados a los que, hace poco tiempo, en Hania, se nos ha ordenado oponernos a estudiantes universitarios, trabajadores y combatientes del movimiento antimilitarista, cargando nuestras armas. [Soldados] que soportan el peso de las reformas y la "preparación" del ejército griego. [Soldados que] viven a diario el acoso ideológico del militarismo, el peso del nacionalismo, la falta de paga, la explotación y la sumisión a los "superiores"
En los cuarteles del ejército [en los que servimos], nos enteramos de otro "incidente aislado": la muerte, causada por el arma de un policía, de un quinceañero llamado Alexis. Escuchamos las consignas que llegaban desde fuera, de las universidades, como un trueno lejano. ¿Acaso las muertes de tres de nuestros colegas en Agosto no fueron también llamadas "incidentes aislados"? ¿No fue la muerte de cada uno de los 42 soldados que perecieron los últimos 3 años y medio llamada también "incidente aislado"?
Escuchamos que Atenas, Tesalónica y un número cada vez mayor de ciudades en Grecia se han convertido en zonas de disturbios, donde se ha desencadenado la rabia de miles de jóvenes, trabajadores y desempleados. Con uniformes militares o "ropa de trabajo", haciendo guardia en el cuartel o cumpliendo recados, siendo sirvientes de los "superiores", nos sentimos allí [en esos mismos campos]. Hemos vivido como estudiantes universitarios, como trabajadores y desempleados desesperados, sus "balas desviadas"; la desesperación de la precariedad, de la explotación, los despidos y las actuaciones judiciales.
Ahora oímos susurros e insinuaciones de los oficiales del ejército, oímos la amenaza del gobierno, hecha publica, de imponer un "estado de emergencia" Sabemos muy bien lo que esto significa. Vivimos a través de la intensificación [del trabajo], el aumento de las tareas [militares], condiciones extremas con un dedo en el gatillo. Ayer nos ordenaron tener cuidado y "mantener los ojos abiertos". Nosotros preguntamos: ¿A QUIEN NOS ORDENAN TEMER? Hoy, se nos ordenó estar "listos y alertas". Nosotros preguntamos ¿ALERTA DE QUIEN DEBEMOS ESTAR?
Nos ordenaron estar listos para declarar un estado de ALERTA:
La policía dispara tomando como objetivo las revueltas sociales presentes y futuras. Por eso preparan al ejército para que asuma las tareas de una fuerza policial y a la sociedad para que acepte el regreso del ejército del totalitarismo reformado. Nos están preparando para enfrentar a nuestros amigos, conocidos, hermanos y hermanas. Nos preparan para enfrentarnos a nuestros antiguos y futuros colegas en el trabajo y la universidad;
Esta secuencia de medidas muestra que los líderes del ejercito y la policía, con el consentimiento de Hinofotis (ex miembro del ejercito profesional, actualmente viceministro del interior, responsable de disturbios "interiores"), del comando general del ejercito, de todo el gobierno, de los directivos de la Unión Europea, de los dueños-de-tiendas-como-ciudadanos-furiosos y de la extrema derecha, apuntan a utilizar a las fuerzas armadas como una Fuerza de Ocupación -¿No son ustedes quienes nos llaman "cuerpo de paz" cuando nos mandan al exterior a hacer exactamente las mismas cosas?- en las ciudades donde nacimos, en los barrios y calles donde paseamos.
El liderazgo político y militar olvida que somos parte de esa misma juventud. Olvidan que somos carne de la carne de una juventud que se confronta al desierto de la realidad dentro y fuera de los campamentos militares. De una juventud que está indignada, y no sometida; y lo más importante: QUE NO TIENE MIEDO. SOMOS CIVILES UNIFORMADOS. No aceptaremos convertirnos en herramientas del miedo que algunos pretenden imponer a la sociedad, como un espantapájaros. No aceptaremos convertirnos en una fuerza de represión y terror. No nos enfrentaremos al pueblo con el que compartimos los mismos miedos, necesidades y deseos, futuro común, peligros y esperanzas.
NOS NEGAMOS A TOMAR LAS CALLES EN NOMBRE DE CUALQUIER ESTADO DE ALERTA CONTRA NUESTROS HERMANOS Y HERMANAS.
Como juventud en uniforme, expresamos nuestra solidaridad con las personas que están luchando y gritamos que no nos volveremos peones del estado policial o la represión estatal. Nosotros nunca nos enfrentaremos a nuestro pueblo. No permitiremos la imposición de una situación en los cuerpos del ejército que recuerda los días de 1967 [Cuando el ejército Griego realizó su último golpe de estado].
Cientos de soldados de más de 42 cuarteles
Situando las ideas de Darwin
en su contexto histórico, Attenborough desarrolla las implicaciones subversivas
de la teoría de la evolución por selección natural, dado que el "stablishment"
científico que Darwin se vio obligado a enfrentar estaba aún, en la década de
1840 y 1850, profundamente influenciado por una visión estática de la naturaleza
según la cual las especies habrían sido creadas de una vez y para siempre por
decreto divino, y en la cual la enorme extensión de la historia de la Tierra en
el pasado comenzaba a ser revelada por el desarrollo en el estudio de la
geología. Attenborough muestra muy claramente la forma en que la fuerza de este
nuevo paso adelante en la conciencia del hombre de su lugar en la naturaleza arrastró
a Darwin, a pesar de su renuencia a ofender a su devota esposa y provocar un
escándalo en la sociedad " bien educada"; la
formulación simultánea de una teoría de la selección natural por Alfred Wallace
fue, aparte de un potente acicate personal para Darwin para finalmente publicar
sus resultados, testimonio de la irresistible fuerza de la evolución de las
ideas cuando las condiciones subyacentes están maduras.
Al abordar las objeciones coetáneas a la teoría de Darwin, Attenborough no las
trata con desprecio, sino que se limita a situarlas dentro de sus propias limitaciones
históricas y demuestra con absoluta convicción cómo los nuevos hallazgos en
paleontología y zoología han demolido sus bases - disfrutando con especial
entusiasmo la oportunidad de volver a contar la historia de Archaeopteryx y el Ornitorrinco de pico de pato, formas de transición entre reptiles
y aves y de reptiles y mamíferos, respectivamente, que constituyen una sólida
respuesta a la pregunta: "si las especies evolucionan, ¿dónde están los
eslabones que faltan?"
Por supuesto, Darwin fue el producto de una burguesía que seguía en su fase
ascendente. Una clara señal de que esta fase es muy anterior a nosotros es el
hecho de que, hoy, en el siglo XXI, facciones muy influyentes de esta clase
dominante - tanto la derecha cristiana en los EE.UU. o los diversos partidos
islámicos en todo el mundo - han retrocedido a la versión más literal del creacionismo
bíblico y coránico y siguen vilipendiando a Darwin, a pesar de la masa de
pruebas a favor de sus ideas básicas que se ha acumulado en este último siglo y
medio. Pero, como Pannekoek y otros han señalado, la tendencia de la burguesía
a refugiarse en la religión y abandonar los audaces e iconoclastas puntos de vista de su primera época
revolucionaria fue notable tan pronto como el proletariado se afirmó
abiertamente a sí mismo como una fuerza peligrosamente antagónica dentro de la
sociedad capitalista (sobre todo después de los levantamientos de 1848). Y por
la misma razón, el movimiento obrero advirtió de inmediato las implicaciones revolucionarias de una
teoría que muestra que la conciencia puede emerger de los niveles inconscientes
de la vida en respuesta a las circunstancias materiales y no a través de la
mediación de un Director desde lo alto: con la evidente implicación de que las
masas inconscientes también puede llegar a desarrollar una auto-conciencia a
través de la lucha para satisfacer sus propias necesidades materiales.
Por supuesto no es cierto que el conjunto de la burguesía se ha hundido de
nuevo en el creacionismo, también hay un consenso burgués que considera la
ciencia y la tecnología en sí mismo como progresistas y que, abstrayéndolos de
las relaciones sociales que les permitieron desarrollarse, es incapaz de
explicar por qué tanto de la investigación científica y de tantos avances
tecnológicos han sido utilizados para hacer un total desastre de la sociedad y
la naturaleza. Y es precisamente esta realidad la que ha impulsado a un gran
número de los que no se benefician del actual sistema social a buscar
respuestas en las mitologías del pasado. El mismo fenómeno de rechazo también
se aplica a la visión del lugar del hombre en el universo presentado por tantos
burgueses "defensores" de la ciencia, una visión que traza un
panorama irremisiblemente sombrío porque da rienda suelta a una concepción
profundamente alienada de la esencial
separación del hombre de una naturaleza hostil. Pero Attenborough no
puede ser incluido en esta categoría. Maravillándose de los pájaros en vuelo o
riéndose de los juegos de los chimpancés, Attenborough concluyó su presentación
recordándonos otra implicación de la teoría de Darwin - su desafío a la visión bíblica
del hombre como un ser que tiene "dominio" sobre la naturaleza, y la
confirmación, en su lugar, de nuestra profunda relación con el resto de la vida
y nuestra total interdependencia con respecto a ella. En este punto,
Attenborough sonaba no poco a Engels, en ese pasaje de "El papel de trabajo en la transición del simio al hombre"',
que contiene, no solo una advertencia contra la arrogancia, sino también una
perspectiva para el futuro:
«Sin embargo, no nos dejemos llevar del
entusiasmo ante nuestras victorias sobre la naturaleza. Después de cada una de
estas victorias, la naturaleza toma su venganza. Bien es verdad que las
primeras consecuencias de estas victorias son las previstas por nosotros, pero
en segundo y en tercer lugar aparecen unas consecuencias muy distintas,
imprevistas y que, a menudo, anulan a las primeras, Los hombres que en
Mesopotamia, Grecia, Asia Menor y otras regiones talaban los bosques para
obtener tierra de labor, ni siquiera podían imaginarse que, al eliminar con los
bosques los centros de acumulación y reserva de humedad, estaban sentando las
bases de la actual aridez de esas tierras. Los italianos de los Alpes, que
talaron en las laderas meridionales los bosques de pinos, conservados con tanto
celo en las laderas septentrionales, no tenían idea de que con ello destruían
las raíces de la industria lechera en su región; y mucho menos podían prever
que, al proceder así, dejaban la mayor parte del año si agua sus fuentes de
montaña, con lo que les permitían, al llegar el periodo de las lluvias, vomitar
con tanta mayor furia sus torrentes sobre la planicie. Los que difundieron el
cultivo de la patata en Europa no sabían que con este tubérculo farináceo
difundían a la vez la escrofulosis. Así. A cada paso, los hechos nos recuerdan
que nuestro dominio sobre la naturaleza no se parece en nada al dominio de un
conquistador sobre el pueblo conquistado, que no es el dominio de alguien
situado fuera de la naturaleza, sino que nosotros, por nuestra carne, nuestra
sangre y nuestro cerebro, pertenecemos a la naturaleza, nos encontramos en su
seno, y todo nuestro dominio sobre ella consiste en que, a diferencia de los
demás seres, somos capaces de conocer sus leyes y de aplicarlas adecuadamente.»
(F. Engels, el papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, Ed
Progreso, Moscú 1978, pag 75-76)
Amos 6/2/9
Guerra o revolución. Barbarie o socialismo. En nuestra época, estas son las únicas alternativas a las que se confronta el movimiento proletario internacional.
Ya que nosotros elegimos revolución y socialismo, elegimos integrarnos en la CCI. Para hacer de la revolución proletaria una realidad y llegar al comunismo, los comunistas deben tener una organización que sea mundial tanto por sus objetivos como por su amplitud. Pero sobre todo, una organización que tenga una plataforma marxista clara y coherente.
Hemos emprendido un largo proceso colectivo y serio de clarificación teórica, basándonos en la experiencia del movimiento obrero internacional y sobre nuestra propia experiencia en Filipinas como militantes del movimiento proletario. Esto no ha sido fácil para nosotros cuando se considera que no ha habido ninguna influencia de la Izquierda Comunista en Filipinas durante 80 años. Mientras que casi durante un siglo nos han inculcado, a nosotros y a todo el movimiento obrero que el estalinismo-maoísmo era la "teoría del comunismo".
Para nosotros lo más importante es la clarificación teórica y la discusión para el reagrupamiento de los revolucionarios. Ser numerosos en una organización no sirve para nada si no está construida sobre fundamentos teóricos claros y sólidos, basados en más de doscientos años de experiencia del proletariado en todo el mundo.
Es un gran paso para las minorías revolucionarias comprender la teoría de la decadencia del capitalismo como forma de mantener el marxismo vivo en la época del imperialismo. La teoría de la decadencia es la base de lo que nos ha convencido que la CCI tiene la posición más correcta y la plataforma marxista más sólida en el cuadro de la evolución real del capitalismo y al mismo tiempo la síntesis de las lecciones de la práctica del proletariado internacional después de más de dos siglos.
Sin embargo la plataforma de la CCI no es una plataforma cerrada, es una plataforma viva, frente al examen de la dinámica real de la lucha de clases y de la evolución del capitalismo. Por esto es muy importante continuar y extender el debate interno no solamente al interior de la CCI sino también en el campo proletario en general. Nosotros hemos visto como la CCI suscita y practica este debate.
Nuestra comprensión de la Izquierda Comunista no puede ser tan profunda como la de nuestros camaradas en Europa donde reside la clase obrera que tiene la más larga y la más rica experiencia. Pero confiamos en el hecho de que la clarificación teórica a la que hemos llegado es suficiente para integrarnos en una organización comunista internacional.
En tanto que nueva sección de una organización internacional centralizada y unitaria -la CCI-, la continuación de discusiones vivas y de debates con los comunistas para analizar y estudiar las cuestiones cruciales para el avance de la revolución comunista mundial será más organizada, más centralizada y más amplia. Y sobretodo, las intervenciones de las minorías revolucionarias serán más eficaces.
Sabemos que vamos a correr un gran riesgo en Filipinas porque defendemos firmemente la revolución comunista y el internacionalismo. La derecha y la izquierda de la burguesía en Filipinas, con sus organizaciones armadas, odian tanto una como otra a los revolucionarios marxistas porque somos un obstáculo frente a sus mistificaciones y a sus mentiras para desviar las luchas del proletariado filipino del camino de la revolución proletaria internacional. Los comunistas de izquierda son los enemigos mortales de todas las fracciones de la burguesía filipina.
Es este el desafío para los comunistas internacionalistas en Filipinas: vencer todas las dificultades y continuar la clarificación teórica, las intervenciones en las luchas obreras en Filipinas y estar en contacto con todos los camaradas comunistas, en particular en Asia.
Queremos también enviar nuestros saludos más calurosos a los camaradas en Turquía (EKS) que se integran en la CCI como nueva sección en este país. La formación de dos nuevas secciones de CCI, en Filipinas y en Turquía -al mismo tiempo que el sistema está en una crisis muy profunda y hay una resistencia de la clase obrera ampliamente extendida- es una indicación concreta de que se desarrollan por todo el mundo los elementos y los grupos en búsqueda de una alternativa revolucionaria al capitalismo decadente y en descomposición; los elementos que son conscientes que el nacionalismo, la democracia, el parlamentarismo y el sindicalismo no son más que mentiras y mistificaciones.
Internasyonalismo (13 febrero 2009).
A los 4 días de su discurso de investidura, Barack Obama ha autorizado el bombardeo de una serie de objetivos en Pakistán. El había preconizado tales ataques antes de que en julio pasado Estados Unidos se comprometiera en ellos. Inmediatamente después de su discurso inaugural, en el que había declarado sin ambigüedad que «iremos a batir a los enemigos de América», ordenaba el lanzamiento de misiles Predator sobre dos objetivos en Warziristan en los cuales 2 personas encontraron la muerte. Ha advertido al público americano que habrá un aumento de las pérdidas militares norteamericanos debido a la intensificación de las acciones en Pakistán y Afganistán. Las fuerzas militares se van a doblar para pasar a 60000 efectivos.
Para Obama confirmar su compromiso con las bases militares del imperialismo americano constituye una advertencia para el resto del mundo. Aunque haya hablado de cambio en su campaña electoral es indiscutible que se sitúa en la continuidad guerrera del gobierno de Bush. América continuará utilizando su poderío militar para defender sus intereses.
En este aspecto lo único que hace diferente a los Estados Unidos es la enorme superpotencia militar que poseen. Cada Estado nacional recurre a la fuerza para defender los intereses de su clase dirigente. Irán y Corea del Norte desarrollan sus misiles nucleares, China construye masivamente portaviones, el ejército de Sri Lanka barre en sangre el norte del país, Sudán o Somalia emplean la fuerza bruta militar, en el Congo diferentes fracciones se pelean con toda clase de armas. Todos ellos son expresión del capitalismo. El capitalismo es la guerra.
Parece que en estos tiempos de crisis económica y de movilizaciones obreras y estudiantes, que tratan de buscar alternativas a la situación de miseria que nos depara el capitalismo, a la clase dominante le ha entrado un repentino interés por el marxismo. La lucha de los bachilleres en Alemania[1] el pasado Noviembre ha provocado una reacción en las instituciones universitarias y los institutos, que han convocado diferentes cursos de «lectura de El Capital»; también hemos podido escuchar a sesudos especialistas de instituciones económicas reivindicar el interés por la Contribución a la crítica de la Economía Política de Marx. A nadie se le escapa, en una primera reflexión, que se trata de reducir el interés por la crítica del capital y por la perspectiva revolucionaria que plantea el marxismo, a la mera reivindicación de Marx como especialista en Economía, cual si se tratara de un Alan Greenspan de su época.
Recientemente Izquierda unida acaba de hacer su aportación particular a este "marxismo" a la moda. A comienzos de febrero, la página oficial de Izquierda Unida (IU) informaba del Consejo Político (Máximo órgano de dirección de IU), donde el nuevo coordinador general, Cayo Lara, había presentado un Informe político sobre la respuesta a la crisis económica. Con paso firme, el nuevo líder del aparato dirigente comenzó su exposición con una supuesta cita de El Capital de Marx[2], que según la página de IU, le pareció «clarividente», y que, según el diario EL PAIS, que junto a otros periódicos recogía la información el día siguiente, «causó sensación entre los miembros del máximo órgano de dirección de IU, por lo que pudiera tener de profética»[3].
Pero desde la publicación misma de la noticia, diferentes medios de prensa y particulares en internet mostraron que esta cita "marxista", más parecida efectivamente a una de las predicciones de Nostradamus que a la crítica política de Marx, era en realidad falsa, y se había colado de un artículo de coña en una web americana[4] a través del gazapo de un "experto" asesor, que de esta forma, no sólo se "cubría de gloria" personalmente, sino que dejaba en evidencia a toda la dirección de IU que, experto sobre experto, y líder sobre máximo órgano dirigente, destapaban de lo más "clarividentemente" su absoluta ignorancia del marxismo.
Todo este episodio de grouchomarxismo prueba por sí mismo que la naturaleza de la recuperación del "marxismo" por IU no es diferente de la de las instituciones escolares y universitarias en Alemania. Presentar a Marx como un profeta de fin del milenio significa atacar el contenido revolucionario de la teoría marxista y de la actividad misma de Marx. Contenido y actitud que estuvieron presentes en Marx desde su adhesión misma al movimiento comunista, mucho antes de escribir El Capital, y que son la verdadera lección para la lucha de las generaciones obreras actuales:
«Por otro lado, es precisamente una ventaja de la nueva tendencia [comunista] la de no anticipar dogmáticamente el mundo, sino que sólo queremos encontrar el nuevo mundo a través de la crítica del viejo. Hasta el momento, los filósofos han tenido la solución de todos los enigmas guardada en sus escritorios, y al estúpido mundo exotérico sólo le bastaba abrir su boca para que cayeran en ella las palomas asadas del conocimiento absoluto... Pero, si construir el futuro y asentar todo definitivamente no es nuestro asunto, es más claro aún lo que, al presente, debemos llevar a cabo: me refiero a la crítica despiadada de todo lo existente, despiadada tanto en el sentido de no temer las consecuencias de la misma y de no temerle al conflicto con aquellos que detentan el poder... nada nos impide convertir en el punto de partida de nuestra crítica, a la crítica de la política, a la participación en la política, y por ende, a las luchas reales, e identificar nuestra crítica con ellas. En ese caso, no nos enfrentamos al mundo en actitud doctrinaria, con un nuevo principio: ¡Esta es la verdad, arrodíllense ante ella! Desarrollamos nuevos principios para el mundo a base de los propios principios del mundo. No le decimos al mundo: termina con tus luchas, pues son estúpidas; te daremos la verdadera consigna de lucha. Nos limitamos a mostrarle al mundo por qué está luchando en verdad, y la conciencia es algo que tendrá que asimilar, aunque no quiera» (tercera de la serie de cartas que Marx [25 años] escribió a su amigo, Arnold Ruge, en 1843)[5].
En realidad es la oposición a esta actitud de lucha y revolucionaria, y no el error con la cita de Marx, que es lo anecdótico, lo que convierte a IU en enemiga de la perspectiva comunista. Aunque el Consejo político de IU hubiera citado con más fortuna fragmentos de la obra de Marx, lo que cuenta es el espíritu con el que IU vacía el marxismo de todo contenido revolucionario para utilizarlo de letra muerta como coartada de sus "movilizaciones de oposición". Eso es a lo que Marx llamó "socialismo burgués" en el Manifiesto Comunista:
«Una segunda modalidad, aunque menos sistemática bastante más práctica, de socialismo, pretende ahuyentar a la clase obrera de todo movimiento revolucionario haciéndole ver que lo que a ella le interesa no son tales o cuales cambios políticos, sino simplemente determinadas mejoras en las condiciones materiales, económicas, de su vida. Claro está que este socialismo se cuida de no incluir entre los cambios que afectan a las "condiciones materiales de vida" la abolición del régimen burgués de producción, que sólo puede alcanzarse por la vía revolucionaria; sus aspiraciones se contraen a esas reformas administrativas que son conciliables con el actual régimen de producción y que, por tanto, no tocan para nada a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, sirviendo sólo -en el mejor de los casos- para abaratar a la burguesía las costas de su reinado y sanearle el presupuesto.
Este socialismo burgués a que nos referimos, sólo encuentra expresión adecuada allí donde se convierte en mera figura retórica.
¡Pedimos el librecambio en interés de la clase obrera! ¡En interés de la clase obrera pedimos aranceles protectores! ¡Pedimos prisiones celulares en interés de la clase trabajadora! Hemos dado, por fin, con la suprema y única seria aspiración del socialismo burgués.
Todo el socialismo de la burguesía se reduce, en efecto, a una tesis y es que los burgueses lo son y deben seguir siéndolo... en interés de la clase trabajadora. »
Hic Rodas, 16.03.09
[1] https://es.internationalism.org/node/2431 [6]
[2] «Los propietarios del capital estimularán a la clase trabajadora para que compre más y más bienes, casas, tecnología cara, empujándoles a contraer deudas más y más caras hasta que la deuda se haga insoportable. La deuda impagada llevará a la bancarrota de los bancos, los cuales tendrán que ser nacionalizados».
[3] https://elpais.com/articulo/espana/IU/llama/movilizarse/cambio/politica/Gobierno/elpepunac/20090208elpepinac_9/Tes [7]
[4] www.newsmutiny.com/pages/Communist_Reeducation.html [8]
[5] https://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m09-43.htm [9]
En Acción Proletaria nº 204 iniciamos una serie sobre el desempleo. En dicho número hablamos de una realidad inédita en la historia del capitalismo: la existencia durante 40 años de un importante desempleo crónico. Sin embargo, los compañeros afectados por esta lacra fueron presentados por los medios de comunicación, políticos, ideólogos, sindicalistas, como "fracasados"; de tal manera que un fenómeno social que mostraba que algo no funcionaba en el capitalismo aparecía como el resultado de un fracaso personal de individuos "inadaptados" e incapaces de "aprovechar las oportunidades"[1]
En el siguiente artículo aparecido en Acción Proletaria nº 205 denunciamos las medidas adoptadas por los Estados en los últimos 20 años, que so pretexto de luchar contra el desempleo lo que en realidad han hecho ha sido enmascararlo a la vez que suponían un brutal ataque a las condiciones de todos los trabajadores (precariedad, salarios basura...) y un ataque político e ideológico destinado a dividir y a enfrentar los trabajadores entre si, atomizarlos al máximo y hacerles perder su identidad colectiva[2].
En este artículo nos proponemos analizar la explosión del desempleo a la que actualmente asistimos, veremos sus consecuencias y empezaremos a plantear la cuestión de cómo luchar.
Hemos consultado la Web de la Organización Internacional del Trabajo[3] y las conclusiones que pueden sacarse de ella son terribles. En un informe titulado El número de desempleados, trabajadores pobres y empleos vulnerables aumentará de manera espectacular debido a la crisis económica mundial, afirma que «el desempleo en el mundo podría aumentar en 2009 con respecto a 2007 en una cifra entre 18 y 30 millones de trabajadores, y hasta más de 50 millones si la situación sigue deteriorándose». Habla de que el desempleo mundial podría llegar al 7,1% en 2009. Pero de manera aún más significativa señala dos tendencias muy inquietantes:
- por un lado, «El número de trabajadores pobres - es decir, personas que no ganan lo suficiente para mantenerse a sí mismos y a sus familias por encima del umbral de la pobreza de 2 dólares al día por persona - puede aumentar hasta alcanzar un total de 1.400 millones, lo cual representaría el 45% de los trabajadores mundiales»
- por otra parte: «En 2009, la proporción de personas con empleos vulnerables - ya sea trabajadores que contribuyen al sustento familiar o trabajadores por cuenta propia con menor acceso a las redes de seguridad que protegen contra la pérdida de ingreso durante tiempos difíciles - podría aumentar de manera considerable en el peor de los escenarios y afectar al 53% de la población con empleo».
El crecimiento exponencial del desempleo y el deterioro brutal de las condiciones de vida son las conclusiones que se pueden sacar de los análisis antes expuestos. Análisis que sin embargo son muy asépticos y no dan verdadera cuenta del drama humano que encierran semejantes cifras. Para muchos millones de trabajadores, para sus hijos y sus familias, esos números se traducen en perder la vivienda, reducir drásticamente su nivel de consumo, pedir prestado y endeudarse con usureros, vender coche o enseres, renunciar a proyectos para los hijos o personales, recabar ayuda a familiares, vecinos, amigos, que probablemente estén tan mal como ellos..., todo lo cual genera angustia, discusiones familiares, estrés, sentimientos de duda, desesperación y humillación.
¿En qué marco comprender esta explosión de millones de tragedias individuales? ¿Se pueden concebir como un drama pasajero que podrá ser superado en unos meses o quizá en uno o dos años?
Los políticos, los periodistas, los economistas, nos presentan el desempleo actual como un fenómeno súbito que significaría una ruptura total con la situación anterior. Acostumbrados a "vivir al día", a la última noticia que hace desaparecer de las mentes la noticia anterior, estos exponentes de la ideología dominante son incapaces de realizar análisis que enlacen el presente con el pasado y lo proyecten hacia el porvenir. Para ellos es como si hubiéramos pasado del día a la noche. Hace un año estábamos en el día luminoso de la mayor prosperidad y ahora, de repente, hemos entrado en la noche oscura del desempleo más exacerbado.
En el artículo anterior decíamos «La actual explosión del desempleo no es un relámpago que estalla en un cielo azul, es el desbordamiento de unas aguas a las que durante 20 años se les ha puesto diques, se las ha desviado por aquí y por allá, pero que finalmente irrumpen con la fuerza descomunal que les da el haber sido trampeadas durante largo tiempo. El desempleo enmascarado durante 20 años estalla ahora de manera abierta y descontrolada».
Durante los últimos 40 años hemos asistido a un fenómeno nuevo en toda la historia del capitalismo: la existencia permanente de un desempleo que en su cifra más baja alcanzaba al 4% de la población laboral pero que ha tenido puntas que sobrepasaban el 10%. Este desempleo estructural y potencialmente masivo explota hoy arrasando las condiciones de vida de millones de obreros. Hemos asistido a 40 años de crisis capitalista que ha podido ser más o menos enmascarada por la intervención del Estado pero que hoy ya no es posible contener y con ella el desempleo estalla como una bomba que ha sido largo tiempo cebada.
El capitalismo « necesita creer y hacer creer que el irresistible aumento del paro desde hace un cuarto de siglo no es una enfermedad debida a la senilidad histórica del sistema, sino un fenómeno casi natural, una especie de fatalidad debida al progreso técnico y a la necesidad de que el sistema se adapte», decíamos en el artículo Crisis económica mundial: la explosión del desempleo en la Revista Internacional nº 77 (2º trimestre 1994[4]). A lo que añadíamos: « no hay nada "natural" ni "sano" en el desarrollo masivo del paro. Incluso desde el punto de vista de la salud del capitalismo mismo, el desarrollo crónico y masivo del paro es una inequívoca manifestación de su decrepitud».
Es cierto que « para la clase capitalista, el paro es una realidad que, al principio, por el chantaje que permite ejercer, refuerza su poder sobre los explotados y le permite sangrarlos mejor, aunque solo fuese por la presión que ejerce sobre el nivel de los sueldos. Es ésta una de las razones por las cuales el capitalismo necesita siempre una reserva de parados».
Ya analizamos en el primer artículo de esta serie que el capitalismo siempre había necesitado lo que Marx llamó un ejército industrial de reserva, una proporción de mano de obra inactiva que le permite presionar a la baja sobre las condiciones de vida de los trabajadores empleados y que se puede movilizar rápidamente en caso de aumentos repentinos de la producción. Pero el desempleo de los últimos 40 años no tiene nada que ver con ello. « Desde el punto de vista del capital, el desarrollo del paro, más allá de cierto mínimo, es un factor negativo, destructor de capital, es el síntoma de su enfermedad. El capital se alimenta sólo de carne proletaria. La sustancia de la ganancia es trabajo vivo. La ganancia del capital no proviene ni de las materias primas ni de las máquinas sino del "sobretrabajo" de los explotados. Cuando el capital despide fuerza de trabajo, se priva de la fuente verdadera de su ganancia. Y si tiene que hacerlo no es porque le guste, sino porque las condiciones del mercado y los imperativos de la rentabilidad se lo imponen».
«El incremento crónico del paro masivo es la expresión de dos contradicciones fundamentales, que Marx puso de relieve y que condenan históricamente al capitalismo:
- por una parte, su incapacidad de crear, por sus propios mecanismos, un mercado solvente, suficiente para absorber toda la producción que es capaz de realizar;
- por otra parte, la necesidad de "sustituir a hombres por máquinas" para asegurar su competitividad, lo que se plasma en una tendencia decreciente de la cuota de ganancia»
La crisis actual muestra la exacerbación hasta límites extremos de esas contradicciones y solo puede comprenderse en el marco de casi un siglo de decadencia del capitalismo, un sistema que sobrevive en medio de guerras salvajes, miseria creciente, destrucción medioambiental y actualmente con la destrucción de su fuente de ganancias: la fuerza de trabajo obrera.
¿Qué hacer? ¿cómo unirse? ¿cómo organizarse y luchar?
Hay compañeros que piden acción: "dejémonos de debates, las cosas están claras, ¡Hay que pasar a los hechos!". Compartimos su indignación ante la situación actual y su combatividad. Sin embargo, las cosas no son tan simples. La clase obrera no es una suma de ciudadanos a la que ofreces una movilización un día D y acude a votar por ella con su presencia.. Tampoco es un mero juguete de las condiciones objetivas que salta como un resorte ante su aguijón. La crisis y el desempleo plantean la necesidad de la respuesta obrera pero para que esta se produzca se necesita la maduración de sus fuerzas subjetivas: la conciencia, la solidaridad, la confianza mutua, vislumbrar un porvenir...
Es importante comprender que una crisis como la actual plantea en un primer momento ansiedad, dudas, miedo al futuro. Las reacciones pueden ser contradictorias como pudo verse en la lucha reciente de los trabajadores británicos del sector de la energía. En un primer momento el miedo a lo desconocido propició una reacción de nacionalismo ("Empleos británicos para trabajadores británicos") pero luego los trabajadores reaccionaron, participaron en la lucha obreros de origen polaco y al final en las manifestaciones vimos carteles que decían "Trabajadores del mundo entero ¡Uníos!"[5].
El desempleo tiene en un primer momento un efecto intimidatorio. «La generalización del paro, para la clase explotada, es prácticamente peor que la presencia de un policía en cada hogar, en cada lugar de trabajo. Por el chantaje asqueroso que le permite ejercer a la clase dominante, el paro hace más difícil la lucha obrera», decíamos en el artículo de la Revista Internacional antes citado. Para los que están trabajando la amenaza de perder el empleo constituye un chantaje que, por una parte, provoca obsesión, estrés, inestabilidad emocional, y, por otro lado, en el marco de una sociedad terriblemente individualista y competitiva suscita reacciones de "ir cada cual a lo suyo", de "me callo y trato de salvarme como sea".
Respecto a los trabajadores desempleados hemos visto en los dos primeros artículos de la serie cómo el capitalismo ha aprendido durante los últimos 40 años, apoyándose en la atomización y la rivalidad que cotidianamente emergen de sus relaciones sociales, a que el desempleo fuera vivido como un fracaso individual, a que cada parado se viera como un ser apestado al que le da vergüenza admitir su condición. No podemos esperar que de la noche a la mañana eso cambie. En un primer momento las colas de parados están dominadas por un silencio fúnebre, cada cual está encerrado en sus sufrimientos, no conoce a los otros. A menudo, la mayoría de parados son emigrantes de muy diversas nacionalidades que incluso les es difícil comunicarse en un idioma compartido. Por otra parte, el Estado se las arregla para -echando mano de la informática- fragmentar y diversificar las citas para evitar concentraciones masivas.
Sin embargo, en un segundo momento, con la persistencia del fenómeno, la gente empieza a hablar, a discutir, a comunicarse y de ello pueden surgir asambleas de parados, iniciativas de lucha. Los revolucionarios y los trabajadores más combativos tenemos que participar y animar ese proceso.
Para ello hemos de reapropiarnos de la experiencias pasadas de lucha de la clase obrera. Concretamente de las grandes movilizaciones contra el desempleo en los años 30 y de las tentativas tímidas que hubo de lucha y organización en los años 80[6].
¿Por qué proceder así? ¿No sería mejor dejarse de tales investigaciones históricas y ponerse a organizar planes de acción y movilización?
La clase obrera es una clase histórica, sus luchas se inscriben en una continuidad de más de 2 siglos de combates contra la explotación capitalista. La clase obrera es diferente de sus hermanos que le precedieron en el sufrimiento de la explotación -los esclavos y los siervos. Mientras que las luchas de estos últimos eran explosiones ciegas dictadas por situaciones límite que no tenían ni continuidad ni coherencia, la lucha de la clase obrera tiene una historia que integra de manera crítica las experiencias del pasado en la perspectiva del porvenir revolucionario de la que es portadora.
Para luchar con un mínimo de fuerza y unidad, cada generación obrera debe alzarse sobre los hombros del esfuerzo de lucha de las generaciones precedentes. Las luchas de sus antepasados no son una fórmula que habría que repetir sino una experiencia viva de la cual hay que sacar lecciones, ver los aciertos y los errores, asumir las fuerzas y las debilidades y, sobre todo, comprender las condiciones históricas a las que dan respuesta y compararlas con las actuales.
«A partir de cierto nivel de paro, la rebelión contra esta represión se transforma en un potente estímulo para el combate de clase y su generalización. ¿A partir de qué cantidad, de qué porcentaje de parados se produce este cambio? La pregunta como tal no tiene respuesta, pues la realidad no depende de una relación mecánica entre economía y lucha de clases, sino que es un proceso complejo en el cual la conciencia de los proletarios tiene el papel principal (...) Aunque llegase a conocer un verdadero derrumbe económico, no por eso va a desaparecer el capitalismo. Sin la acción revolucionaria del proletariado, este sistema seguirá pudriéndose de raíz, arrastrando a la humanidad a una barbarie sin fin»[7]
Smolni 2.3.09
[1] Ver /accion-proletaria/200811/2407/crisis-del-capitalismo-el-desempleo-expresa-la-quiebra-del-capitalismo [11]
[2] Ver /cci-online/200902/2470/el-desempleo-expresion-de-la-quiebra-del-capitalismo-ii-1980-2007-el-desemple [12]
[3] www.ilo.org/global/Themes/lang--es/WCMS_101191/index.htm [13].
[4] Ver /revista-internacional/200704/1848/crisis-economica-mundial-la-explosion-del-desempleo [14]
[5] Ver https://es.internationalism.org/node/2493 [15]
[6] Es lo que intentaremos hacer en próximos artículos de este serie.
[7] Artículo antes citado.
Enlaces
[1] https://es.internationalism.org/tag/noticias-y-actualidad/luchas-en-grecia
[2] https://es.internationalism.org/tag/personalidades/charles-darwin
[3] https://es.internationalism.org/tag/vida-de-la-cci/resoluciones-de-congresos
[4] https://es.internationalism.org/tag/geografia/estados-unidos
[5] https://es.internationalism.org/tag/personalidades/obama
[6] https://es.internationalism.org/cci-online/200812/2431/protesta-de-estudiantes-de-instituto-en-alemania-la-nueva-generacion-vuelve-a
[7] https://elpais.com/articulo/espana/IU/llama/movilizarse/cambio/politica/Gobierno/elpepunac/20090208elpepinac_9/Tes
[8] http://www.newsmutiny.com/pages/Communist_Reeducation.html
[9] https://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m09-43.htm
[10] https://es.internationalism.org/tag/corrientes-politicas-y-referencias/izquierdismo
[11] https://es.internationalism.org/accion-proletaria/200811/2407/crisis-del-capitalismo-el-desempleo-expresa-la-quiebra-del-capitalismo
[12] https://es.internationalism.org/cci-online/200902/2470/el-desempleo-expresion-de-la-quiebra-del-capitalismo-ii-1980-2007-el-desemple
[13] http://www.ilo.org/global/Themes/lang--es/WCMS_101191/index.htm
[14] https://es.internationalism.org/revista-internacional/200704/1848/crisis-economica-mundial-la-explosion-del-desempleo
[15] https://es.internationalism.org/content/2493/huelgas-en-las-refinerias-y-de-las-centrales-electricas-los-trabajadores-empiezan
[16] https://es.internationalism.org/tag/cuestiones-teoricas/desempleo