Sobre la monarquía y nuestra lucha.

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Artículo que nos ha llegado donde se realiza un análisis de por qué actualmente sectores cada vez más numerosos de la burguesía española ponen en cuestión la monarquía

Desde hace tiempo vemos como proliferan las manifestaciones de descontento con la Monarquía española y como, cada vez, se pone más en cuestión su existencia por ser una institución atrasada que no se corresponde con los tiempos que corren. A ello ha contribuido de manera importante la actitud del borbón con sus actividades publicas y privadas en las que pone de manifiesto sus maneras burdas de entender la relación de vasallaje.

El Estado y sus instituciones, la monarquía es una de ellas, es un instrumento de dominación de clase y su función última es la de mantener las relaciones de explotación entre capital y trabajo. En ello emplea desde la represión pura y dura hasta la mucho más sofisticada mistificación, junto con la utilización de la izquierda del capital como pinza ideológica con la que atraparnos.

Una de las limitaciones de las luchas recientes ha sido la incapacidad para superar el "democratismo" y su hijo el "ciudadanismo". La izquierda del capital (desde sindicatos, partidos hasta algunos supuestos anarquistas y comunistas) han capitalizado las luchas desde sus posiciones de "izquierda", mediante la mistificación de conceptos como el de democracia o el de ciudadano. Desde esa perspectiva "todos somos ciudadanos libres" y el problema de la crisis, del Estado e incluso el de la Monarquía reside en que "otros ciudadanos libres e iguales a nosotros" han aprovechando ciertas ventajas, privilegios, engaños, poder, etc.. , en su beneficio y en detrimento de lo que pertenece a nuestro ámbito individual o social de dominio y que debe ser gestionado de manera justa mediante el ejercicio de la democracia real y efectiva. Esta ha sido la tendencia mayoritaria en los "indignados" y su principal limitación en su potencial revolucionario.

La crisis, que la clase dominante quiere hacernos creer que se debe a problemas coyunturales, temporales o sectoriales, tiene su fundamento en el agotamiento histórico del capitalismo como sistema social, ya que es completamente incapaz de permitir a toda la población mundial el acceso a los medios de vida, empezando por la imposibilidad de crear trabajo suficiente (ni siquiera dentro de su marco de explotación) ni de preservar el equilibrio ecológico entre sistema productivo y naturaleza.

Culpar a las finanzas, a los malos gestores, a los especuladores, a la monarquía etc..es una crítica errónea ya que presupone que con economía productiva, buenos gestores y honradez seria posible una sociedad de equidad para todos. Es suponer, además, que esto seria posible mediante el desarrollo de la democracia (entendida según la visión que de ella tiene la clase dominante), con iniciativas populares, ley electoral mas justa, etc.. El problema de está crítica es no entender por una parte que todas esas cuestiones (bancos, especulación, estafas etc..) son la expresión de la inviabilidad del capitalismo, no la parte mala de este, sino su esencia autodesarrollada. Por otra parte centrar toda crítica en esas cuestiones, sin ir a las causas ultimas es caer en los laberintos previstos por el capital y su sistema, con lo que tenemos asegurado un puesto en las tierras del desconcierto. Dicho de otro modo , el no entender que el problema es el capitalismo como sistema, nos imposibilita para construir una alternativa real.

Hacer aquí mención a la monarquía, es solo un ejemplo de los muchos caminos hacia ninguna parte en los que podemos caer de no contar con una critica correcta de la realidad social y una comprensión de los ámbitos en los que se ha de desenvolver cualquier lucha que mire hacia la necesidad de cambiar el mundo. Quizás pueda pensarse que un sistema republicano sea más moderno o formalmente democrático que una monarquía. Y así es. Pero ya no estamos en tiempo de luchar por conceptos de la sociedad burguesa como superación de un "antiguo régimen" de despotismo. La realidad histórica se ha impuesto y ahora la lucha real consiste en procurarnos los medios para construir una sociedad basada en la satisfacción de las necesidades humanas en armonía del hombre con la naturaleza, como un todo. El resto son espejismos de colores para adormecer nuestro entendimiento y nuestra voluntad.

Con la tercera restauración borbónica, la burguesía española encontró la manera para ponerse de acuerdo, superando rivalidades intestinas, y poder consolidar el estado en el marco nacional español y en el ámbito europeo de intercambios.

Después de la muerte del "excelentísimo" y durante mucho tiempo, todo el capital, de derechas y de izquierda, ha estado de acuerdo en fijar la corona como el limite formal de referencia, fundamentalmente ante la posibilidad de luchas proletarias.

Desde hace tiempo esta instalándose cada vez con mas fuerza el rechazo a la monarquía y a la corona y dejando abierta la puerta cada vez más hacia la tercera república.

La pregunta solo puede ser una ¿tiene necesidad la burguesía española de cambiar el acuerdo marco de la monarquía por otro igual pero republicano? Desde nuestro punto de vista solo tendrá esa necesidad en la medida que esta cuestión se convierta en la mistificación con la que reconducir cualquier manifestación de descontento y cualquier lucha de carácter proletario que pudiera expresarse más allá de lo que le es aceptable.

La burguesía, la clase dominante, solo teme al proletariado cuando actuá en luchas que ella no puede controlar y sobre un sólido terreno de clase. Si escenificar la pugna entre monarquía y república, con sus tiras y aflojas, puede distorsionar el terreno autónomo del proletariado y someterlo a sindicatos y partidos del sistema, en ese caso tendremos república

¿Pero que nos aportaría la república? La crisis económica es el resultado de una sociedad que produce para acumular beneficios, si no acumula beneficios, o al menos los suficientes como para justificar económicamente la puesta en marcha del aparato productivo, entonces nos quedamos en paro. Ante esto la república no aporta nada. La única alternativa es construir una sociedad donde la finalidad de la producción sea la satisfacción de las necesidades humanas.

La crisis económica se ha expresado como un problema de la deuda. ¿Y eso por que? Desde las familias a las pequeñas,medianas y grandes empresas estamos endeudados hasta las cejas. Todo lo que llaman el sector privado de la economía Pero también el sector publico, todas las administraciones, desde localidades hasta el Estado. Su máxima expresión es la deuda soberana. Pero si nos fijamos, es así en todos los países Por cuestiones propias de cada estado nacional, unos pueden aguantar el equilibrio con un menor esfuerzo. Otros países como Grecia, España o Italia tienen que hacer cada vez más esfuerzos siendo posible que en algún momento lo pierdan definitivamente. Pero lo que de aquí se trata es de constatar que durante décadas el capitalismo mundial ha propiciado el endeudamiento a todos los niveles (que con la crisis ha llegado a su limite) y la ha hecho por la necesidad de dar salida a sus mercancías y servicios como una manera para llegar a sus ansiados beneficios. Si como parece, con el endeudamiento se ha llegado al limite, ¿como se va a comprar todo lo que el capital necesita realizar para poner en marcha y ampliar la producción, en un proceso creciente de acumulación?. Además, para tener validez histórica mundial, se ha de hacer de manera que se disponga cada vez de más puestos de trabajo y en mejores condiciones hasta el punto de que prácticamente todo el mundo disponga de medios de vida y además con un equilibrio que permita la pervivencia del mundo natural durante generaciones.

Nosotros no vemos de donde puede salir ese mercado que sustituya el que hasta ahora ha ocupado el crédito y nos lleve a buen puerto, como subproducto de la acumulación capitalista.

Desde estas perspectiva, considerarse ciudadano es la primera trampa. Luchar por la república la segunda. Solo puede ser valida la perspectiva del proletariado. El proletariado moderno no es más que aquel que no tiene prácticamente nada más que la necesidad de ganarse los medios de vida para el y para los suyos. Solo cuenta con su voluntad y su trabajo. Entender que esto es lo único común a todos por encima de países, géneros, razas etc., es fundamental y lo único que nos puede dar las bases para una lucha revolucionaria. La revolución solo puede ser construir una sociedad democrática a partir de esas premisas, en que la que la finalidad son nuestras necesidades de vida y el control directo sobre nuestras vidas. Sin intermediarios.

Creemos que la lucha contra la monarquía, por la república, por una supuesta democracia real en el capitalismo, contra la corrupción y el despilfarro etc.. es una cosa parecida ha pelearnos con un árbol cuando estamos rodeados de bosque. Lo que necesitamos es gente discutiendo en todas parte como queremos que sea todo esto, como lo organizamos y como lo llevamos a cabo. Pero sin ellos. No tenemos nada que reclamarles, ni siquiera la república.

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