Obama: "la paz exige sacrificios"

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El atentado fallido contra el vuelo de la compañía Northwest en Detroit el día de Navidad, llevado a cabo por un islamista radical de origen nigeriano entrenado por Al Qaeda en Yemen, y la inmolación suicida de un doble agente jordano cargado de explosivos en un cuartel de la CIA en khost, en Afganistán, han vuelto a poner en primer plano de la actualidad la "guerra contra el terrorismo".

Tanto en Estados Unidos como a escala internacional, se ha desatado una campaña de propaganda para señalar las diferencias entre la política de la administración Bush y la de Obama a la hora de encarar la guerra contra Al Qaeda. Y en ese empeño convergen las críticas republicanas de Mr. Cheney a la tibieza de Obama para conducir la guerra, para mayor gloria de las alabanzas de la prensa internacional a su talante pacificador y su respeto por los derechos humanos y la democracia.

Se pueden ver, sin ir más lejos, los términos que emplea alguna prensa en España:

«Mientras algunos dirigentes republicanos, siguiendo al ex vicepresidente Cheney, acusan a Obama de negarse a reconocer que Estados Unidos está en guerra contra el terrorismo, éste ha respondido asumiendo la responsabilidad en la lucha contra un enemigo concreto, Al Qaeda, y rechazando recortar las libertades de los norteamericanos. Esto es, siguiendo el camino opuesto al de la Administración de Bush...» «Con esta respuesta, el presidente norteamericano no habrá cerrado el debate sobre la mejor forma de hacer frente al terrorismo yihadista, pero habrá demostrado que siguen existiendo cuando menos dos posiciones distintas en ese debate, la suya y la de los partidarios de retomar la estrategia de la "guerra contra el terror". Lo cierto es que ni una ni otra pueden ofrecer garantías de que no se producirán atentados. Pero lo que hace preferible la estrategia de Obama es que no continúa dilapidando la disuasión convencional de Estados Unidos, al tiempo que preserva la naturaleza democrática de su sistema político» (EL PAIS, edición digital)

Y si hemos de hacer caso a lo que nos dicen los medios de comunicación, la diferencia parece tan grande que, mientras que Bush Jr. pasará a la historia como el presidente que desencadenó una "cruzada contra el mal", "hasta la erradicación de todos los grupos terroristas de alcance mundial",  embarcando a Estados Unidos en diferentes frentes de guerra, a Obama le han concedido el Nóbel de la paz.

Pero si analizamos las cosas más de cerca, ¿Existe realmente una diferencia desde el punto de vista de la responsabilidad en la guerra y el compromiso con los intereses imperialistas de USA entre Bush Jr. y Obama? ¿Hay una diferencia respecto al trato a la población?

 

La política imperialista de la administración Obama

Al mismo tiempo que recibía el premio nobel de la paz, Obama dejaba claro en su discurso que era «el presidente de un país en guerra», y que sus objetivos eran «hacer avanzar los intereses de América».Y efectivamente, desde ese punto de vista es como hay que considerar sus respuestas actuales a los dos ataques terroristas.

Ya hemos puesto de manifiesto en anteriores números de esta publicación, que el anuncio de Obama del repliegue en Irak obedecía a los intereses de la burguesía en Estados Unidos de frenar el enorme desgaste "exterior" (de la credibilidad de USA como primera potencia mundial para imponer sus intereses), e "interior" (oposición de la población a la continuación de la guerra); y que permitía reforzar el frente de guerra en Afganistán y Pakistán, donde las cosas empezaban a tomar el mismo camino que en Irak, hundiendo a Estados Unidos en un nuevo lodazal[1]. La administración Obama ha usado los ataques terroristas actuales para reforzar en la población el miedo y el revanchismo que permitieran justificar el envío de 30000 soldados más al frente y la intensificación de la guerra de Af-Pak[2], exactamente igual que hizo la administración de Bush Jr. para justificar la invasión de Afganistán e Irak[3]. El atentado contra el cuartel de la CIA nos ha permitido saber que una de las "iniciativas de paz" de Obama consiste en la dirección de aviones no tripulados desde las oficinas de la agencia, como si se tratara de un videojuego, que bombardean a la población indefensa en la frontera entre Afganistán y Pakistán.

En el mismo sentido se puede ver que, tras los ataques terroristas actuales, Obama ha impuesto su política "multilateralista" a dos de sus aliados en Oriente Próximo: Jordania y Arabia Saudí. El hecho de que el suicida que se hizo estallar en el cuartel de la CIA en Afganistán fuera un doble agente jordano ha propiciado inmediatamente una reunión en Estados Unidos con los servicios secretos de Jordania[4] y una intensificación de la presión de USA sobre ellos al servicio de sus intereses.

Por otra parte, el supuesto entrenamiento en bases de Al Qaeda enYemen del autor del atentado fallido en Detroit, ha dado la oportunidad de intensificar el combate contra los grupos armados chiítas (bajo la influencia de Irán) en la frontera con Arabia Saudí, donde el ejército ha protagonizado auténticas escabechinas. Yemen presenta un gran interés para Estados Unidos, desde el punto de vista de las rutas de transporte del petróleo y el control del estrecho de Bab el Mandeb, y esta tentativa de atentado que viene desde allí, supone una ocasión para reforzar su presencia en la región, como sugiere el coordinador de la política de Obama para Afganistán y Pakistán, Bruce Riedel: «el intento de destruir el vuelo 253 de Northwest Airlines en ruta desde Amsterdam a Detroit en el día de Navidad subraya la creciente ambición de la franquicia yemení de Al-Qaeda, la cual ha surgido de un enorme plan para convertirse en jugador en la yihad Islámica global en el último año... El débil gobierno yemení del Presidente Ali Abdallah Saleh, quien nunca ha podido controlar totalmente el país y ahora encara un montón de nuevos problemas, va a necesitar de un significativo apoyo de los EEUU para derrotar a Al-Qaeda en la Península Arábiga»[5]

 

 

La población carne de cañón y sospechosa

Tanto para Bush Jr. como para Obama o Al Qaeda, la población en las pugnas imperialistas no es más que carne de cañón de intereses que le son ajenos por completo, sean los campesinos de las aldeas de la frontera de Pakistán a los que les llueven bombas teledirigidas, o los trabajadores de las Torres gemelas de Nueva York . Lo mismo se puede decir de los soldados, que vuelven en bolsas negras del frente o de los obnubilados por el fanatismo religioso y la venganza, que se forran de bombas para hacerse estallar con ellas. En la carrera de la intensificación de los conflictos imperialistas, nadie está a salvo de ser víctima de un atentado en un vuelo o en el metro, o de ser enviado a la guerra.

A esa amenaza permanente se suma, en los países árabes, la matraca ideológica del fanatismo irracional, del odio, que envía adolescentes con bombas a matar muriendo; y en los países centrales la psicosis permanente de sospecha del de al lado, del diferente ("el terrorista de Detroit era un chico solitario y no se le conocían amigos ni novia..."), de la amenaza de delación ("el padre había denunciado a su hijo a las autoridades"...); del reforzamiento de la represión y de las supuestas medidas "de seguridad" que cierran las fronteras, que culpabilizan a cualquiera que "no está en regla" y someten a la población a controles en aumento en los aeropuertos y estaciones a menudo humillantes y que ponen en cuestión la dignidad humana más elemental...¡En nombre de la democracia y los derechos humanos!

Una democracia que impone los intereses del Estado como si fueran los de todos, cuando en realidad solo representan los de la burguesía, que somete a la población a su dictadura y acaba pidiéndole el sacrificio por la defensa de los intereses de la nación en la guerra, igual que la yihad pide el sacrifico de los suicidas: «...la creencia de que la paz es deseable raramente es suficiente para llegar a ella. La paz requiere responsabilidad. La paz implica el sacrificio» (discurso del Nobel de Obama) ¡¿Qué sacrificio?! «...el uso de la fuerza no solamente es necesario sino que está moralmente justificado... La guerra (...) llegó con el primer ser humano (...) el Mal existe en el mundo» (Ídem) ¿Dónde está la diferencia con Bush Jr., o con Bin Laden?

La verdadera diferencia con la política de Bush Jr., Obama y Bin Laden está en el internacionalismo proletario, en la guerra a la guerra, en la denuncia de la guerra imperialista en todos los bandos y la defensa de la lucha de clases contra el Estado burgués.

 

Hic Rodas, 17.01.2010

 

 


 

[1] Ver entre otros artículos: /accion-proletaria/200907/2624/detras-del-discurso-de-paz-de-obama-se-oculta-una-verdadera-estrategia; /accion-proletaria/200909/2662/afganistan-tras-la-mision-de-paz-se-camuflan-intereses-imperialistas

[2] Así es como los medios de comunicación internacionales llaman al conflicto en la región de Afganistán, dando por supuesto que la guerra se ha extendido ya de hecho a Pakistán

[3] El hecho de que, a diferencia de la masacre del 11 de Septiembre de 2001, en esta ocasión el atentado contra el vuelo de Detroit no haya llegado a consumarse, no quita nada a la intencionalidad de la maniobra; es bien sabido que, después de un traumatismo brutal como significó para la población en Estados Unidos la matanza de las Torres Gemelas, una pequeña amenaza puede volver a poner a flor de piel las mismas emociones.

[4] Entre los más "afamados" en la región

[5] https://www.thedailybeast.com/?cid=tag:all1.

 

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