El estado burgués de Chávez arremete contra los trabajadores del hierro

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El gobierno burgués de Chávez -con el apoyo de la Oposición y de los sindicatos- desencadena la represión contra los trabajadores de la Zona del Hierro en Venezuela que están en lucha por sus necesidades más acuciantes. Aquí se ve la VERDAD DEL SEÑOR CHAVEZ Y DE SU PANTOMIMA DEL "SOCIALISMO DEL SIGLO XXI".

Difundimos la hoja de intervención que han realizado nuestros camaradas de INTERNACIONALISMO de Venezuela. Saludamos su esfuerzo hecho en condiciones muy difíciles de represión y chantaje chavista. Manifestamos nuestra solidaridad con los trabajadores de la Zona y con nuestros camaradas y llamamos a que se difunda y se discuta esta hoja de intervención. La lucha del proletariado es MUNDIAL y debe confrontarse a todas las formas del Estado burgués sean estas "liberales", dictatoriales o adopten la máscara del "socialismo" como en el caso del protagonista semanal de Aló Presidente.

El estado burgués de Chávez arremete contra los trabajadores del hierro

Después de más de 13 meses de discusión de la contratación colectiva, los trabajadores de la siderúrgica Ternium-SIDOR han dicho basta. Indignados, debido a los salarios de hambre que reciben (cercano al salario mínimo, en una de las regiones de Venezuela con los mayores índices de alza del costo de la vida) y debido a las condiciones laborales deplorables que han ocasionado la muerte de 18 trabajadores y decenas de enfermos ocupacionales en menos de una década, han decidido realizar varios paros de trabajo ante la negativa de la empresa de otorgarle las reivindicaciones salariales y laborales exigidas.

Varios medios de comunicación se han hecho eco de la campaña de la empresa que intenta victimizarse al plantear que los beneficios exigidos por los trabajadores superan las ventas anuales. Estas mentiras forman parte de "black out" informativo tanto de los medios de comunicación oficialistas como de oposición, sobre las verdaderas causas de la lucha de los trabajadores del hierro, quienes desde la década de los 90 han estado sujetos a políticas de recorte de beneficios salariales y laborales, a través de procesos de reestructuración, que han colocado sus beneficios por debajo de otros trabajadores de la región. Los trabajadores del hierro lo que hacen es luchar por tener un nivel de vida digno. Saben que si se aceptan las condiciones contractuales de la empresa[1], estarán amarrados por más de 2 años a aumentos de salario y beneficios miserables, mientras los precios de los alimentos y el costo de la vida se incrementan por encima de un 30% anual, según lo indican las nada confiables cifras del Banco Central de Venezuela. Otra importante reivindicación del movimiento, es pasar a los trabajadores contratados (que representan el 75% de la plantilla de más de 16000 obreros) a la nómina de trabajadores fijos, que cuentan con mejores beneficios que aquellos. En este sentido, la lucha de los sidoristas expresa el malestar y la incertidumbre que domina entre las masas trabajadoras de la región y del país, ante el incremento incesante del precio de los alimentos y del costo de la vida en general, y ante la precariedad en las condiciones de trabajo.

De igual manera, los trabajadores del hierro han dicho basta, al "peloteo" y la "mamadera de gallo" de los representantes de la empresa, el gobierno y los sindicatos; quienes han logrado desmejorar progresivamente las exigencias iniciales del movimiento (los sindicatos "exigen" hoy Bs. 50 diario, después de 80 al inicio de las negociaciones). Después de cumplir con todos los requisitos para poder ir a la huelga, vinieron con el cuento de conformar una comisión de alto nivel formada por ese nefasto triunvirato. Mientras ellos debatían puertas adentro a espaldas de los trabajadores, éstos, en asamblea en los portones de entrada a la acería han decidido realizar varios paros, siendo el más significativo el del 12 de marzo por 80 horas que mostró una radicalización del movimiento. La respuesta de la empresa y el estado no se hizo esperar: el día 14 se desata una feroz represión de parte de la Guardia Nacional y la policía que dejó más de 15 obreros heridos y 53 detenidos. Con esta acción  represiva el gobierno de Chávez ha quedado desenmascarado ante los trabajadores: se quitó el uniforme de "obrero" y se colocó su verdadero uniforme, el de defensor de los intereses del capital nacional. No es la primera vez que el estado "obrero y socialista" arremete contra los trabajadores que luchan por sus reivindicaciones: para sólo mencionar un caso entre tantos, el año pasado, los trabajadores petroleros sintieron la represión en carne propia cuando luchaban por mejoras laborales.

Pero el sindicato SUTISS también es corresponsable de la represión contra los trabajadores (independientemente de que algunos dirigentes sindicales hayan sido reprimidos), ya que ha hecho su trabajo de "apaga fuegos" contra del movimiento. Intenta colocarse al frente del movimiento mientras negocia con la empresa y el estado la baja en la exigencia salarial, a la espera de que el movimiento se debilite.

Referéndum y nacionalización: nuevas trampas contra el movimiento

Debido a la intransigencia obrera, ahora se han sacado de la manga otra trampa: la realización de un referéndum para consultar a cada obrero sobre su acuerdo ó no con la propuesta de la empresa. Promovida por el Ministro chavista del Trabajo (trotskista o extrotskista), ya el sindicato SUTISS le ha dado su bendición; eso sí, con ciertos "condicionamientos". El instinto de clase ha llevado a varios trabajadores a rechazar esta trampa, mediante la cual se intenta escamotear las asambleas soberanas (donde se expresa la verdadera fuerza de la clase trabajadora) y se trata a cada obrero como un "ciudadano", quien de manera aislada "se enfrentará" contra la empresa y el estado a través de... las urnas electorales!! Ante esta acción, los trabajadores deben reafirmarse en sus asambleas soberanas.

Otra trampa contra el movimiento, propuesta por los sindicatos y varios sectores "revolucionarios" del chavismo, es la de volver a nacionalizar SIDOR, mayoritariamente en manos del capital argentino (el estado venezolano posee 20% de las acciones). Esta campaña lo que pretende es distraer la lucha de los trabajadores de sus verdaderos objetivos, ya que a éstos no les quedará otra opción que enfrentarse contra los capitalistas de la empresa, sean éstos argentinos o los burócratas del estado venezolano. La nacionalización de las empresas no significa la desaparición de las condiciones de explotación; el estado-patrón, aunque se disfrace de "obrero", no tiene otra opción que atentar de manera permanente contra el salario y las condiciones de vida de los trabajadores. Los izquierdistas y la izquierda del capital que ven en la concentración de empresas en manos del estado una vía expedita al "socialismo", pretenden ocultar una de las enseñanzas básicas del marxismo: que el estado es el gran representante de los intereses de cada burguesía nacional, por lo tanto enemigo del proletariado. La burguesía chavista hoy a la cabeza del estado lo que busca es incrementar su cuota de obtención de plusvalía y en nombre del "socialismo bolivariano" masificar la precariedad laboral a través de las misiones y empresas cogestionadas (que se lo pregunten a los trabajadores de Invepal o Inveval).

Estos "revolucionarios bolivarianos" pretenden borrar de la memoria de los trabajadores, que SIDOR desde que existe ha sido por muchos años una empresa del estado, y los obreros tuvieron que batirse varias veces contra los altos burócratas del estado que la administraban y sus cuerpos represivos, luchando por sus reivindicaciones; pero también contra los sindicatos (aliados del capital dentro de las fábricas), llegando incluso, a comienzos de los años 70 durante el primer gobierno de Caldera, a quemar parte de las instalaciones del edificio de la CTV en Caracas en rechazo por su acción antiobrera.

El estado en manos de los chavistas desde 1999, no ha perdido por arte de magia su carácter capitalista. Lo que ha habido es un cambio de ropaje, a través de una verborrea "socialista", pero sigue intacta su condición de órgano fundamental de defensa de los intereses del capital contra el trabajo. El hecho que Chávez se disfrace de "sidorista" o de "obrero" cuando le conviene, de ninguna manera debe confundirnos con respecto al carácter de clase del gobierno chavista, el cual fue implantado por los capitalistas para defender su sistema de explotación que nos sume día a día en la pauperización. Los trabajadores no somos tan ingenuos como creen estos "revolucionarios" que nos proponen la panacea de la "renacionalización", que viven cual burgueses, ganando sueldos que multiplican 30 veces o mas el salario mínimo oficial.

La única posibilidad de éxito: la verdadera solidaridad obrera y de la población

La opción del éxito que tiene el movimiento es la búsqueda de solidaridad. Inicialmente con los propios sidoristas tercerizados; el hecho que el movimiento reivindique incorporarlos como fijos es una de las principales expresiones de solidaridad. Es fundamental la solidaridad de trabajadores de otras ramas industriales tanto en la región como a nivel nacional, ya que todos por igual somos golpeados por la crisis económica (expresión local de la crisis mundial del capitalismo) que los capitalistas privados o públicos descargan sobre nosotros. También es necesaria la solidaridad de la población de Guayana, que se ve afectada por los ataques al salario del conjunto de la masa trabajadora, el desempleo, el alto costo de la vida; y por problemas que no resuelve el estado, como los de la delincuencia, la vivienda, etc. Pero esta no debe ser esa solidaridad armada a través de los sindicatos, ya que son órganos cuya principal función es controlar las luchas, crear división por ramas o sectores, y en última instancia, complementar la represión del estado; tampoco la solidaridad con la población la podemos buscar dejándola en manos de las organizaciones sociales creadas por el estado, tales como los consejos comunales. La solidaridad debe ser "gestionada" por los propios obreros, a través de asambleas abiertas a otros trabajadores.

La lucha de los trabajadores del hierro es nuestra lucha, ya que luchar por intentar tener una vida digna, beneficia al conjunto del proletariado. Pero el mayor beneficio, aparte de la mejora momentánea a nivel salarial, reside en la toma de conciencia de la fuerza que tiene entre sus manos el proletariado, que se expresa en las asambleas soberanas y en las formas en que se organiza para defender sus propios intereses, al margen de los sindicatos y otras instituciones inventadas por el estado para controlar el malestar social.

La burguesía nacional sabe que la situación en Guayana es un peligro latente para sus intereses. La concentración obrera que existe en la zona y la experiencia de luchas pasadas, la hace altamente explosiva, ya que a su vez concentra la acumulación del malestar laboral y social existente después de años de ataques contra el empleo y el nivel de vida de los trabajadores del país. En ese sentido la llamada Zona del Hierro tiene todo el potencial para transformarse en la referencia de las luchas obreras del país, tal como sucedió en los años 60-70.

Los trabajadores de SIDOR han tomado el único camino posible para enfrentar los ataques del capital, el de la lucha. La ampliación de ésta a otras ramas de la producción regional y nacional, así como la búsqueda de la solidaridad de la población en su conjunto, abrirá el camino para que el proletariado venezolano se encamine hacia una lucha mundial para el derrocamiento del capital y la instauración de las bases de la verdadera sociedad socialista.

25-03-2008

Internacionalismo. Sección en Venezuela de la Corriente Comunista Internacional (www.internationalism.org)

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[1] Bs. 44 repartidos así: 20 a la firma, 10 en 2009 y 10 en 2010; mas 1,5% de aumento anual por mérito

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